De los poco más de 1.200 aspirantes al ingreso a la Escuela de Policía de Misiones, 300 quedaron excluidos durante las últimas horas por no cumplir con los parámetros del perfil psicológico que pide la fuerza de seguridad.
El resultado, tras el primer examen interdisciplinario realizado por el Instituto Superior de Formación Técnica Profesional (ISFOTEP), incluye a inscriptos con irregularidades en los datos filiatorios presentados a través de planillas en las que, al chequearse con el primer examen, dejaron al descubierto ejemplos en los que no cumplían con la edad requerida (17 a 23 años). Pero también aquellos casos que no aprobaron, en la primera entrevista psicológica, las pautas básicas para intentar portar un uniforme policial.
En otros casos se los apartó del curso de ingreso por cuestiones físicas y de salud.
Si bien en este primer estadio del examen los estudios médicos no son profundos, sí analizan las cuestiones de talla y peso. En algunos aspirantes se registró obesidad mórbida y en otros no alcanzaban la altura preestablecida de 1,60 metros para mujeres (bajo cinco centímetros frente al último ingreso) y 1,70 para hombres.
En los exámenes interdisciplinarios participan médicos, profesionales de la salud mental, nutricionistas, profesores de educación física e instructores de policías.
Cabe señalar que esta no es la primera evaluación realizada. Los 1.200 jóvenes fueron el resultado del primer tamiz hecho a las fichas digitales u “on line”.
Las fallas que se detectaron en el examen interdisciplinario incluyeron datos erróneos entre los consignados y los que figuraban en los DNI respectivos. Algunos fueron desaprobados tras comprobarse que son padres o madres de varios niños; y otros por mentir el estado civil, por ejemplo: se anotaron como solteros y están casados.
Lo que se resaltó como dato de las entrevistas psicológicas fueron síntomas o rasgos de conductas agresivas, impulsivas, que no constituyen una patología o enfermedad mental, pero no encuadran con las exigencias de la fuerza en dirección al perfil que establece.
En este aspecto también se registraron casos de aspirantes con capacidad intelectual débil. Y algunos con perfil o expectativa para otro tipo de servicio o fuerza de seguridad.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, comunicaron que los 900 jóvenes volverán atravesar una prueba más rigurosa, un segundo examen interdisciplinario donde las exigencias de salud son más complejas y corresponden a estudios clínicos, entrevistas psicológicas más detalladas y evaluación de rendimiento físico mayor.
Se estima, que de esta cantidad de aspirantes, poco más de la mitad no alcance a cumplir con la totalidad de los requisitos, teniendo como parámetro el ingreso 2018 donde fue de medio millar el número de ingresantes.