Como efecto inmediato de la crisis, cada vez son mayores las complicaciones que atraviesan los consumidores y usuarios para mantenerse al día con las cuentas, principalmente sobre las facturaciones de los servicios que se elevan en sus importes y por la adquisición de productos con pago en cuotas mediante el uso de las tarjetas bancarias.
En el último año, las reiteradas subas del precio de los servicios básicos, principalmente luz y agua, golpearon con dureza al poder adquisitivo de los asalariados, teniendo en cuenta que los sueldos no ascendieron en la misma medida. Esta complicación se sumó a los efectos de la inflación que encarecieron las mercaderías indispensables en el gasto diario de los hogares.
En Misiones, al igual que en todo el país, cada vez son más las personas que entran en el nivel de morosidad al no poder pagar de forma correspondiente los importes de las tarjetas de crédito por las compras realizadas, adquisición de los préstamos y las boletas de servicios.
A nivel nacional, con el cierre del 2018, el retraso en el pago de las tarjetas y préstamos aumentó a su mayor nivel en ocho años. Así miles de familias que se endeudaron para comprar no lograron cumplir con las cuotas, cayendo una gran cantidad en el refinanciamiento que en ocasiones llega a triplicar el valor original del producto.
Créditos en rojo
En relación a esto, el titular de la Cámara de Comercio de Posadas, Carlos María Beigbeder, indicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que “alrededor del 30% de las personas que poseen tarjetas de crédito está demorado en el pago. Muchos están pagando el mínimo porque no tienen más dinero. Esta cifra viene en aumento comparada con meses anteriores, porque a medida que va pasando el tiempo cada vez son más los consumidores que se encuentran con la imposibilidad de pagar las cuentas. No hay sueldo que alcance”.
Al mismo tiempo señaló: “Hay un montón de situaciones que se dan en estos momentos de crisis, hay clientes que pagan el mínimo porque no pueden abonar más que eso, otros que se van atrasando cada vez más, y muchos también ya tienen iniciadas acciones judiciales por las deudas”.
“La luz, el agua y el alquiler están carísimos, mientras que los sueldos no se estiran en la misma medida que los servicios se incrementan, ni hablar de ir al supermercado y hacer las compras. Todo esto es una muestra más de la complicada situación que vivimos socialmente”, aseguró.
Por su parte, el también empresario, Carlos D’Orazi, reconoció tener “mucha preocupación porque la gente así como entra al negocio se va porque sus límites ya están tomados. De cada diez tarjetas de crédito se puede decir que siete tienen problemas”.
Asimismo, desde la Cámara de Comercio de Montecarlo, el presidente Ramón Agustín Da Silva comentó: “Hablando con los vecinos y los comerciantes sabemos que cada vez son más los clientes que al momento de querer comprar se encuentran con que no tienen más margen, no pueden gastar más porque tienen las cuentas cortadas. Esta complicada situación está creciendo porque la gente cada vez se endeuda más por la pérdida del poder adquisitivo. Una gran cantidad de personas tiene varias tarjetas porque no hay dinero efectivo en la calle y se va endeudando cada vez más. Es difícil salir de esa situación por la crisis que vivimos actualmente”.
Sin embargo dentro del contexto nacional, el Banco Central informó que el uso de la tarjeta cayó 12% y los préstamos personales 18%, como consecuencia de la fuerte suba de tasas. De esta forma las familias prefieren no endeudarse más ante la urgencia de los compromisos ya asumidos y cae el consumo en todos los rubros comerciales.
Según reflejó el Banco Central en su último informe monetario mensual, se derrumbó la evolución del crédito al sector privado y las líneas más afectadas fueron las relacionadas con el consumo de las familias. La financiación de compras con tarjetas de crédito cayó en 2018 un 12,7% en términos reales, es decir descontando la inflación acumulada, mientras que los préstamos personales cayeron hasta un 18%.
