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Empresas madereras de la provincia vislumbran un panorama complejo para este año ante la depresión del mercado interno, las retenciones a las exportaciones y los altos costos de la logística y las tarifas que castigan a las industrias restando su rentabilidad.
Es que para mantenerse a flote y evitar el despido de personal, el sector forestoindustrial reduce horarios, baja la producción y opta por el pago en cuotas de algunos servicios básicos como el de energía eléctrica.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y el Nordeste de Corrientes (APICOFOM), Guillermo Fachinello, señaló que mantuvieron una reunión con autoridades de Energía de Misiones (EMSA) para conocer el nuevo cuadro tarifario que vendrá con la boleta de este mes.
“Terminamos enero muy complicados. Tenemos empresas que habían dado vacaciones a su personal y ahora no pueden reincorporarlos. El gran problema que tenemos es el mercado interno que está paralizado y la ilusión que teníamos de exportar se va cayendo por las retenciones que se aplicaron desde Nación de tres pesos por cada dólar. Es decir, ahora liquidamos un dólar de 33 pesos”, expresó el maderero.
En este contexto, señaló que la suba de los costos internos de energía y de logística “son un cóctel explosivo para el sector”. “Es una bomba de tiempo, seguimos trabajando para bajar los costos en conjunto con la Provincia y Nación, pero son muy pocos los logros. No nos cierran los números”, advirtió.
“Somos muchas las empresas que estamos en esta situación dentro del sector forestal y de toda la industria, fundamentalmente en Misiones que está lejos de todo”, precisó.
Asimismo, destacó que algunas madereras se vieron obligadas a financiar las facturas de energía adeudadas para continuar operando. “Vamos a seguir con lo poco que se pueda exportar e insistir con la quita de las retenciones. Con eso al menos podríamos mantener algunos clientes”, apuntó.
“Estamos trabajando con la mesa de competitividad, pero al tener un costo financiero tan alto es casi imposible exportar. Tenemos algunas tasas subsidiadas, pero no dejan de ser muy altas”, lamentó.
En consonancia, el representante de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP), Román Queiroz, observó que “el incremento de la tarifa de energía afecta directamente en los costos de las industrias”.
“La forestoindustria consume mucha energía, algunas arriba de 500 mil pesos y otras encima del millón, entonces cualquier incremento impacta directamente”, explicó.
Y sostuvo que “obviamente estos incrementos no se pueden trasladar a los precios porque el mercado está deprimido y esto significa seguir perdiendo rentabilidad”.
“Tenemos casos de empresas que están cerrando debido a una batería de aumentos en los costos, entre ellos el de tarifas de energía. Y todo eso sumado al de combustible y transporte. Lamentablemente estamos viviendo esta situación”, remató el representante de AMAYADAP.