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Tan sólo imaginarse que una persona apenas baja de un taxi puede ser víctima de un asalto es de por sí escalofriante. No es una escena sacada de la promo de una película, es la vida real y ocurre en Posadas, más precisamente en el acceso a la chacra 184.
Lo llamativo es que, luego del violento intento de asalto y rapto que padeció una estudiante de 19 años, el pasado viernes minutos antes de las 3, surgieron nuevas denuncias de vecinos dando cuenta de robos a punta de cuchillo y situaciones de inseguridad en la zona.
Incluso muchos de ellos refirieron que existe un “aguantadero” en medio de un monte, donde desconocidos aprovechan para ocultarse en una casa en construcción abandonada.
Aunque no quiso dar su identidad por temor a represalias y porque además sospecha que el delincuente se domicilia en los alrededores, la joven asaltada el viernes dialogó con PRIMERA EDICIÓN y relató el dramático momento que le tocó vivir.
“Bajé del taxi prácticamente frente a mi domicilio y cuando se alejó el vehículo y quedé sola vi una sombra por detrás. Al girar vi un sujeto que se me tiró encima, por lo que intenté correr. Me agarró la mochila y me exigió que le entregue mi teléfono celular. Le dije que no tenía y entonces me pidió plata, como le dije que tampoco tenía, comenzó a estirarme para intentar llevarme hacia un descampado donde hay una casa que demolieron y ahora quedó un terreno abandonado. Le pedí por favor que me deje ir, entonces me dijo ‘quedate quieta, te voy a apuñalar’, y me mostró una navaja que sostenía con su mano derecha. Rápidamente le agarré ese brazo para impedir que me acuchillara. Empecé a llorar y a gritar con todas mis fuerzas ‘mamá’… aunque dudaba que me escuche… le pedía que no me lastime, pero el tipo hacía fuerza para acuchillarme. Pensé en soltarle el brazo y correr hacia el portón de mi casa, pero era muy arriesgado, entonces le dije llorando que si me soltaba no lo iba a denunciar, tenía mucho miedo. Temía por mi vida”, expresó la estudiante.
“Pensó que era otra chica”
La joven contó que en medio del tremendo forcejeo con el asaltante su madre escuchó los gritos.
“Por milagro mi mamá abrió el portón y dijo que iba a llamar a la Policía, por lo que el delincuente me soltó y escapó. Lo increíble es que mi madre pensó que era una chica a la que el padre estaba maltratando, que no era yo. Nos abrazamos y lloramos juntas. Mi hermana llamó a la Policía, pero le pidieron tantos datos personales para tomarle la denuncia telefónica que cortó y decidimos ir a la comisaría, a tres cuadras de casa. Allí esperé media hora porque el personal estaba en un accidente y luego una hora para describirle al delincuente. Era trigueño, de pelo oscuro y cabellos cortos, ojos oscuros y expansores negros y remera bordó”, contó la víctima.
Luego agregó que “esa misma noche, en la zona hubo un robo a una mujer en plena calle y violentaron dos autos. Además, hace unos días desvalijaron una casa y la esquina donde sucedió todo no tiene alumbrado público, pese a los reiterados reclamos para que arreglen. Yo tuve suerte y reflejos, supe reaccionar, tal vez porque mi casa estaba enfrente, pero no quiero ni pensar si era otra chica. Apenas sufrí unos moretones y rasguños por el forcejeo. Le quiero decir a las chicas que se cuiden y que no anden solas”.
Cabe consignar que la chacra 184 de Posadas está delimitada por las avenidas Urquiza, Aguado, Almafuerte y Fracrán.