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El concejal posadeño Miguel Ángel Acuña realizó un trabajo de relevamiento sobre la calidad de prestación del servicio de transporte urbano en la ciudad que derivó en un episodio tenso dentro de la Estación Quaranta.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Acuña contó que tomó la iniciativa de realizar varios recorridos en colectivo por la ciudad para consultar a los pasajeros sobre la calidad del servicio.
Sobre el episodio particular con los policías, dijo que “en un momento me bajé en la estación de transferencia para esperar otro micro, se me acercó gente conocida para hablar y alguien de la custodia policial detectó que soy concejal, al rato ya me hicieron sentir su presión. Se acercó una oficial y me dijo que no podía hacer encuestas. Contesté que no estaba haciendo encuestas, porque en los viajes estaba hablando con vecinos. Parece que a la oficial le molestó que seguí caminando, porque también son bastante pesados los policías para hablar, y al rato ya me rodearon entre cuatro y me seguían los pasos. No me decían nada, pero seguían alrededor mío todo el tiempo. Hasta que uno de ellos le dijo groseramente a mi colaborador que no podíamos estar ahí. Según este policía, siendo concejal no era ese mi lugar para hacer política. Pero yo no estaba haciendo política, no estaba repartiendo nada, porque es parte de mi trabajo como presidente de la comisión de Transporte y Tránsito recorrer y hablar con la gente. Es más, yo pagué mi pasaje como cualquier usuario porque es lo que corresponde. Parece que el gran delito que cometí es que me puse a hablar con la gente”, manifestó.
El detonante, señaló, fue cuando su colaborador comenzó a sacar fotos. “Vino un policía, se le puso enfrente, le pidió la documentación, le quiso sacar el celular con el que me sacó las fotos y trataron de llevarlo por averiguación de antecedentes. No entendemos cómo puede estar prohibido sacar una foto ahí, si ni siquiera hay un cartel que diga eso”, agregó. A todo esto, comentó que “como la situación se puso muy tensa, decidimos irnos de ahí”.
“No corresponde que estén amedrentando a la gente. Si a un concejal lo tratan así, no me quiero ni imaginar cómo se comportan con los usuarios”, planteó.
Sobre los reclamos que pudo recoger de los pasajeros, indicó que “los problemas para los usuarios son los mismos de siempre. Es muy difícil viajar en los horarios pico porque van todos apretados y hay que bancarse mucho tiempo de espera en las paradas porque las líneas no llegan nunca, ésas son las quejas más recurrentes”, observó. “
Son cuestiones que tenemos que hablar con la gente para ir buscando las soluciones, aunque parece que en la estación de transferencia eso no se puede hacer”.