Antes de entrar en la tesis de esta columna prepárese para leer más de lo mismo. Disponga su mente en modo campaña y haga de cuenta que estamos en la cuenta regresiva para las elecciones. Y, por sobre todas las cosas, quite de sus recuerdos esa hermosas metas que nos hablaban de una inflación al 10 y hasta el 15%. Y todo porque ese flagelo que es “la demostración de tu incapacidad para gobernar” (Macri dixit), está muy lejos de ser lo que nos vienen prometiendo desde hace tres años y pico.
Casi como pidiendo más tiempo para resolver la crisis que encontró y que profundizó a golpes de errores no forzados, el Gobierno admitió ayer que llevará muchos meses resolver la suba de precios.
Los vicepresidentes del Banco central, Gustavo Cañonero y Verónica Rappoport presentaron en las últimas horas un nuevo informe de política monetaria (IPOM) del presente mes.
“Los resultados han sido satisfactorios: la inflación se desaceleró, los engranajes del sistema monetario empiezan a mostrar su rol y la demanda de dinero se está recuperando”, arrancó diciendo el funcionario quizás olvidando que la inflación del año que cerró hace apenas unas semanas fue de 47,6%, la más alta desde 1991.
Acto seguido y como si el párrafo anterior jamás fue pronunciado, Cañonero reconoció que bajar la inflación “demandará mucho tiempo, paciencia, disciplina y perseverancia”. “Los números anualizados muestran el gran problema argentino, lo que hemos hecho no cambia casi nada todavía, no hay magia, esto sólo se resuelve en el tiempo con disciplina. La inestabilidad de la inflación es mayor que la que teníamos antes”.
Tuvieron más de tres años para resolver ese flagelo y lejos estuvieron de hacerlo. De hecho profundizaron la crisis y empujaron a una gran cantidad de argentinos a la pobreza y la indigencia sin resolución en el futuro breve.
Pero ya nos piden más años de confianza porque esto no se resuelve “con magia”.
La campaña arrancó antes de tiempo y en plena crisis. La bicicleta discursiva de Cambiemos vuelve a activarse. Prepárese para leer más de lo mismo. Disponga su mente y haga de cuenta que estamos en la cuenta regresiva para las elecciones.