“Misiones es la provincia con más variedad de confesiones religiosas, la tercera en cantidad detrás de Buenos Aires y Santa Fe y la provincia donde (la religión y la diversidad de creencias) tiene mayor rango de reconocimiento del Estado”, aseguró la subsecretaria de Cultos, Roxana Barrios, en una extensa entrevista con PRIMERA EDICIÓN en la que destacó la convivencia y la diversidad que caracterizan a la tierra colorada, y reflexionó además sobre el “año agitado que tuvimos” en 2018 por los debates sobre despenalización del aborto y educación sexual integral (ESI), que “prometen” trasladarse también a 2019.
En concreto, según Barrios, en Misiones hay más de 3.170 cultos (en toda Argentina son 5.729) correspondientes a las cinco “grandes religiones” (cristianismo, judaísmo, islamismo, budismo e hinduismo), aunque el primero de esos grupos concentra el 90% del total de credos y el 10 por ciento restante se reparte entre las otras cuatro.
“Incluso ahora se empezaron a acercar iglesias umbandistas y kimbandistas, que por desconocimiento o por sentirse discriminadas, no sabían que podían inscribirse en el Registro Nacional de Cultos, pero la ley nacional los contempla e incorpora”, remarcó la subsecretaria.
Sin olvidar a los pueblos originarios, ya que la nación mbya está reconocida como culto propio y tiene número de registro, con sede en San Ignacio.
A todo ello agregó el hecho de que “acá incluso tenemos que convivir y compartir con expresiones de fe populares -no aceptadas oficialmente por la Iglesia- como el Gauchito Gil, que para la Justicia fue un maleante pero tiene sus creyentes y hoy incluso tiene causas pidiendo que se lo santifique”.
En cuanto al mayoritario cristianismo, reveló que hoy están “casi parejos” los católicos y los evangélicos y que, si bien los primeros aún mantienen cifras “levemente superiores”, los segundos “están avanzando mucho en los últimos tiempos”.
Quiénes son y dónde están

Dentro de la provincia, la Zona Centro es la de mayor diversidad. “Ahí hay de todo: menonitas, luteranos, adventistas, pentecostales, católicos, budistas, musulmanes, umbandistas… Eso tiene que ver con el hecho de la migración, que nos enriqueció como provincia y que trajo sus propios cultos”, explicó Barrios, quien mencionó como ejemplo de esto a los católicos del rito bizantino ucraniano.
Precisó que la Iglesia Cristiana Evangélica Asamblea de Dios (más conocida como “La 248”) es la más extendida de la provincia, ya que cuenta con más de 713 iglesias a lo largo de la ruta nacional 14 y en la Zona Centro en general.
Siempre compartiendo el mismo suelo bajo el mismo cielo, respetando al otro sin fundamentalismos. El encuentro muchas veces cuesta, a pesar de que hay muchas más cosas que nos unen de las que nos separan”.
La funcionaria apuntó también que la mayoría de judíos misioneros se concentra en Posadas, pero también los hay en Oberá y otros puntos de la provincia. Y algo similar ocurre con los budistas, que pueblan casi todo el barrio Yacyretá posadeño y el conocido asentamiento frente al Itaembé Guazú, pero que también habitan en la Capital del Monte y en Paraje Samambaya (Los Helechos), por ejemplo.
Aparte de la capital misionera –agregó-, hay grupos musulmanes en Oberá, Campo Grande y Puerto Piray, pero “para las grandes ceremonias se congregan en Paraguay, donde está la mayoría de ellos”.
Por último, hay hinduístas en Posadas (Villa Blosset, Villa Cabello) y Garupá (barrio Don Santiago), todos ellos de la misma comunidad. Además, conoce grupos en Jardín América y Puerto Rico, aunque “no están registrados, por problemas de discriminación. La mayoría son oriundos de la India y para sus cultos se siguen vistiendo de la forma tradicional”, aportó.
Y entre las curiosidades más llamativas para Barrios, mencionó a la llamada “Iglesia Mesiánica”.
Muchos se asustan de la palabra ecumenismo, pero no es otra cosa que la búsqueda de unión de todos los cristianos para salir a buscar el diálogo interreligioso con todas las demás religiones, en busca de la paz”.
En cualquier caso, la funcionaria aclaró que “no existe un registro de cultos en la provincia, sólo el relevamiento que yo hice” y en el que se basan estas estadísticas. Ahora se está realizando uno nuevo completo, para el cual se está solicitando la colaboración de los distintos cultos.
“Les pedimos (a todas las iglesias radicadas en Misiones) que se acerquen a hacer los trámites gratuitos para ir incorporándolas y realizar un reempadronamiento, porque hay grupos que se unen, otros que se separan… Esta es una realidad frecuente en Misiones. Lo que pasa es que algunas tienen padrinazgos de afuera, están adheridas a iglesias de otras provincias o incluso de los países limítrofes y sus referentes de afuera vienen a desarrollar su misión durante un tiempo y luego se van. Eso complica elaborar un censo completo”, admitió.
Convivencia y preparación
Roxana Barrios valoró especialmente “el respeto que se tienen entre las diferentes religiones y entre confesiones religiosas” en Misiones. “Y también es digno de destacar que en todas estas iglesias hay mucha gente muy preparada. En ese sentido, siempre trato de remarcar la necesidad de brindar nuestros mejores hombres y mujeres a la sociedad si queremos transformarla y hacer la diferencia; no necesariamente militar en política partidaria, pero si en políticas sociales, haciéndose cargo y motivando a otros”, agregó.
En ese sentido, “a veces se piensa que las iglesias están sólo para orar, pero todas hacen muchas tareas comunitarias a pulmón: tienen comedores, hogares, escuelas de formación ciudadana que los preparan para muchas cosas … Por ahí muchas iglesias impiden a sus feligreses participar en política partidaria, pero de un tiempo hasta ahora, después de todo lo que está pasando, se lo están repensando”.
Qué se hace desde el Estado
La Ley nacional de Cultos (la 21.745) data de 1979 y en muchos aspectos -sobre todo metodológicos- ha quedado alejada de la realidad. Ya existe un proyecto para modificarla e incluso “también se está empezando a ver la necesidad de contar con una ley provincial”, adelantó Barrios.
La funcionaria explicó que, en ese marco legal y a través de un convenio de Misiones con la Nación, la Subsecretaría de Cultos hace de “nexo” entre el Estado y todas las iglesias de la provincia, de forma totalmente gratuita.
Una vez que cada institución está tramitando su personería jurídica como asociación civil, desde el organismo provincial se empieza automáticamente a tramitar la inclusión en el Registro Nacional de Cultos.
Las iglesias son un hospital de enfermos: cuando el hombre toca fondo es cuando se acuerda de Dios. He escuchado hasta a ateos decir ‘ay, Dios’ cuando se sintieron mal o tuvieron un familiar o allegado en esa situación”.
Además, la idea del organismo provincial es “valorizar y acompañar la acción social y pastoral y el acompañamiento espiritual de todas las iglesias, porque muchas veces hacen de placebo del Estado: hacen lo que desde el Estado no hacemos en los parajes, en las picadas, en las colonias, incluso en las grandes urbes, en materia de educación, adicciones… Las iglesias son los primeros que van descubriendo los casos y los más cercanos para enseñarles a tocar un instrumento, organizarles actividades, etcétera. Entonces vienen los pastores, las pastoras, los sacerdotes, los catequistas a pedirnos capacitación, porque vos podés hablar de Dios, que quiere la promoción integral de la persona, pero necesitan herramientas para asistir al entorno. Por eso estamos creando mesas de diálogo interreligioso en los municipios que nos lo permiten, para que se sienten a charlar entre todas las confesiones, mirar la realidad y ver cómo actuar sobre ella, y que sirva como una ayuda al Estado, porque muchas veces los intendentes no pueden llegar hasta el último rincón del municipio como sí pueden hacerlo estas iglesias”.
Un 2018 “muy complicado”