Además, el Central resaltó que “esto ocurre en un contexto de caída de las ventas en centros de compra que, de acuerdo al último dato disponible, en octubre presentaron una disminución interanual del 18,7%”. Así se determina que la disminución en el uso de crédito por parte de las familias impactó de manera directa y con dureza en la evolución del consumo minorista. Según las estadísticas que maneja Prisma, licenciataria de Visa y Banelco, “las ventas en cuotas se derrumban. En noviembre de 4 a 6 pagos cayeron un 36% interanual, de 7 a 12 cuotas la merma fue del 44% y de 13 a 24 cuotas la caída fue del 82%, mientras que los pagos en 24 cuotas cayeron un 55%”. En promedio general las ventas disminuyeron un 14%.
Además señalaron que el peor problema es el pago mínimo de la tarjeta ya que los bancos aplican un costo financiero total de entre el 110% y el 130%. Ante el crecimiento de morosos por falta de pagos, los bancos aumentaron los montos mínimos de las tarjetas para forzar a un pago más elevado y achicar el margen de deuda.
Estrategias para atenuar el endeudamiento
En relación a los servicios, en la provincia las distribuidoras de luz y agua utilizan diferentes herramientas para atenuar la caída de una gran cantidad de usuarios en los retrasos y la falta de pagos.
Al respecto, el presidente de la Federación de Cooperativas Eléctricas de Misiones (FECEM), Ángel Kuzuka, comentó a PRIMERA EDICIÓN: “Sabemos que las facturas son altas, que cada vez le cuesta más al usuario pagar. Existe un leve crecimiento sobre la cantidad de morosos porque se hizo más difícil abonar las cuentas. En general, tenemos que valorar que son muchas las personas que hacen un gran esfuerzo para seguir pagando al día”.
Para ejemplificar, Kuzuka señaló que “la cooperativa eléctrica de Dos de Mayo brinda una facilidad de pago ya que el asociado si no puede pagar una boleta tiene otro mes de plazo para poder hacerlo”.
“Es importante resaltar el uso de diferentes estrategias para evitar que crezca demasiado la morosidad. Esto es porque en el caso de los servicios la morosidad acumulada obliga a los cortes. Además si tenemos mucha morosidad los ingresos no nos alcanzan para hacer frente a las obligaciones que tenemos con la empresa distribuidora provincial, estamos en un círculo que gira y donde los aumentos de precios afectan de la misma manera”, amplió.
En la misma línea, destacando la importancia de las estrategias para brindar a los usuarios facilidades de pago, el gerente de SAMSA, Luis Meyer resaltó que “tenemos un corto nivel de morosidad porque hay varias situaciones que se han ido desarrollando con el tiempo justamente para lograr esto. Así, los usuarios carenciados, que aseguran no poder pagar el servicio, presentan unos certificados correspondientes al EPRAC, que es el ente regulador del servicio, y se hace una visita social para que se demuestre la imposibilidad de pagar y si se demuestra el ente regulador otorga un subsidio, con lo cual se puede destinar una cantidad determinada de agua potable para cubrir esa necesidad. Con esto las personas que no pueden pagar el servicio no son consideradas morosas porque se activan los mecanismos para que no tengan la obligación de pagar, y eso se subsidia una parte por la empresa y otra parte con aportes del Gobierno de la provincia”.
Por otra parte, sobre “los asentamientos precarios que van rotando en la ciudad, conformados por familias que se asientan en un terreno y no pueden tener regularizada la situación, tampoco son considerados morosos porque no alcanzan el nivel de usuario”, informó Meyer y añadió que “lo que se hace en esos asentamientos es instalar canillas públicas para que tengan acceso al agua potable pagada por la Provincia”.
Mientras que puntualmente para los clientes que sí son considerados usuarios y se ubican entre los deudores, “la empresa ofrece distintas alternativas, como el plan de pago en muchas cuotas”, aseguró el gerente. Consultado sobre si aumentó la cantidad de usuarios que solicitan pagar la boleta en cuotas contestó que “puede darse ahora pero por una cuestión estacional, ya que en estos meses se incrementa el consumo”.
