“Lo que el pueblo hace y es debe influir en el Gobierno, de formas variadas. Su influencia no puede quedar reducida a una forma particular de constitución”… Años atrás el genial historiador británico Eric Hobsbawm, uno de los más prestigiosos del siglo XX, respondía así la requisitoria de un periodista argentino que lo indagaba acerca de la democracia y el fortalecimiento del debate institucional. Vale recordar sus palabras ahora que, en pleno desarrollo de otra crisis abismal, el país ingresa en la carrera hacia las elecciones.
Mientras la atención (guiada por la intención) se circunscribe a la brutal crisis venezolana, en el país y en la región se desarrollan a toda velocidad otros eventos que, en el corto y mediano plazo, tendrán bastante más que ver con el futuro de los argentinos.
La ruptura de una represa en Brasil se llevó por delante decenas de vidas y buena parte del rico ecosistema del sudeste del vecino país, un desastre que tiene además una arista económica colosal.
A partir del incidente, la multinacional brasileña Vale, la mayor compañía en operaciones de minería, logística, energía siderúrgica y petróleo de estas latitudes, perdió más de 18.000 millones de dólares en apenas en una día, con lo que su nota de crédito quedó rebajada a niveles insospechados. Incluso la Justicia brasileña bloqueó de inmediato unos 3.000 millones de dólares de la gigante minera para compensar perjuicios y daños ambientales.
Con Vale en crisis, un componente de la columna vertebral de las economías sudamericanas amenaza con disparar un efecto dominó. Argentina, que tiene atada buena parte de su destino al de Brasil, no estará ajena a la crisis en la que acaba de sumergirse uno de los buques insignia del vecino país.
La era del disimulo
La inestabilidad macroeconómica argentina tiende a profundizarse. Las pocas buenas que pueden llegar a producirse este año correrán por cuenta de la campaña, pero serán nada más que otro disimulo que no podrá tapar ni siquiera el temprano inicio del fútbol de la AFA.
Uno de los factores que traccionará la inestabilidad será sin dudas la presión impositiva. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estimó que, de la mano del incremento de los derechos de exportación, este año se elevará cuanto menos en un punto a nivel nacional para llevarla al 33,4% del PBI, considerando los tributos a nivel nacional, provincial y municipal.
Una vez más, las metas inflacionarias serán testimoniales. El primer mes del año cerró levemente por debajo de diciembre, pero al mismo tiempo estableció un piso de 2,5%. Ni los economistas cercanos al Gobierno esperan que baje por lo menos hasta mitad de año. Así las cosas, el costo de vida de 2019, el pulso más contundente de la marcha de la economía social, tiende a cerrar por encima del 30% hablando con mucho optimismo.
El Presupuesto que Cambiemos logró que le aprobaran en el Congreso estableció que la inflación será de 23%. Tres años de metas fallidas desalientan cualquier proyecto familiar y empresarial para 2019.
Para colmo febrero, otro mes de esos en los que “nunca pasa nada” arrancó con aumentos en la luz, el gas, las prepagas y otros rubros, con lo que la proyección inflacionaria de los dos primeros meses consumirá buena parte de la meta oficial.
En este sentido vale traer a colación el análisis que desarrolló sobre el estado de las cosas el economista y expresidente del Banco Nación, Carlos Melconian, para JP Morgan.
La presentación para la banca que mide el Riesgo País advirtió que el “balance económico puro, a secas, del cuatrienio 2016-2019” no deja lugar a dudas ni atribución de culpas a interpretaciones: el “cuatrienio Cambiemos” consiguió “peores resultados” que el “cuatrienio Cristina Fernández”.
El informe de su amigo habrá sido motivo de reflexión para Mauricio Macri que, a dos semanas de regresar de sus vacaciones, se retiró para otro descanso en Chapadmalal para, seguramente, contemplar los “brotes verdes” en la quinta presidencial. Sobre el terreno que pintó Melconian difícilmente habrá “lluvia de inversiones”.
No “des”dobla ni se rompe
El panorama rumbo a octubre comienza a quedar más claro y más angustiante para Macri a partir de las definiciones de su “pata” en la provincia de Buenos Aires.
María Eugenia Vidal se tomó unos días para clarificar las cosas ya que, a partir de una serie de encuestas reservadas que no le aseguran una victoria en octubre, le quedó claro que todavía no es momento de desdoblarse ni mucho menos romper para iniciar su carrera de manera independiente.
