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Tanques Panzer, T-34, Is-2, Sherman M4, camiones GMC 6×6, Halftrack, Jeep Willys, aviones Messerschmitt Bf 109 de la Segunda Guerra Mundial son el desvelo de Jorge Farina. Cartón, tapitas, pegamentos, pinturas y calibre se despliegan en la mesa para encontrar la pieza justa y todo a perfecta escala para una réplica perfecta. Años de trabajo y más de un centenar de vehículos conforman su colección, privada, porque pocas veces encuentra espacios para exhibirla, pero siempre disponible en su domicilio, en el barrio Illia de la Capital Nacional de la Yerba Mate para quienes deseen deslumbrarse.
Cuatro décadas lleva Jorge dedicándose a convertir cartón en obras de arte que encierran cultura y que guardan uno de los hechos históricos más trascendentes de la humanidad. Obviamente también hace maquetas a pedido, de cuanta temática uno pueda imaginarse, pero su fuerte está en este conflicto bélico.
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Al principio “compraba las colecciones de plástico, que se venden para armar, en la época de la Guerra de Malvinas y por algunos años se prohibió la importación, después llegaron precios impresionantes. Doy charlas sobre la Segunda Guerra, tengo una gran biblioteca y todo motivó a que necesitara que todo lo que estudiaba, leía, sea llevado a la realidad de alguna forma, entonces empecé a buscar materiales que pudiera trabajar fácilmente, madera, tarjetas de crédito, pero el cartón me resultó mejor y así empecé; la primera que no debe de haber salido tan buena pero a través de los años fui tomando la mano y hoy en día no hay cosa que no pueda realizar en maqueta, por supuesto, todo a escala”, recordó el artista.
“Es un pasatiempo llevado a un arte, es buscar cada piecita, llevar cada componente a su justa escala, en cada maqueta hay ruedas de cassette, tapitas de plasticola, de aceite, de shampoo, bandejitas de fiambres, y cartón, los aviones, las lanchas, por ejemplo, no son una coraza, es cartón sobre cartón, pegado uno sobre otro, a los que con el cúter se va dando la forma, después se lija y dan las terminaciones de color y demás”, añadió.
Asimismo, describió que utiliza “materiales sencillos, herramientas que fabrico yo mismo, lija, pinzas de cejas, tapitas, plastiquitos, cosas que no tendrían fundamento por sí solas pero que en las maquetas cumplen roles fundamentales”, y todo lo guarda meticulosamente.
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Segunda Guerra, la historia que lo atrapó de pequeño
“Con mi papá íbamos a ver las películas de guerra, a él le gustaban mucho, en aquel entonces en blanco y negro, siempre le preguntaba quiénes son los buenos y quiénes los malos, pero aquí no hay buenos ni malos, cada uno peleaba por lo que entendía que era correcto, por sus conquistas, empecé a comprar libros, ahora debo de tener más 300, uno de los primeros que leí fue ‘Las memorias de Winston Churchill’, con el que me llevé una idea de todo, tengo textos que son más historia, también sobre los vehículos, luego, hace relativamente poco llegó Internet y puedo buscar todo, es mucho más fácil trabajar, incluso con las escalas”, apuntó Farina.
E hizo hincapié en que “la historia de la Segunda Guerra atrapa, son muchos países, geografías muy diferentes, los vehículos tienen colores según los lugares donde pelearon, en el desierto, en la nieve, en Europa, por ejemplo, (Erwin) Rommel creó el Afrika Korps y es enviado a Egipto a salvar las tropas italianas que estaban siendo hundidas, pero envían los vehículos de color gris, un color nada favorable para el desierto, entonces mezcló arena con aceite quemado y pintó todos los tanques, de allí los colores del desierto”.
Más de 150 piezas conforman su colección, cada una significó un momento especial, “esto es para mí un calmante, prendo la televisión, tengo mi mesa especial para trabajar, iluminación para ver el más mínimo detalle, cuanto más tiene más me interesa, y puedo pasar la noche creando”, confesó.
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En su página de Facebook, Jorge Alfredo Farina, este artista comparte mucho más que imágenes, allí están su dirección, número de teléfono y demás para coordinar una visita a este “museo de la Segunda Guerra Mundial en miniatura”, por supuesto, con el adicional de una detallada explicación, no sólo de los objetos, sino de la historia misma.