“Hay que tener en cuenta que el servicio de agua potable y cloaca es el más barato de todos los servicios públicos. El servicio no es muy oneroso en la economía familiar para volverse impagable” remarcó.
Rechazo a los tarifazos de luz y agua
Contrario a lo señalado desde la administración del servicio de agua potable y cloacas, hace unos días una gran cantidad de personas se manifestó frente a la sede central de SAMSA y EMSA por los reiterados cortes de suministro que afectan a diversos barrios y el valor de las tarifas. Diversos manifestantes comentaron que se encuentran en una “difícil posición” porque no pueden pagar los montos de las boletas.
“Tanto con el agua como con la luz somos muchísimos los que todavía estamos pagando elevadas boletas del año pasado que tuvimos que desdoblarlas en varias cuotas. Hasta de esa manera se hace imposible pagar porque la deuda se va acumulando”, expresó Nadia Silva, ama de casa del barrio Ñu Porá, durante la movilización de usuarios.
Impacto negativo en automóviles y motocicletas por suba de las tasas
Ramón Alcaraz, propietario de Alcaraz Automotores, manifestó a PRIMERA EDICIÓN, según los datos del 2018, que “en la provincia (al igual que a nivel nacional) la morosidad o el atraso de los pagos de las cuotas rondó el 25%, es una cifra que se manejó en todas las marcas y además su tendencia fue en aumento. Cada vez son más las personas que se encuentran en estado de mora por las dificultades que atraviesan”.
Al mismo tiempo reconoció que la caída de los suscriptores estuvo en el orden del 40% al 50%, “mientras que es muy distinta la situación para las personas que ya recibieron el auto porque tienen que hacer un esfuerzo mayor”.
En tanto que el propietario de Full Motos, Nicolás Trevisán indicó que “la cantidad de ventas es mucho menor debido a que las tasas de interés están muy altas, y el hecho de que los sueldos no se actualizaron de la misma manera que se elevaron los precios dificulta mucho las posibilidades del cliente para acceder a un crédito y comprar una moto”.
“Cayó un 55% la cantidad de venta en la provincia”, resaltó, sin embargo el empresario valoró “la ventaja de tener el programa Ahora Misiones, que nos permite contar con una buena herramienta para las tarjetas de crédito de los bancos adheridos”.
Cabe recordar que en Misiones, la Dirección General de Rentas (DGR) publicó en el Boletín Oficial la Resolución por la cual se estableció una nueva tabla de valores para el cálculo del Impuesto Provincial al Automotor (IPA), con un aumento del 35% para el patentamiento de automóviles y una suba de hasta el 82% para motos.
De esta manera un vehículo tipo 1, clase A (hasta 800 kilogramos), que en 2018 abonaba un IPA de $221,68, este año pasará a pagar $299,27 (35% más). Asimismo, la clase B (801 a 1.150 kilogramos) tendrá una alícuota de $457,7, cuando anteriormente costaba $339,4. Y la clase C (de 1.151 a 1.300 kilogramos) subió de $475,94 a $642,52.
En tanto que para las motocicletas, una de las opciones más requeridas por los posibles compradores para independizarse del uso del encarecido Sistema Integrado de Transporte, el crecimiento del IPA trepó hasta el 82% para este 2019.
Así, las motos de hasta 150 cilindradas del año 2019 pagarán un IPA de $755,55, las de 151 a 350 cilindradas abonarán $1.335,88, las de 351 a 500 cilindradas $8.193,97, las de 501 a 750 cilindradas $15.874,64 y las de más de 750 cilindradas tendrán que pagar unos $25.597,8. Hay que tener en cuenta que el año pasado, un modelo nuevo hasta las 150 cilindradas abonaba $414,57 y las de más de 750 cilindradas unos $14.045,4.