La situación es desesperante para muchos, según manifestó Teodoro, un productor de té y yerba mate, que además cosecha para otros agricultores en la zona y que toda su vida realizó la misma actividad. Aseguró que la decisión es “consecuencia de que les abonan solamente un peso por cada kilo de brote de té entregado”.
Mientras un grupo de empresarios e industriales buscan instalar la “Semana del Té en Misiones”, los colonos siguen siendo los más perjudicados, cobrando valores muy por debajo del establecido por el Ministerio del Agro provincial, organismo que tampoco realiza las inspecciones ni sanciona a aquellos que incumplen con los precios fijados para la zafra actual.
“Nunca hemos pasado por una situación similar, el que más te ofrece es $1,80 y no tiene sentido vender a ese precio, siendo que, para cosechar y transportar el producto, necesitamos aproximadamente unos $3,15”, dijo el agricultor.
Sostuvo que “son muchísimos los colonos que viven esta situación. Hay quienes tienen secadero, cuentan con su propia plantación y no quieren comprar a terceros. Creímos que con el dólar alto valdría más el producto, pero no, nada que ver. Los insumos subieron, el combustible es un ejemplo”.
El productor comentó que su primera cosecha fue de 80 mil kilos y debió tirarla. Ahora va por la segunda y estima que deberá hacer lo mismo, pues si no corta la planta ya no sirve.
Muchos están arrancando sus plantaciones, estamos desahuciados. Ningún Gobierno hace nada por nosotros, los pequeños estamos desapareciendo. Para preparar los campos sacamos dinero de la yerba mate, pero no podemos más”, dijo Teodoro al Aire de Integración.
Según los datos que pudo conocer PRIMERA EDICIÓN, mediante las asociaciones, la primera zafra fue un fiasco. Se tiró la gran mayoría de la producción porque los precios que ofrecieron los industriales eran muy bajos. Y la segunda viene complicada por los elevados costos del proceso productivo, que los colonos no pueden afrontar.
Un caso puntual es la limpieza de la planta. Ésta se debe hacer de forma manual, pero que los tealeros no están dispuestos a abonar, porque no tienen certezas que los empresarios van a recibir la materia prima y pagar el precio oficial. Una limpieza puede llegar a costar unos tres mil pesos por hectárea, más el gasto de combustible para transportar la materia prima al secadero.
Las asociaciones reconocieron que muchos teales están abandonados y eso tiene repercusión directa en el trabajo de los obreros rurales. Según las asociaciones, los colonos están rogando contar con un horizonte más claro, sin tanta incertidumbre. Exigen la intervención del Ministerio agrario para que defienda los intereses de los más pequeños.
Admitieron que los productores de té atraviesan un panorama muy complicado y no se explican cómo son el “último eslabón” en una cadena productiva, que está en pleno repunte de exportaciones.