
Con la llegada del verano aparece una moda: tener bronceada la piel. Pero los riesgos de exponerse al sol son cada vez mayores y es por ello que, en esta época del año, los dermatólogos comienzan a brindar una serie de recomendaciones que persiguen el objetivo de bajar al mínimo las posibilidades de desarrollar alguna enfermedad de la piel a causa de la exposición inadecuada al sol durante las vacaciones.
“De la boca de ningún dermatólogo va a salir el consejo de tomar sol, el concepto sería disfrutar del aire libre protegiéndote”, indicó a PRIMERA EDICIÓN la médica dermatóloga y jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Madariaga, Gabriela González Campos. “La idea es que no acumule tanto daño”, agregó. Vale recordar que el bronceado es el intento de la piel de protegerse del sol. “Cuando la piel sufre un daño se genera el bronceado”, explicó la dermatóloga.
Además, la radiación solar que recibe la piel se acumula. “Uno a veces no toma conciencia y piensa que se despelechó y se empieza de cero y no es así. La realidad es que sólo la partecita superficial de la piel es la que se renueva permanentemente pero todo lo demás, radiación y daños, se va acumulando en las células y va dañando el ADN. Ese daño solar acumulado es irreversible”, explicó y señaló que esa acumulación “no sólo produce cáncer de piel sino que arruga precozmente, mancha la piel, la envejece”.
Es por ello que las quemaduras solares sufridas de niños pueden tener algún efecto en la piel del adulto. “Hay algunos protectores solares que hoy en día incluyen en sus fórmulas algunos efectos antioxidantes que tratan de revertir ese daño acumulado que están buenísimos”, indicó González Campos y señaló que “mientras menos radiación acumulada tengas es mejor, si bien los 15-20 días de unas vacaciones son importantes, la idea es proteger durante todo el año las zonas expuestas diariamente al sol como la cara y el escote”.
Principales recomendaciones
“Acá tenemos sol todo el año y ese sería el primer punto a recalcar”, afirmó la dermatóloga y explicó que “los cuidados de ahora serían los de siempre”. Entre ellos se destacan el no exponerse al sol entre las 10 y las 17 horas, un período de tiempo que aumentó debido a que antes la recomendación era no hacerlo entre las 11 y las 16. Además se debe buscar la sombra incluso en la playa cuando se intenta aprovechar el día. La doctora González Campos indicó que, en esa franja horaria y de vacaciones, la protección debe ser a través de una sombrilla.
El uso de protector solar también es muy importante. “Debe ser de factor 30 y se debe aplicar cada dos horas”. Se deben utilizar anteojos para proteger la visión y ropa adecuada de mangas largas que ya actúan como una barrera al sol. El color de la misma es indistinto puesto que “el oscuro es el que más repele las radiaciones y el claro es más fresco en cuanto al calor entonces se da esa ambigüedad”.
El mejor protector solar para cada tipo de piel
En relación a los protectores solares, González Campos señaló que “no son lo que eran antes” y destacó la “infinidad de variedades, textura, sustancias químicas que protejen. Lo importante sería que diga alta protección o factor de protección solar de 30 para arriba o de 50 para arriba si la piel es blanca”.
Otra cuestión a tener en cuenta es que el envase especifique si es protección UVA o UVB “porque son las dos radiaciones que más lastiman la piel” y, por otro lado, “que sea un compuesto, que ese protector esté inmerso en una fórmula que sea adecuada al tipo de piel”. En relación a ésto, detalló que aquellos que se presentan en forma de geles, lociones o spray son para pieles grasas mientras que los unguentos o cremas son para pieles secas o para bebés “que uno quiere que perdure y persista en la piel el protector más tiempo, eso es otra cosa a tener en cuenta”.
Además “vienen un montón de protectores, hoy por hoy, con acción hidratante y antiage lo cual nos permite a las mujeres y a los hombres, porqué no, usarlos a diario estando protegidos del sol”. En este sentido, indicó que “usar uno de estos protectores todos los días en la cara, durante todo el año, sería el mejor consejo de belleza”.
En relación a ésto, la profesional consideró que los protectores son costosos y necesarios pero “no son la única manera de protegerse. Es importante tener en cuenta ésto que uno desestima y que no sale caro como un sombrero, anteojos, estar a la sombra, cuidarse con ropa y con una remera en un niño. En estos tiempos que corren también está esta alternativa de barrera”.
Por otro lado, aseguró que “cuando se recomienda al paciente un protector porque tiene determinadas sustancias, suele pasar que va a la farmacia y le dicen que alguna otra opción es lo mismo y no es lo mismo. Es re importante que cuando se lleva una recomendación o listado de un profesional dermatólogo se respete esa indicación en la farmacia”.

Pautas de alarma para concurrir al dermatólogo
El verano es una época interesante también para mirarse la piel y detectar aquello que en otra época del año por ahí no se ve. “En verano empieza a verse la piel más desnuda, en malla y se empiezan a descubrir cosas que antes no se habían visto”.
En relación a ésto es importante tener en cuenta cuáles son las pautas de alarma para concurrir al dermatólogo lo antes posible. Uno de ellos es el ABCDE de los lunares. “La A representa la asimetría, la B el borde irregular, la C que tenga más de tres colores y la D que tenga más de 6mm de diámetro. En los últimos tiempos se agregó la E que habla de la evolución, si el lunar ha ido cambiando con el tiempo, si empezó a dar síntomas como picazón, dolor, si se inflama. Estos son motivos de consulta”, indicó González Campos.
Otra cuestión al que estar atento es “si en las zonas expuestas diariamente al sol tengo una heridita que no se cura después de un mes, de 15-20 días; una manchita rosadita que se pone cada vez más áspera y que se va sintiendo más sensible también es un motivo de consulta”.