Las sonrisas, las lágrimas, los cantos contra su vencido Boca Juniors se entremezclaron desde el momento que la delegación de River bajó del avión que lo trajo desde Emiratos Árabes Unidos al aeropuerto de Ezeiza, cerca de las 17:00, hasta que dio la vuelta olímpica en el “Monumental”, pasadas las 21:30.
Los hinchas de River que no pudieron estar en Madrid para la revancha contra el “Xeneize” -victoria 3-1 en tiempo suplementario- pudieron entonces festejar junto al plantel.
De hecho, los acompañaron desde Ezeiza, cuando con los jugadores cantando y exhibiendo la cuarta Copa Libertadores de su historia en el frente del micro techado que los llevó desde Ezeiza, obligaron a frenar su andar para grabar un video o sacarse una foto.
Los hinchas, con banderas y camisetas de la banda roja, desafiaron al sofocante calor que se sufrió en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense para poder ver a sus ídolos de cerca, luego del tercer puesto en el Mundial de Clubes de Emiratos Árabes Unidos.
La delegación del “Millonario” se movilizó a través de la autopista Riccheri, autopista 25 de Mayo, avenida 9 de julio y luego Figueroa Alcorta hasta el “Monumental”, todo a bordo de un micro cubierto.
Es que fuentes policiales explicaron a NA que la Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires decidió, finalmente, que el micro que traslade a River sea cubierto para evitar posibles incidentes y que recién estará el descapotable una vez que ingresen al “Monumental”.
Allí, desde las 16:00, miles de hinchas de River comenzaron a ingresar a las tribunas para esperar al plantel conducido por Marcelo Gallardo.
En el estadio había cotillón provisto por el club, que contrató al DJ Tommy Muñoz para musicalizar un evento que tuvo, entre otras sorpresas, la recreación del gol del “Pity” Martínez ante Boca, que significó el 3-1 en la revancha de la final jugada en el “Santiago Bernabéu” de Madrid.
Un momento inolvidable
Pasadas las 20 comenzó el festejo oficial, que tuvo como primera medida la presentación, uno a uno, de todos los integrantes del plantel y cuerpo técnico. Por cuestiones personales, según se informó, no estuvieron Franco Armani, Juan Fernando Quintero y Rafael Santos Borré, quienes debieron ir hacia Colombia.
Allí, los más aplaudidos fueron Gonzalo Martínez, a quien le corearon su canción personal desde las cuatro tribunas del estadio, Jonatan Maidana, Lucas Pratto, Enzo Pérez y el capitán Leonardo Ponzio.
Un párrafo aparte fue para el entrenador Marcelo Gallardo, a quien lo antecedió un video sobre su recorrido en esta Copa Libertadores con sus frases más importantes.
Gallardo, con el trofeo de la Copa Libertadores en sus manos, recorrió la pasarela hasta llegar al escenario, convocó a los capitanes Ponzio y Maidana, y juntos la levantaron para hacer estallar el estadio “Monumental”.
Ponzio, con el himno de River de fondo, fue luego el encargado de colocar el trofeo en el atril junto a las anteriores tres Libertadores ganadas en la historia del club de Núñez.
Enseguida, todo el plantel se subió al micro descapotable que lo esperaba en la pista de atletismo para dar la vuelta olímpica y saludar a todos los rincones del estadio “Monumental” donde había un hincha de River.
Así, River cerró una de las páginas más importantes de su historia, con su cuarta Copa Libertadores descansando en el “Monumental” y el plus de haberla conseguido contra Boca, en la final más soñada del fútbol mundial.
Incidentes
Los fanáticos del “Millonario” arrojaron botellas de vidrio y trozos de baldosas sobre los efectivos de Infantería que se protegían con sus escudos en, al menos, uno de los puntos de control ubicado sobre la avenida Udaondo y avenida Del Libertador.
Un grupo de hinchas trató de saltar un vallado para poder ingresar sin su correspondiente entrada a la cancha y ahí se iniciaron algunos incidentes.
En un momento, algunos simpatizantes temieron que se podían reiterar los disturbios de la revancha frustrada ante Boca en el estadio Monumental, pero fueron ellos mismos los que pidieron calma.
La situación se calmó enseguida y retornó el ánimo festivo de las familias que se acercaron hasta la cancha.
Las puertas del estadio se abrieron pasadas las 16:00, media hora después de lo previsto, y permitía el acceso a aquellos socios que habían comprado la entrada para el 24 de noviembre, el día de la revancha de la final frustrada que se terminó disputando en Madrid.
Los hinchas debían llevar el DNI, como si fuera un partido de fútbol normal, ya que está en vigencia el derecho de admisión, y haber revalidado el ticket a través de la web del club.
Fuente: Agencia de Noticias NA