
Según Ramos, ella compró el terreno del merendero a una señora por la suma de 20 mil pesos debido al fin social que tendría el lugar. El 20 de diciembre pasado, Ramos se enteró de que cuatro familias paraguayas habían ingresado al lugar por lo que decidió realizar una denuncia en Puerto Iguazú y ahora pide que se vayan para que los chicos recuperen el lugar al que, por estos días, deben meterse a la fuerza.
Ramos aseguró a PRIMERA EDICIÓN que varias veces se acercó a la Municipalidad local a pedir el permiso de ocupación pero se lo negaron y “ahora me lo quieren dar pero a nombre de la intendencia y no lo voy a permitir porque yo compré ese terreno”.