A fines de febrero o principio de marzo el gobernador Hugo Passalacqua publicará el decreto de convocatoria a elecciones en Misiones para elegir a su sucesor, 20 diputados provinciales, 76 intendentes y concejales municipales. La convocatoria debe ser con un plazo mínimo de 90 días de anticipación, por lo tanto, se calcula que para fines de mayo o principios de junio se cumplirá ese término.
De acuerdo a numerosos funcionarios consultados, del Gobierno provincial y también de la oposición, hay varias opciones pero la fecha que suena con más fuerza es el domingo 2 de junio. Aunque no se descarta que pueda ser más adelante en junio o, inclusive, en julio.
“La decisión será exclusiva de Passalacqua”, aseguraron fuentes del Gobierno. En el micro clima de la política todos los comentarios dan vuelta en torno al 2 de junio, pero no está nada asegurado.
Hasta un importante dirigente de Cambiemos confirmó que desde la Renovación le sugirieron esa fecha y que ya transmitió la información a toda la “tropa” de dirigentes del PRO y del radicalismo para que se pongan a trabajar, planificando todo en torno a ese día. Si luego se confirma para más adelante, la idea es encontrarse preparados desde el primer domingo de junio.
Desde el punto de vista estratégico muchos creen que es más conveniente para el oficialismo convocar a las urnas durante los primeros días del mes, teniendo en cuenta el calendario que ya fijaron otras jurisdicciones que conforman Alternativa Federal.
De esta manera, Misiones se sumará al lote de provincias que ha decidido desdoblar sus comicios para que los ciudadanos elijan, sin la influencia de las elecciones nacionales, que estarán marcadas por la grieta política entre el macrismo y el kirchnerismo, en el bombardeo mediático de los canales porteños de televisión.
Desde el Gobierno misionero, un alto funcionario que suele estar en todos los manejos políticos de la Rosadita, aclaró que “no se trata de un adelantamiento porque nosotros no tenemos la obligación de convocar en la misma fecha que la Nación”.
“La provincia tiene la facultad de convocar a sus comicios cuando el gobernador lo disponga, él tiene esa facultad constitucional y si decide hacerlo en una fecha diferente a la nacional, no es un adelantamiento, es la fecha que se decide por ser lo más conveniente para los misioneros”, expresó el renovador que prefirió hablar en off the récord, para no interferir en temas que son facultad exclusiva de Passalacqua.
Los candidatos
Si bien el oficialismo todavía no dio a conocer oficialmente cuál será su fórmula, es un hecho “confirmado” desde hace un tiempo que el vicegobernador Oscar Herrera será el candidato a gobernador para suceder a Hugo Passalacqua. De hecho, la confirmación fue tácita desde el momento que el oficialismo anunció un esquema de cuatro por cuatro, con gobernadores de un solo período “para esforzarse al máximo en temas de gestión”, sin pensar en la política o en la reelección. La incógnita pasa por saber quién acompañará como vice, que todavía no está confirmado pero hay una danza de nombres en pugna.
Por el lado de Cambiemos, que se presenta como el principal rival, tampoco está confirmada la fórmula pero se baraja que los dos dirigentes con mayores posibilidades de integrarla son el senador nacional Humberto Schiavoni, presidente del PRO a nivel nacional, y el diputado nacional radical Luis Pastori. Hay intenciones de un sector radical de colocar a Ariel Pianessi como candidato a vice y otras versiones hablan de que podría ser Alfredo Schiavoni, ante la posibilidad de que Humberto decida priorizar su tarea como senador sin bajar a la arena electoral, pero por el momento son solo hipótesis.
En Cambiemos hay resistencia a la posible candidatura de Pedro Puerta (hijo del actual embajador argentino en España) como primer diputado provincial en la alianza UCR-PRO.
La otra opción que se presenta con seguridad es el Partido Agrario y Social, consolidado como la tercera fuerza política en las elecciones de los últimos años. Liderado por Héctor “Cacho” Bárbaro, este espacio tiene casi todo confirmado para llevar al abogado y actual diputado, Pablo Isaac Lenguaza como candidato a gobernador. El legislador Martín Sereno buscaría la reelección como cabeza de lista y Bárbaro una diputación nacional.
La cuarta opción casi confirmada es la del espacio Unidad Ciudadana, que aglutinará a los partidos y agrupaciones más vinculadas con el kirchnerismo y que tiene como principal referente a la diputada nacional Cristina Brítez (FpV), quien buscaría su reelección en octubre. Todavía no tienen candidato a gobernador confirmado pero hay conversaciones con otros espacios anti-macristas.
En Posadas La renovación tendría tres candidatos a intendente que buscarán la disputa con la oposición: uno es el actual Joaquín Losada, el presidente de Vialidad, Leonardo “Lalo” Stelatto y el ministro de Turismo José María Arrúa. Se menciona como “posibles” también al presidente del IPS, Carlos Arce; al dirigente de Podemos, Facundo Sartori (exCambiemos), entre otros.
Cambiemos pondría candidatos de años anteriores, encabezando la lista Martín Arjól (frustrado presidente de la UCR por la judicialización de las elecciones y concejal), acompañado por sus pares de bancada en el Concejo Pablo Velázquez, Diego Barrios y, posiblemente, el diputado Ariel Pianessi, si es que no se presenta para algún cargo provincial.
En el PAyS se confirmó la candidatura a la intendencia de la periodista Mónica Santos, que en 2015 fue el sublema más votado de ese partido. Sería la única candidata en la capital, salvo que se materialice algún acuerdo político con otra fuerza en el futuro.
El costo de desdoblar
Desdoblar las elecciones puede ser una maravillosa estrategia política que le otorga ventajas al oficialismo respecto de su oposición, pero no será nada barato para las provincias. Si todas las provincias desdoblaran sus elecciones, junto a las generales, se gastarían al menos $7.540 millones extras.
En el caso de Misiones, de acuerdo datos comparativos de gastos de las legislativas de 2017, una convocatoria anticipada a elecciones como posiblemente sucederá, le costará al Estado provincial unos $200 millones. La estimación presupuestaria surge del cálculo de los 5.200 millones de pesos ejecutados para las legislativas del 2017, más la inflación desde entonces que es aproximadamente un 45%. Esta cifra, dividido el porcentaje total del país del padrón en cada distrito. La fórmula arroja resultados bastante precisos para cada distrito.
En Buenos Aires, María Eugenia Vidal debería destinar 2.789 millones de pesos para poder desdoblar las elecciones locales. Es el 0,3% del presupuesto de 2019. Es mucho o poco, dependiendo la vara con la que se mida.
Los gastos que se deben atender son comprar las urnas, los sobres, costear la logística para transportar los votos, la fiscalización, el conteo y, entre otras cosas, la impresión de las boletas.
Con el 8,6% del padrón nacional, Córdoba, cuyas primarias serán el 24 de febrero, según fijó Juan Schiaretti, deberá abonar 648 millones de besos. En tercer lugar en costo por cantidad de electores es un distrito con historia en desdoblar: el socialismo en Santa Fe gastará al menos 618 millones de pesos.
Si bien Horacio Rodríguez Larreta está enviando todas las señales de romper la tradición de comicios separados en la Ciudad Autónoma, si cambia de idea el jefe de gobierno porteño deberá desembolsar $619 millones.
En Mendoza se especula que el radical Alfredo Cornejo podría llamar a elecciones propias en junio. Con el 4,3% del padrón le costará 324 millones de pesos aproximadamente.