“La isla Pindo-í era un hermoso lugar donde uno podía disfrutar de un entorno natural único y a la vez realizar múltiples actividades en medio del río Paraná, como pescar, compartir un día de camping, con familiares o amigos e inclusive acampar por más de una jornada”.
Este es el relato de un poblador de Corpus que recuerda con añoranza, parte del pasado de gloria que tuvo la isla Pindo-í. Pero no es cualquier vecino, es el propio intendente de la ciudad, Orlando Rostan, que evoca un tiempo, que al parecer no volverá.
Para los que no conocen o nunca escucharon hablar de la isla Pindo-í (cuyo nombre hace referencia a la palmera Pindó, muy abundante en el lugar), la misma se encuentra en la localidad de Corpus, a poco más de 70 kilómetros de la capital provincial, en medio del río Paraná.
Tuvo su época de esplendor y los vecinos más antiguos de la primera capital del territorio de Misiones así lo ratifican, evocan y rememoran hoy con un dejo de tristeza…
Allá y hace tiempo
Los mismos cuentan, que en la década 50 la isla comenzó a ser habitada por paraguayos. Esto alertó a las autoridades argentinas y se colocó un destacamento policial, custodiado por José Martínez.
Mientras que en el año 1958 comienza a construirse el “Capitán Dorado”, restaurante y punto de encuentro icónico en la isla durante décadas.
Dicho espacio de tierra sobre el caudaloso Paraná comenzaría a disfrutar de sus “años dorados”; y los pobladores de Corpus a ser partícipes del mismo, al igual que los visitantes venidos de distintos puntos de Misiones, el litoral argentino y hasta distintas partes del Brasil y Paraguay.
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En la isla se podía disfrutar de la pesca, abundante y muy preciada, acampar o simplemente compartir una jornada al aire libre, en un lugar que supo hasta tener luz eléctrica, cabañas de descanso y un restaurante con servicios varios y que atendía todo el año.
Pero de repente y tras la culminación de la obras de la represa hidroeléctrica de Yacyretá y el mentado proyecto de Corpus para una futura represa en dicha zona, la isla Pindo-í pasó al olvido y el abandono.
Del esplendor al ocaso
El alcalde Rostan contó más detalles al respecto de este singular espacio de tierra sobre el río Paraná “La isla Pindo-í nunca fue patrimonio de la Municipalidad de Corpus. Sin embargo, durante décadas estuvo al cuidado y disfrute de nuestra comunidad. Como así también de todos los visitantes que supieron conocerla y enamorarse de ella”.
A lo que agregó “tuvo varias décadas de esplendor. Transformándose en un lugar muy reconocido, dándole vida y también dando a conocer a Corpus, en otros puntos de la provincia, el país y el exterior. Eran famosos sus concursos de pesca, donde se podía conseguir: dorado, surubí, pirá-pará, entre otras especies o sus estadías de acampe y en los últimos tiempos hasta sus cabañas con todos los servicios, incluido aire acondicionado”.
Pero tras la emoción inicial en el relato, el intendente cambió el tono de voz y reconoció “actualmente está en estado de abandono. Varias veces solicitamos a la Entidad Binacional Yacyretá para realizar el tratamiento costero en la isla y así recuperarla. Ya que con la suba de la cota, la isla sufrió una dura erosión que afectó hasta los cimientos mismos de su restaurante y hoy luce desconocida”.
Por último Rostan adelantó que “Nos gustaría en algún momento recuperar la isla Pindo-í para el municipio y que la misma vuelva a tener su época de esplendor, ya que la isla siempre fue un punto emblemático para Corpus”.
Resolución clara y contundente
El 14 de abril de 1996 fue una fecha histórica en la vida política e institucional de la tierra colorada, puesto que ese día más del 80% de la población votó en contra del proyecto hidroeléctrico binacional de Corpus.
La gente de la localidad argentina donde se emplazaría la represa hidroeléctrica, al igual que la vecina localidad paraguaya de Bella Vista respiraron aliviados, como así también la mayoría de los misioneros que se opusieron tenazmente al proyecto, en una movida inusitada y pocas veces vista en la región y el país.
El resultado del histórico plebiscito quedó sellado dentro de la Ley 3294 sancionada el 20 de junio de 1996 por la Legislatura provincial.
Así que pese a la contundente decisión de la población, cada tanto merodea en el aire el “murmullo” del reflote del proyecto de la central hidroeléctrica de Corpus.
El “fantasma” de la represa está
El proyecto de Corpus, es una central hidroeléctrica proyectada sobre el río Paraná, entre la Argentina y el Paraguay. La idea de su puesta en marcha comenzó a plantearse en la década del ‘60. Luego dicho proyecto fue echado por tierra, tras un plebiscito en contra de su construcción en 1996. Sin embargo, a principios del año 2000 una vez más volvió a reflotarse el cuestionado proyecto e inclusive se realizaron varios estudios de factibilidad.
Además, en 1980 se firmó un acuerdo entre Argentina y Paraguay para llevar adelante la obra en la ubicación de Itacuá, sobre el kilómetro 1.597 del río Paraná, cerca de Posadas y Encarnación. Otras dos posibles ubicaciones para la presa de embalse fueron Itacurubí -km 1.642, cerca de San Ignacio- y la isla Pindoí, en el municipio de Corpus, km 1.658. Este último emplazamiento, que le da nombre al proyecto, es el más considerado en la actualidad, debido al menor costo económico, ecológico y habitacional que supone.
Sin embargo, más de una consultora internacional afirma que Itacurubí no es viable por sus malas características geológicas, al igual que Corpus por el canal sedimentado en cercanías de la Isla Pindo-í, siendo el más viable Itacuá.
Pese a todos estos estudios realizados a lo largo de varias décadas e inclusive la resolución en su contra a través de un plebiscito transformado en ley, el único “fantasma” que siempre sobrevuela es el del proyecto de Corpus.