
El presidente Mauricio Macri firmó el Decreto 91/2019 que dispuso transferir el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) del ámbito de la Secretaría de Salud a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos “Dr. Carlos G. Malbrán” (ANLIS). Esta resolución supone la quita de autarquía del organismo, pone en suspenso el presupuesto que tenía asignado y deja a los científicos en la incertidumbre por sus fuentes laborales.
El INMeT, ubicado en esta localidad, se creó en 2011 con el objetivo de investigar sobre temas referidos a salud y enfermedades tropicales como dengue, paludismo, fiebre amarilla, leishmaniasis, entre muchas otras. Durante todo este tiempo dependió exclusivamente del desaparecido exMinisterio de Salud de la Nación, lo que le permitía tener autonomía en la toma de decisiones y contar con autarquía financiera. Es más, para este año ya tenía asignada una partida presupuestaria de más de 34 millones de pesos, que ya significaba un 32% menos de lo asignado en 2018. Vale recordar que ya había sufrido un ajuste del 56% en 2017. Luego del decreto, todo parece indicar que será el Malbrán el que dispondrá de dichos recursos.
“Estrecha vinculación”
El decreto presidencial establece que entre ambos organismos, el INMeT y el Malbrán, “se observa una estrecha vinculación de las competencias asignadas” y que “a los fines de alcanzar una mayor articulación y coordinación científico – técnica, como así también lograr un mejor aprovechamiento de los recursos”, resulta conveniente la transferencia. Sin embargo, la medida tiende a la burocratización de las investigaciones del INMeT que, hasta la fecha, decidía sobre su labor de manera descentralizada y ahora deberá consensuar con otros actores en una mesa de discusión que incluye a más de once centros e institutos a lo largo y ancho del país.
El decreto establece que la transferencia comprenderá las unidades organizativas con sus acciones, créditos presupuestarios, bienes y dotaciones de personal vigentes a la fecha y le da un plazo de 90 días al Malbrán de elevar la propuesta de estructura organizativa: se definirá en Buenos Aires qué investigaciones continuarán en la provincia.
Por otro lado, establece que “hasta tanto se efectúen las adecuaciones presupuestarias correspondientes, la atención de las erogaciones de las áreas afectadas por la presente medida serán atendidas con cargo a los créditos presupuestarios de la Secretaría de Salud”.
Preocupación en los investigadores
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, al margen de las cuestiones organizativas y de gestión, hay preocupación en la comunidad científica que se desempeña en el INMeT y que, en varios casos, hasta se trasladó a vivir a Iguazú con el objetivo de trabajar sus investigaciones en terreno. Estas tienen como fin la creación de políticas públicas de salud, y ahora están en la incertidumbre sobre si podrán continuar con las mismas y, por consiguiente, mantener sus fuentes laborales. La gran mayoría de ellos están realizando doctorados y dependen del pago de las becas de investigación que ahora estarán supeditadas a la puja que habrá entre los diferentes institutos y centros que dependen del Malbrán.
En sus inicios, se proyectaba la incorporación de alrededor de 400 a 600 investigadores al Instituto lo cual habría convertido a la localidad de Puerto Iguazú en una ciudad de investigación que mantuviera relación con científicos de Brasil y Paraguay.