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La cautela de los pesquisas de la Dirección Homicidios se mantuvo intacta hasta hace varias semanas, que recogieron mayores indicios en torno a un sospechoso por lo sucedido en la calle Chile, de la chacra 43, a pocos metros de Corrientes, zona conocida también como próxima al Teatro Griego de la mencionada avenida.
Se trataba de un joven de 22 años, sin oficio o empleo estable, y cuyos movimientos fueron seguidos de cerca durante las últimas horas.
Pues fue anoche que, por orden del juez que instruye el expediente, Fernando Luis Verón, que se produjo la aprehensión en una vivienda del barrio San Isidro, sobre la avenida Alicia Moreau de Justo (exruta provincial 213) a pocos metros del tanque de agua potable.
A minutos de las 22, los efectivos de Homicidios desembarcaron en el lugar señalado y concretaron la detención. Pero los operativos anoche, al cierre de esta edición, continuaban en el lugar y nada podía descartarse, incluso nuevas detenciones o secuestro de material indiciario o probatorio.
Sin piedad
Vale recordar que la muerte de Aquino se produjo luego que el o los autores del hecho, prendieran fuego parte de la escena del crimen con la intención de borrar pruebas.
Raúl Roberto Aquino, enfermero que presta servicios para la Municipalidad de Posadas, fue encontrado masacrado en el baño de uno de los departamentos del inquilinato en el que vivía y usufructuaba.
Los causantes de su muerte escaparon con su teléfono celular, su billetera y el Toyota Etios azul que también era de su propiedad y que apareció horas más tarde abandonado y cerrado en el barrio San Isidro, cerca de la exruta provincial 213.
El alerta de se encendió minutos después de la 1, cuando vecinos del predio de calle Chile llamaron al 911 sobre una columna de humo que salía del baño de uno de los departamentos.
Luego de apagar el fuego se descubrió el cadáver en el baño se encontraba, en ropa interior y las prendas de vestir superiores chamuscadas. El rostro estaba completamente desfigurado en razón de los golpes que había sufrido y en la garganta tenía una media, se presume para que no se oyeran los golpes de la tortura a la que fue sometido.
Efectivos de Criminalística arribaron al lugar de inmediato y encontraron rastros de sangre en el piso de la sala contigua al sanitario, lo que indicaría que la víctima pudo haber sido golpeada en ese lugar y luego trasladada al baño.
Tras confirmar que se trataba de Aquino y mediante el testimonio de vecinos y del sereno del barrio lograron establecer que minutos antes de que se desatara el incendio, se escucharon gritos provenientes del lugar.
Luego, aseguraron, notaron que el o los autores del hecho escaparon en el propio Toyota Etios de la víctima, a toda velocidad y por calle Chile, en dirección a la avenida Corrientes.
Se pudo establecer rápidamente además, que los homicidas se llevaron el teléfono celular de la víctima y la billetera.
El vehículo apareció cerrado con llave y abandonado en la intersección de las calles 85 y 192, a pocas cuadras de la avenida Alicia Moreau De Justo, en el barrio Lucero y no lejos del inmueble allanado anoche, confiaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN.
La autopsia posterior fue contundente: el enfermero murió asfixia por sofocación, por obstrucción de las vías aéreas superiores, producida por la media hallada en la boca. También se confirmaron múltiples traumatismos y quemaduras.
En cuanto al detenido, se espera que trasladado durante las próximas horas al Juzgado de Instrucción 3 de calle Santa Fe, para declaración indagatoria.