La cautela y el olfato son herramientas clave para los investigadores. Al menos, de simple afirmación ayer se transformó en una máxima aplicada y que podría resultar determinante si se considera que la muerte a golpes de Elsa Dias (68) fue cometida por el principal sospechoso, su hijo de 45 años, quien habría intentado cubrir el brutal episodio enmarcándolo con el robo de una garrafa y un televisor.
Pocos minutos después de las 8, el hijo de la víctima fatal pidió ayuda a una vecina, oficial de la Policía provincial, porque habría regresado de cuidar una casa a pocos metros y la encontró inerte y con el rostro cubierto de sangre.
De inmediato, efectivos de la Unidad Regional X y el juez de Instrucción de turno, Marcelo Cardozo llegaron al inmueble de la calle Uruguay, entre Almirante Brown y Corrientes, para corroborar el deceso e iniciar los primeros relevamientos.
Investigadores de la Dirección Homicidios y de la UR-X iniciaron su labor recogiendo el testimonio de vecinos y del entorno, pero principalmente el del hijo, un albañil de 45 años que comenzó a cavilar en sus afirmaciones y en la información que buscaba sumar.
De hecho las dudas que evidenció restaron, porque los pesquisas solicitaron al juez poder allanar un depósito en el fondo de la propiedad, una pieza de mampostería y madera. Allí encontraron escondidos el televisor LED de 21 pulgadas y la garrafa de la cocina de Elsa Dias.
También fueron secuestrados un martillo o maza chica de hierro, dos mangos de madera y un cortahierros de quince centímetros de largo con manchas “escarlata”, los habituales rastros de sangre.
Además se halló un par de zapatillas, que habría reconocido el involucrado como suyo, con rastros de barro. En la habitación de Díaz y en el resto de su casa se encontraron pisadas que coincidirían con esta evidencia.
La puerta del depósito no estaba forzada, por lo que se descartó que el que robó y mató haya ocultado el botín en ese lugar sin tener la llave.
La hipótesis del robo había comenzado a desmoronarse varios minutos antes, cuando los sabuesos dieron con detalles en la vivienda y dentro de la habitación de Elsa Dias. Encontraron dinero, no mucho pero sí al alcance de la mano, y pequeños electrodomésticos fáciles de transportar y ocultar como botín.
Ya con el panorama más claro, el abanico de posibilidades y sospechosos apuntó la mira sobre el hombre de 45 años, que aseguró meses antes en su perfil de redes sociales sobre su madre: “Te amo más que a mi vida”.
Los investigadores informaron al instructor de turno y el sujeto fue trasladado a Posadas, a la Dirección de Investigaciones de la Jefatura de Policía, y puesto bajo estricta custodia, sin dejar detalle que le permita atentar contra su vida. Provisoriamente está imputado de “homicidio calificado por el vínculo”.
Cabe señalar que el mismo albañil aprehendido habría deslizado datos y aportado situaciones sobre un amigo o posible “compañero sentimental” de Elsa Dias. Se trataría de un agente penitenciario federal retirado que ya estaría identificado y que tiene residencia en Garupá.
También para desalentar la hipótesis de robo, vecinos y amigos directos de Dias rechazaron como posibilidad que ella duerma con la ventana de su pieza abierta y que por allí el agresor hubiera ingresado a cometer el crimen. La describieron como una mujer cuidadosa y celosa de su seguridad.