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El informe forense recalcó, a media mañana de ayer, que la causa de muerte de la mujer de 68 años, hallada tendida sobre su cama en el barrio 2 de Febrero de Candelaria el domingo, correspondía a este motivo y que el horario de muerte fue estimado a las 0.30 del domingo, casi ocho horas antes de ser descubierto el cadáver.
En plena siesta, a las 15.15 de ayer, los restos de Elsa Dias regresaron de la Morgue Judicial de Posadas a Candelaria, dentro de un modesto cajón de tablas aglomeradas para una ceremonia de tres horas en el salón velatorio “San Cristobal” de calle Cabrera perteneciente a la COSCAL y luego, entre amenazas de tormenta, en el cementerio local se concretó el entierro.
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A la par de esto, la conmoción continuaba presente ayer en la Antigua Capital. Vecinos de la calle Uruguay, entre Brown y Corrientes, remarcaban que nunca vieron incidentes o discusiones entre Dias, “una incansable cocinera que colaboraba con hogares y comedores comunitarios” y su hijo de 45 años -de oficio albañil– detenido bajo sospecha de cometer el “homicidio calificado por el vínculo”.
Alexandra Albretch, nieta de Dias dialogó con PRIMERA EDICIÓN durante el velorio e intentó describir la situación dramática que atraviesa su familia: “Estamos muy mal por lo de mi abuela y a su vez no podemos juzgar a mi tío ni echarle la culpa anticipadamente. No sabemos si fue él quien lo hizo, qué lo impulsó o lo llevó a eso, si tiene algún problema psicológico o trastorno”.
“La vida de ellos era tranquila, cuando se enojaban no discutían fuerte, mi abuela no peleaba con nadie, jamás la vi en una situación de esas, tal vez cara larga ponía pero no pasaba de ahí. Ellos se entendían muy bien”.
Sobre la vida cotidiana de su familiar detenido, recalcó: “Él hacía de todo un poco para ganar su dinero. Vivió en Entre Ríos mucho tiempo y allá se las arreglaba con changas. Acá hacía lo mismo, hace cuatro años vino a Candelaria y siguió trabajando”.
“Esperamos que ahora cuente qué fue lo que sucedió, que sepamos por qué lo hizo si es culpable. Estamos muy sorprendidos por lo que ocurrió, porque no encontramos motivos, porque nunca habló mal de nadie siquiera de un allegado a mi abuela, de un amigo”.
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El juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, ordenó el domingo por la tarde la detención del sospechoso del presunto matricidio , cuando la denuncia por “robo seguido de muerte” se deshilachaba ante el hallazgo en un depósito de la vivienda de los elementos sustraídos, un televisor LED de 21 pulgadas y una garrafa de diez kilogramos; pero también de un corta-hierro de quince centímetros de largo con manchas similares a sangre, una maza de hierro, dos mangos de madera y un par de zapatillas del hijo de Dias, manchadas con barro y con idéntica forma a las huellas dejadas en la habitación de su madre.
Las pruebas de laboratorio serán determinantes para aliviar la situación judicial del detenido o complicarla aún más y que se le dicte la prisión preventiva por el grave delito que podría derivar en un juicio y condena a prisión perpetua, de acuerdo a los agravantes del artículo 80 del Código Penal.