Dentro de estos estudios se encuentran los de audición que permiten detectar problemas que puedan afectar el correcto desarrollo escolar.
En este contexto es importante no descartar el control auditivo, debido a que las dificultades en la audición pueden provocar problemas de aprendizaje.
Si bien a los recién nacidos se les realiza un screening auditivo, los adultos que rodean al niño deben prestar atención a cualquier signo de que su audición está comprometida, especialmente en etapa escolar.
Muchos niños con problemas de audición son diagnosticados durante esta etapa, incluso si ya nacieron hipoacúsicos.
“Los primeros signos de problemas auditivos se pueden observar en la etapa de desarrollo del habla, donde los padres ven una lentificación del aprendizaje y consultan con especialistas, normalmente entre el primer y segundo año de vida. Una vez que ingresan al jardín y comienzan su etapa escolar más adulta, si el niño no fue diagnosticado y realiza un tratamiento, pueden identificarse problemas de pronunciación o comunicación, además de falta de atención o respuesta a estímulos sonoros entre otros”, explicó la fonoaudióloga y asesora de Gaes, Agustina Leiro.