
El Gobierno de Rusia anunció este martes un acuerdo con Venezuela para reestructurar la deuda del país sudamericano.
“Ya se han alcanzado acuerdos. Ellos pagarán de acuerdo a un nuevo calendario“, aseveró el ministro ruso de Finanzas, Sergei Storchak, en el marco del foro económico Gaidar, que se lleva a cabo en la capital rusa.
El viceministro, de todos modos, aclaró que las autoridades venezolanas no han solicitado ningún crédito adicional, consignó la agencia de noticias DPA.
Storchak, que en octubre visitó Caracas al frente de una delegación de asesores, confirmó en declaraciones a la agencia Sputnik un pacto sobre un “nuevo calendario” de pagos con el que el Venezuela aspira a suavizar la grave crisis que sufre actualmente.
La economía venezolana, dependiente del petróleo, suma años de retroceso, lo cual derivó en un serio perjuicio a los ciudadanos, que enfrentan dificultades para abastecerse de productos básicos, como comida y medicamentos.
A todo esto se suma el gran problema de una inflación de más de un millón por ciento, la más alta del mundo, según datos del Parlamento y el FMI.
El presidente, Nicolás Maduro, ha atribuido todas estas turbulencias a una “guerra económica” orquestada desde el exterior.
No están interesados en el Petro
Más allá de las recomendaciones económicas propuestas por los representantes rusos, estos dejaron claro a las autoridades venezolanas que su país “no estaba listo para aceptar a la moneda digital como divisa válida para operaciones comerciales bilaterales”.
Analistas y críticos al gobierno venezolano indican que la postura de las autoridades rusas hacia la moneda digital se debe al carácter arbitrario y a la opacidad con la que las autoridades administran la criptomoneda, lo cual impacta sobre la credibilidad que esta transmite tanto a ciudadanos como a representantes de otras naciones.
La postura del gobierno ruso coincide con la perspectiva manifestada por otros aliados comerciales del país petrolero, como por ejemplo el caso de China, nación que también manifestó su rechazo a la utilización del Petro para concretar acuerdos comerciales y planes de financiamiento por concepto de las deudas adquiridas.
El año pasado representantes venezolanos hicieron una gira por distintos países para ofrecer la criptomoneda con descuentos sobre su precio original, pero dichos esfuerzos no resultaron exitosos. Uno de los casos más emblemáticos fue la India, cuyas empresas petroleras informaron a medios locales que no estaban interesadas en operar con la moneda digital a pesar de que les ofrecieron un 30% de descuento a la hora de pagar por petróleo si la utilizaban para este tipo de operaciones.
Recomendaciones del gobierno ruso
Entre las recomendaciones presentadas, los representantes de Rusia proponen al gobierno venezolano crear un sistema de subsidios para las personas en situación de pobreza extrema, el cual podría ser financiado por un aumento en el precio de la gasolina. También recomiendan evitar financiar la deuda interna a través de la impresión de dinero inorgánico y diversificar las exportaciones del país.
A su vez recomendó aumentar la producción petrolera e implementar reformas tributarias para captar más impuestos de forma indirecta. Sin embargo, ninguna de las medidas contempló la utilización de la criptomoneda para apoyar en el proceso de recuperación económica del país.
Aunque el gobierno venezolano trata de legitimar el uso del Petro dentro del territorio nacional, la moneda digital es objeto de rechazo por empresas extranjeras que operan en el país. Esto ocurre principalmente con compañías rusas en el sector inmobiliario, cuyos directivos manifestaron que no recibirán ningún tipo de pago en petros como parte de la deuda que el Estado mantiene con ellos.
Deudas acumuladas
De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, el gobierno ruso y la petrolera estatal Rosneft ofrecieron financiamiento por USD $5 millones a la industria petrolera venezolana y proporcionará alrededor de 600.000 toneladas de granos como parte de un acuerdo recientemente establecido.
Medios locales e internacionales estiman que la deuda venezolana con Rusia asciende a más de USD $17 mil millones, mientras que con China se ubica entre USD $50 y 70 mil millones en la actualidad.