De igual manera la encuesta clarifica el contexto para el Poder Ejecutivo. Si Buenos Aires no es seguro y la economía está muy lejos de mostrar signos positivos, habrá que apostar todo a una victoria aplastante en Córdoba, Mendoza y Santa Fe… Justamente habrá que tener mucha fe porque la apuesta discursiva por la continuidad del modelo se agota frente a la brutal crisis económica.
De todas formas un gran porcentaje de las chances con las que pueda llegar Cambiemos a octubre están dadas en dos actores que, paradójicamente, se posicionan desde el silencio.
Por un lado Cristina Fernández de Kirchner. Instalada en las antípodas es al mismo tiempo la mejor “aliada” del proyecto “Macri 2019” que se construye en oposición a una nueva presidencia K. Con el inicio del primer juicio en su contra desde este mes y varias investigaciones judiciales que la tienen en la mira por el resto del año, la apuesta a una amnistía presidencial se presenta como el principal objetivo. Irónicamente es el líder del PRO quien está más cerca de esa oferta. Lo percibe hasta Elisa Carrió que, de tanto en tanto, erosiona las bases de Cambiemos al denunciar que al Gobierno le conviene que Cristina siga en libertad.
El otro actor del momento es el exministro de Economía Roberto Lavagna, alrededor de quien se van tejiendo los hilos del peronismo que no incluye a la exmandataria.
Por estas horas la fuerza política evalúa las posibilidades de llevar al economista como candidato a la Nación y traccionar los votos de las provincias con figuras como las de Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, quienes por las dudas ya se lanzaron a la carrera presidencial.
La apuesta por el turismo
Consciente de sus virtudes en medio de la tormenta nacional, Misiones sigue apostando a lo suyo. El “Ahora Turismo”, un programa que contempla beneficios y descuentos en hoteles y gastronomía de la provincia representa un alivio financiero para los emprendimientos relacionados directa o indirectamente a la actividad.
“Con este programa buscamos promover el turismo interno, generando un efecto dinamizador sobre el consumo y el trabajo”, expresó el gobernador Hugo Passalacqua para ratificar la vigencia de la iniciativa.
En otro orden el vicegobernador Oscar Herrera Ahuad intentó transmitir calma tras el decreto presidencial que cambia de órbita al Instituto Nacional de Medicina Tropical con sede en Iguazú. “Dependerá de otra órbita de mayor competencia en el lenguaje epidemiológico”, observó el vice para disipar la preocupación de la comunidad científica sobre el rumbo que tomará el Instituto.
De argentinos, chinos y alemanes
En la semana comenzó la definición de un millonario negocio para ampliar la represa binacional Yacyretá, aunque en este caso la binacionalidad también es testimonial.
En Buenos Aires se abrieron los sobres de las empresas que compiten por adjudicarse el suministro del equipamiento electromecánico de una nueva central hidroeléctrica sobre el brazo Aña Cuá. Descartada por “cuestiones de forma” la china Gezhouba, las que siguen en camino son el consorcio integrado por IMPSA, la paraguaya CIE y Power China; y la alemana Voith Hydro, uno de los grandes jugadores del negocio hidroeléctrico a nivel internacional con el aval de Angela Merkel.
El dilema está puesto en las sólidas objeciones presentadas por los alemanes respecto a su competidor y su solvencia patrimonial, objeciones que sin embargo fueron descartadas casi de inmediato por la EBY para la que, por ejemplo, la cuestión patrimonial no es un problema. Se hace insoportable aclarar a estas alturas que IMPSA es el buque insignia histórico del grupo Pescarmona, del empresario de las turbinas Enrique Pescarmona, el primero en prender el ventilador como arrepentido por los cuadernos de las coimas; y uno de los mayores beneficiados por las obras de mantenimiento de las turbinas de la hidroeléctrica. Habrá que ver cómo termina la licitación, pero a juzgar por los planteos de los alemanes lo único “cristalino” que sigue pasando por Yacyretá es nada más que el agua.
Y si de agua se trata cabe ponerse en la piel de los miles de usuarios del servicio de agua potable de Posadas y Garupá que vienen padeciendo la magra prestación. La “crisis del agua” se extendió por casi toda la provincia en este verano, pero hizo eclosión con las protestas en la capital y en Garupá.
Capítulo aparte la compleja realidad del transporte público de pasajeros. Boletazos en Posadas, Eldorado, Oberá y Alem, bloqueos al monopolio y trabajadores entrampados en una lucha sin cuartel.
Sin la complejidad de Vale, la macroeconomía, el dólar, JP Morgan, la campaña hacia octubre y Yacyretá, configura un drama que necesita de la urgente atención de otros actores sociales y políticos porque se trata del día a día de miles de personas que dependen de ese medio de transporte para intentar salir adelante en medio de la crisis.