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Una pareja de la aldea mbya guaraní Pindoity de San Ignacio fue detenida en las últimas horas por la Justicia, acusada de matar a golpes a la hija de ambos, de 4 meses de vida. El cadáver fue encontrado en una de las viviendas de la aldea por una médica que recorría la comunidad y quien dio aviso a las autoridades.
El magistrado Carlos Giménez, al frente del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, trabajaba anoche en San Ignacio junto a personal de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (SAIC) del Poder Judicial. Por el momento se investiga un “homicidio calificado por el vínculo”, aunque la investigación recién comienza.
Los sospechosos tienen 18 años y en las próximas horas serán indagados por Giménez, quien además solicitó una autopsia a los fines de determinar de manera fehaciente las lesiones sufridas por la víctima. Por lo pronto, el avance de ese procedimiento indicó que la pequeña sufrió fracturas tanto de cráneo como de varias costillas.
Las fuentes informaron a PRIMERA EDICIÓN que el caso quizás no hubiese trascendido más allá de los límites de la aldea Pindoity si no fuera por una médica que realizaba su trabajo en esa comunidad durante el mediodía del último viernes.
Al parecer, al ingresar a una de las viviendas, la profesional de la salud descubrió en el piso el cadáver de la pequeña. Raudamente salió del lugar en dirección a la comisaría de San Ignacio, dependiente de la Unidad Regional XIII de la Policía provincial.
Los uniformados no tardaron en llegar al Paraje Teyú Cuaré, donde está emplazada la aldea, y confirmar el relato de la médica. Encontraron el pequeño cuerpo con lesiones compatibles con golpes en la cabeza y las costillas, entre otras lesiones. Además, en base a los primeros estudios, establecieron que el deceso se había producido unas 48 horas antes, aparentemente el último miércoles.
Por esa razón es que tomó intervención el juez Giménez -de turno durante enero- y ordenó que el cadáver sea sometido a una autopsia. Anoche, el propio magistrado se presentó en San Ignacio y ordenó la detención de los padres de la criatura.
En tanto, se realizó un allanamiento en la escena, donde entre otras cosas se procedió al secuestro de un teléfono celular que pertenecería a la pareja, además de prendas de vestir de la mujer, entre otros elementos de interés para el caso.
Además, durante la sustanciación del sumario trascendieron los primeros testimonios de vecinos de la pareja, quienes aseguraron que el pasado miércoles escucharon el llanto de la criatura y habrían visto a la pareja correr desesperada de una vivienda de la comunidad a otra, hasta que sintieron un golpe y luego sobrevino el silencio.
Una vez conocida la intervención de las autoridades, el caso trascendió más allá de la comunidad guaraní y provocó conmoción en San Ignacio y los alrededores.