Epífita, robusta, de gruesos y largos pseudobulbos. Con sus dos posibles tipos de flores, las masculinas y las flores femeninas, diferentes entre sí, tanto en la forma como el color, la orquídea Catasetum fimbriatum enamoró a Alindo Berger hace ya cincuenta años y desde entonces no dejó un solo día su jardín, convertido en uno de los orquidearios más conocidos de esta ciudad.
“Fue la primera orquídea que conocí, allá por septiembre de 1969, y me apasionó este mundo, con más de 25 mil especies en el mundo”, confesó el viverista, dueño de varios premios de la Fiesta Nacional de la Orquídea, señalando a diestra y siniestra Phalaenopsis, Dendrobium, Cymbidium, Cattleya, Oncidium, Brassia, Zygopetalum, Epidendrum, Cirtopodium puntantum, Maxilaria fixta, Endromiun, bromelias, vertilancia, santurio, miltonia, tilancia, dendrobium aregatum, los tipos de plantas con que cuenta, porque “el mundo de las orquídeas es maravillosamente amplio”.
Y no es para menos, de las más de 30 mil variedades naturales que se reparten a lo largo y ancho del Planeta en los climas más dispares, epífitas (las de los árboles) y de tierra, Berger tiene alrededor de 300.
“Trabajo plantas más bien cultivadas de forma ‘caseritas’, lo más natural posible, porque las plantas son seres vivos, tienen sentimientos igual que nosotros, si uno va al médico y le dice tiene que tomar una aspirina y toma cinco, los efectos secundarios son totalmente distintos, entonces cuidamos mucho eso, el respeto a la naturaleza, fuimos criados así, que en paz descansen mi papá, mi abuela, nos enseñaron a tener mucho cuidado, mucho cariño, una atención especial, siempre considerando que las plantas tienen células vegetales y debemos respetarlas, entonces están felices”, describió.
Y apuntó que “se hizo un estudio en México en el que, a través de sensores se descubrió que las plantas cuando están bien emiten un sonido y cuando están tristes o mal, otro, las plantas son nuestro hobby, una pasión y no deben sentirse en una prisión”.
Una pasión que se lleva en la sangre
“Mi abuela, mi mamá, cultivaron plantas, orquídeas, mi papá, cuando hacía un desmonte en la chacra, antes de la quemazón enviaba a sacar cada plantita de orquídea, no existía el no queremos, era un deber moral, después nos decía plantá allá o acá”, recordó e inevitablemente su memoria trajo al presente “cuando tenía siete u ocho años vi orquídeas sobre un árbol, un loro negro, y le pregunté a mi mamá se las podía vender. La plantamos y las pusimos en la maleta con mi hermano más chico, previa revisión de mi madre de que estén bien enraizada y correctamente plantadas; era sábado de tarde, los caminos eran de tierra y fuimos bien ‘facheritos’ los dos gringuitos, a La Posta, el restaurante que ahora se volvió a llamar así. El encargado de compras no estaba, entonces allí tomamos la primera CocaCola de nuestras vidas, debíamos esperar y corajudos pedimos fiado; cuando llegó nos compró todas las plantas, eran un montón de billetes rojos, a partir de entonces, de cuarto grado, no pedí más plata a mi papá, me la gané, hasta me compré todos los útiles de la escuela”.
Berger además organizó un interesante parque temático, en el que no falta una bella cascada, a través del cual explica las variedades de orquídeas nativas con sus nombres científicos, cómo viven, el tipo de flor que tienen y sus cuidados en castellano, inglés y, por supuesto, alemán. Aquí también llaman la atención antiguas herramientas de trabajo, como la cosechadora de té que en alguna época ocupara su tío Augusto, un trapiche.
“Las orquídeas, las plantas, son pasión, con ellas hay una conexión, algo que no se puede explicar, además del compartir para la posteridad”, remarcó Alindo, para quien la satisfacción, más que en verlas florecer, está en ser parte de su crecimiento.
Mucho por descubrir
Las orquídeas son una de las plantas que más enamoran y con más presencia en muchos hogares, descubrir los tipos que existen abre un auténtico horizonte de formas de flores, colores y peculiaridades.
La Phalaenopsis es, sin duda, la reina en popularidad, sus flores en forma de mariposa (que pueden ser de un solo color o combinar distintas tonalidades, y nacen de las varas florales) y sus hojas carnosas (de un color verde intenso) la ubican en el trono. Alindo Berger es capaz de contar en detalle las particularidades de una amplia variedad de orquídeas.