“Esta norma, so pretexto de reglamentar la ley 24.007 de voto en el exterior, es claramente inconstitucional, al habilitar un mecanismo no contemplado en la ley que crea el Registro de Electores residentes en el extranjero”, manifestaron los diplomáticos Juan Carlos Olima, José Gutiérrez Maxwell, Federico Mirré, Victorio Taccetti y Hernán Patiño Mayer.
A través de una declaración conjunta, los ex embajadores señalaron: “Se prepara un procedimiento incontrolable para aplicar a la masa de votantes, más de 300 mil argentinos, registrados en las representaciones consulares de la República”.
Así, criticaron la norma firmada por el presidente Mauricio Macri que dispone que “los argentinos residentes en el exterior podrán manifestar su voluntad de emitir el sufragio por correo postal”.
Los ex diplomáticos recordaron “las dudas nunca resueltas originadas por este mecanismo, en la primera elección del presidente George W. Bush en Estados Unidos” en el año 2000.
“Exhortamos a los legisladores de convicción democrática a rechazar la medida y denunciar la maniobra que se intenta“, subrayaron.
El decreto publicado el 14 de enero estipuló que “el elector deberá ejercer su derecho al voto marcando la agrupación política de su preferencia e introducir la boleta oficial en el sobre de resguardo del voto, cerrándolo de forma que asegure su secreto”.
“Ese sobre deberá introducirlo en el sobre de devolución que tendrá impreso el domicilio de la representación diplomática o consular a la que irá dirigido, junto a la declaración jurada de identidad suscripta”, señaló la norma.
Luego se debe enviar, “en un breve plazo“, ese sobre por correo postal a la representación correspondiente, “teniendo en cuenta que deberá ser recibido por ésas, a más tardar el miércoles anterior a la jornada electoral a llevarse a cabo en Argentina“.
En diálogo con el diario Página 12, Taccetti consideró que “permitir el voto por correo significa que hay más de 300 mil votos que van a quedar en el aire“.
“Es un mecanismo para hacer fraude, totalmente inconstitucional, porque establece por decreto un procedimiento que no existe en el marco de la ley“, aseguró el ex representante diplomático.
Al mismo tiempo, explicó que “el organismo sólo puede fiscalizar los votos presenciales en el consulado” y que el máximo problema es que “no hay forma de corroborar que quien manda el sobre es quien dice ser porque no hay garantías sobre la identidad”.
“Si el control no lo tiene nadie, hay alguien que puede controlar el sistema“, advirtió Taccetti.
Fuente: NA