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Pedro Helge Andersson, el flamante presidente de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) fue declarado en rebeldía por la AFIP-Aduana en 2016 dado que no se presentó a abonar una multa de $8.798 en una causa abierta por contrabando de cigarrillos.
A pocos días de asumir como presidente, con el apoyo del intendente Carlos Fernández, del diputado Rafael Pereyra Pigerl y del Sindicato de Luz y Fuerza, se filtró en las redes sociales un documento que salpica el accionar del dirigente, con claras intenciones de perjudicarlo desde el inicio de su gestión.
Según se describe en el acta del procedimiento, el 18 de diciembre de 2015, en el peaje de Santa Ana sobre la ruta nacional 12, personal de Gendarmería Nacional le incautó 80 cartones de cigarrillos extranjeros que llevaba a bordo de una Renault Kangoo y no contaban con aval aduanero.
“Se procede al secuestro de la mercadería por no contar con la documentación aduanera”, se describe. “Se le intima para que en el término de 10 días hábiles, contados desde la fecha de su notificación, presente su defensa y acompañe la documental que estuviera en su poder”, se agrega en el acta con fecha 18 de diciembre de 2015.
“Hágase saber que efectuado el pago voluntario del mínimo de la multa que pudiere corresponder (8.798 pesos), multa equivalente a una vez el valor en plaza de las mercaderías, a favor del Estado nacional se producirá la extinción de la acción penal y el presente no será registrado como antecedente”, finaliza.
Seis meses después, el 13 de junio de 2016, la AFIP notifica al dirigente renovador la “declaración de rebeldía” por no haber pagado la multa.
“Pilo” Andersson, como se lo conoce, llegó a la presidencia de la entidad obereña siendo el propietario de un comercio barrial. Pero tuvo importantes apoyos políticos.
Luego de asumir, desarmó numerosas acciones iniciadas por su antecesor, Carlos Ortt, y generó polémicas con algunas decisiones.
Se especula en Oberá que la aparición de estos documentos de AFIP son un pase de factura.