Macron, quien tiene previsto lanzar el gran debate con el que pretende convertir en leyes algunas reivindicaciones de los “chalecos amarillos”, aseguró que este fenómeno, iniciado hace más de dos meses y radicalizado en las últimas semanas, “no es un nuevo tipo de movimiento social que haya que esperar a que se agote”.
Al contrario, señaló, “es una oportunidad para que se pueda reaccionar más fuerte y más profundamente”, informó la agencia de noticias EFE.
Macron habló así durante una visita sorpresa al municipio de Gasny, de 3.000 habitantes, a 80 kilómetros al noroeste de París, donde participó en una reunión de su Ayuntamiento poco antes de lanzar el gran debate en la cercana Grand Bourgtheroulde, ante 600 alcaldes.
Señaló también que ese debate debe “transformar la práctica democrática” y se comprometió a negociar las medidas que adopte pese a tener la legitimidad de las urnas.
“No hay que dejar de pedir a la gente su opinión. No creo que eso sea perder tiempo”, dijo el mandatario.
Macron había anunciado su propuesta de iniciar un “gran debate” en todo el país por medio de un medio tan poco tradicional como lo es una carta de su puño y letra dirigida a los franceses.
“Pienso que de este debate puede salir una clarificación de nuestro proyecto nacional y europeo, de nuevas maneras de mirar hacia el futuro, nuevas ideas”, escribió el presidente francés en su carta.
De ese diálogo nacional, que se prolongará durante dos meses, deberá surgir un “nuevo contrato para la nación” tanto a nivel doméstico como europeo, sostuvo el presidente quien aseguró también que “no habrá preguntas prohibidas”, aunque a la par advierte de que hay ciertos límites que no está dispuesto a traspasar.
Más allá de asegurar que serán “analizadas y enviadas al presidente”, el Gobierno no ha precisado tampoco cómo se procesarán las propuestas, aspectos estos por los que la iniciativa inédita ya empezó a recibir críticas antes de su puesta en marcha y de cuyo resultado dudan muchos, lleven chaleco amarillo o no.
El objetivo de Macron es “transformar la cólera en soluciones”. Los pasos dados hasta ahora -desde la suspensión de la tasa a los combustibles que desató las protestas a mediados de diciembre a unas medidas para mejorar el poder adquisitivo por unos 10.000 millones de euros- no sirvieron para apaciguar los ánimos.
El mandatario plantea para el debate nacional una treintena de preguntas agrupadas en cuatro grandes ejes: fiscalidad y gasto público; organización del Estado y los servicios públicos; transición ecológica y, finalmente, la cuestión de la “democracia y la ciudadanía”.
También abre la puerta al debate sobre un referéndum de iniciativa ciudadana, uno de los grandes reclamos de los chalecos amarillos.
Fuente: Agencia de Noticias Télam