Hacía tres años que habían comenzado a convivir juntos, pero la relación estuvo signada por la violencia. Hubo dos hijos de por medio, idas y vueltas pero lo ocurrido en la víspera dañó crudamente la de por sí dificultosa vida en pareja. La mujer y su bebé de tres meses debieron ser asistidos en el hospital, mientras que el exconcubino terminó preso tras ser acorralado por la Policía.
El miércoles por la noche un llamado telefónico alertó a la Comisaría de la Mujer de esta localidad que en el nosocomio se encontraban una mujer de 38 años y su pequeño hijo, quienes estaban siendo asistidos por heridas ocasionadas con un elemento contundente. El sospechoso de la agresión era el mismo padre de la criatura.
Una comisión policial dialogó con la víctima y posteriormente la trasladaron a la comisaría, donde detalló en una denuncia lo que había sucedido.
Manifestó que tenía 38 años y que su casa estaba ubicada en el barrio Quintas Bajas. Dijo que cerca de las cuatro de la tarde había tenido una fuerte conversación con su pareja, quien tiene 57 años de edad. Detalló que una diferencia entre ambos hizo que se desatara una acalorada discusión que no paró de escalar en violencia. Mientras la mujer sostenía a su bebé en brazos, el hombre la golpeó con un hierro, situación en la que el pequeño también resultó lastimado.
Esto fue percibido por el hermano de la mujer, quien desde lejos escuchó los gritos y vio cómo su cuñado empuñaba el elemento contundente. Corrió hacia la casa para defender a su hermana y a su sobrino. A tiempo, alcanzó a detener la agresión a los empujones.
El hombre se alejó de la casa vociferando que iba volver y los iba a matar a todos a escopetazos. No era la primera vez que pasaba algo similar. Ella ya lo había denunciado porque la golpeaba, pero hacía dos meses que habían hecho las paces para volver a estar juntos.
Lo dicho por el hombre no eran simples amenazas para atemorizar a la víctima y su familia y esto lo pudo comprobar la Policía. No pasaron más que escasos minutos para que tras la denuncia, patrullas de la Comisaría de la Mujer y de la seccional local iniciaran un rastrillaje en busca del violento.
Los efectivos llegaron al Paraje Soberanía y descubrieron al sospechoso empuñando una escopeta. Al verlos, el sujeto comenzó a amenazarlos de muerte advirtiéndoles que no se acercaran. Sin lograr su cometido, redobló la apuesta. Comenzó a efectuar disparos hacia la zona desde donde se acercaban los uniformados, sin que llegara a lesionar a ninguno.
Rodeándolo, la fuerza policial ganó metros, terminó reduciéndolo y quitándole el arma de fuego. Tenía además en su poder un cuchillo y en el lugar también fue hallado un trozo de hierro, elemento que habría sido utilizado para agredir a su pareja y su propio hijo.
Fue trasladado a la comisaría, donde quedó detenido a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, a cargo del magistrado Martín Brites.
Se le inició una causa por “amenazas, lesiones leves, resistencia a la autoridad, tentativa de homicidio y tenencia ilegal de arma de fuego”. En tanto, las víctimas se reponían del ataque.