Una incautación de marihuana récord se llevó a cabo este fin de semana en Corrientes, a pocos kilómetros de la provincia, donde efectivos de Prefectura Naval Argentina hallaron casi 10 toneladas del estupefacientes ocultas en un pinar ubicado a escasos metros de la ruta nacional 12.
El cargamento estaba a punto de ser cargado en un camión de matrícula brasilera por al menos tres hombres, uno de los cuales logró escapar de las autoridades, mientras que los otros dos fueron apresados. Para tal fin, los uniformados debieron realizar disparos intimidatorios.
El peso total del estupefaciente fue de 9.186 kilogramos, razón por la que el operativo se transformó en el segundo de mayor importancia -en cuanto al peso- en la historia de las fuerzas federales. Al tope de ese ranking continúa el secuestro de casi 12 toneladas llevado a cabo en Misiones hace un año.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, todo sucedió en el marco de una investigación iniciada meses atrás por efectivos de Prefectura y con autorización del magistrado Carlos Vicente Soto Dávila, titular del Juzgado Federal 1 de Corrientes.
Los uniformados realizaban una vigilancia encubierta en inmediaciones a un campo emplazado sobre el kilómetro 1.272 de la ruta nacional 12.
Alrededor de las 18 del último viernes, notaron entonces que tres hombres dialogaban en la tranquera. Resolvieron actuar.
De la nada, el lugar se cubrió de prefecturianos. Ante la voz de alto, el trío intentó escapar, pero uno de los sospechosos fue apresado. Se inició una persecución a pie por la chacra que derivó en la aprehensión de otro de los involucrados, quien recién se rindió al escuchar los disparos intimidatorios de los federales.
A pocos metros del lugar, los prefecturianos encontraron un camión Scania P-360 con semirremolque y matrícula brasilera, con la caja abierta y las llaves puestas. Toda esa secuencia confirmó la investigación de los uniformados y obligó a un intenso rastrillaje. Ahora sólo faltaba dar con la droga.
Los efectivos recorrieron todo el sector de costa del río Paraná, de una longitud superior incluso a los 4 kilómetros, sin dar con mayores resultados.
No obstante, lo que buscaban no iba a ser tan sencillo de encontrar. Ni estaba a la vista. La marihuana apareció cubierta con lonas, en medio de un pinar.
Cuando las autoridades quitaron ese cobertor, entendieron que se trata de un golpe duro al narcotráfico. A priori, calcularon unas 10 toneladas de marihuana.
El posterior pesaje arrojó una cifra cercana: fueron, en total, 9.186 kilogramos del estupefaciente. Tanta fue la droga secuestrada que los prefecturianos debieron pedirle a la Municipalidad de Ituzaingó la habilitación del corsódromo, a los fines de llevar adelante allí -por cuestiones de espacio- el pesaje definitivo.
Sobre los sospechosos, el sigilo en la investigación no permitió que trascendieran mayores datos. Hasta ayer, sólo se sabía que uno de los apresados es paraguayo y, el otro, de nacionalidad argentina. Este último sería oriundo de Corrientes.
Uno de los dos -la fuerza federal no informó mayores detalles- cuenta con un pedido de captura vigente por “robo calificado”. Ambos son mayores de edad y en los próximos días serán trasladados a la ciudad de Corrientes para indagatoria.
Las presunciones de los detectives apuntan a que el cargamento fue cruzado en los últimos días desde Paraguay, a través del río Paraná, quizás utilizando como “escalas” las solitarias islas que sobrevivieron al embalse formado por la represa de Yacyretá.
El hallazgo del estupefaciente en ese sector no es una coincidencia: en esa zona el río Paraná tiene un ancho aproximado de 26 kilómetros, un verdadero “mar abierto” disponible para las organizaciones transnacionales.
Sobre el destino del estupefaciente, se supone que el Scania secuestrado se encargaría de transportarlo hacia un centro de acopio en el que la droga sería acondicionada y dividida en cargas más pequeñas. Es que resulta difícil de creer que los narcos hubiesen intentado recorrer medio país con las casi 10 toneladas en el acoplado.