Barrios reconoció que 2018 fue “muy complicado” en el ámbito de la Subsecretaría de Cultos, por el “fuerte debate sobre el aborto y la defensa de la vida. Sabemos que la Iglesia católica tiene siempre otra metodología para marcar tendencia, pero el pueblo cristiano evangélico, que no está muy acostumbrado a salir a las calles a manifestarse, esta vez actuó de forma muy dinámica”.
“Nuestro rol es atender a todas las iglesias, pero antes del tratamiento de la ley del aborto, nadie vino a manifestar oficialmente su apoyo a la aprobación, mientras que el pueblo católico y el evangélico se unieron -una de las pocas veces en su historia- en la Mesa Juntos por la Vida. Vinieron acá, consultaron cómo hacer y presentaron una nota formal que nosotros elevamos tanto al Gobernador como al presidente de la Legislatura. En la Cámara se presentó un proyecto declarando de interés provincial las marchas pro vida y, si bien aún no tuvo dictamen, marcó tendencia, porque al fin y al cabo refleja el sentir mayoritario de la sociedad”, relató la funcionaria.
De cara a 2019, “vamos a ver cómo sigue ese diálogo de Juntos por la Vida con respecto a la Educación Sexual Integral (ESI), porque también se concibe que hay muchas cosas importantes dentro de la ley que hay que tratar de estudiarlas y no sólo ponerles el manto de que ‘es malo’. A los chicos hay que prepararlos para la generación que tienen que afrontar, no quedarnos con el fundamentalismo, porque los fundamentalismos hablan de intolerancia y lo que hay que hacer es salir al encuentro del otro para ver qué puede el otro aportar de bueno”, reflexionó.
¿“Divorcio” con la sociedad?
Por último, consultada si percibe que parte de la sociedad perdió el respeto por la religión, a la luz de los últimos acontecimientos, planteó que “lo que pasa es que por ahí muchos piensan que la religión se espera desde un milagro que caiga del cielo y entre por la ventana; que la fe está dentro de una estructura -en este caso una iglesia, un sacerdote, un pastor, un pai-, porque muchas veces queremos delegar en otro; no se dan cuenta de que uno mismo es la religión, que uno es el que debe hacerse cargo de uno mismo, por eso muchas veces nos desilusionamos, porque centramos nuestra fe en una persona y esas personas no dejan de ser seres humanos, de ahí los casos de pedofilia y demás. Es importante que uno haga la promoción de su propia fe, no sólo en los horarios de culto o puertas adentro, sino incorporada a todos los ámbitos de la vida: eso es lo que ayuda a una sociedad más tolerante”.
Perfil

Roxana Barrios es ingeniera y licenciada en Teología. De formación jesuita, su principal antecedente político antes de llegar en 2016 a la Subsecretaría de Cultos fue diez años antes como convencional constituyente en la lista encabezada por el obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña, de quien ella fue “mano derecha” durante un tiempo.
Su tesis para la licenciatura en Teología la llevó a recorrer toda la provincia para saber cuántas iglesias hay en ella y a conectarse con gran cantidad de referentes religiosos a través del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
También participó en la Pastoral Aborigen.
La Subsecretaría de Cultos se había puesto en funcionamiento en 2008 y durante los primeros ocho años estuvo a cargo de Celia Giuliani.
Hoy, bajo la órbita del Ministerio de Gobierno, cuenta con tres direcciones: la de Confesiones Religiosas, la de Culto Católico y la de Relaciones Publicas y Formación.