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El hallazgo de un proyectil de arma de fuego en la cabeza de una empleada pública provincial de 54 años que, se pensaba se había suicidado varias horas antes colgándose de un tirante del baño de su vivienda, desató ayer por la mañana variadas hipótesis y sospechas que preventivamente derivaron en la detención de un pai umbanda, esposo de la víctima.
La autopsia en la Morgue Judicial, pasadas las 10 de ayer, determinó que la mujer hallada sin vida en un inmueble de la calle Estado de Israel detrás del club Brown, en el barrio Villa Urquiza, falleció asfixiada por ahorcamiento, pero a la altura de la sien derecha tenía una herida de bala.
La munición fue extraída y hoy será cotejada con un revólver calibre 22 largo hallado en la misma propiedad. Si esta pericia determina que fue el arma utilizada, la situación del sospechoso de 43 años se complicaría, según las primeras estimaciones de las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.
A este hombre también se le tomaron registro de las manos, hisopados para ser sometidos a una prueba de absorción atómica que detecta la presencia de los componentes o residuos de pólvora: bario, plomo y antimonio.
Por lo pronto, el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, ordenó que continúe detenido mientras los investigadores prosiguen con su labor para esclarecer lo sucedido y se defina su citación a declaración indagatoria.
El disparo no habría sido efectuado de corta distancia, al menos la lesión lo indica así y establece un dirección descendente.
El caso se registró a partir de las 19.30 del lunes, cuando efectivos de la seccional Tercera fueron alertados por la hermana de la víctima, quien se comunicó tras el desesperado pedido de su cuñado anunciándole que la había encontrado colgada de un tirante.
La información del hallazgo fue trasladada al juez de turno, quien presenció las labores de los peritos de criminalística y solicitó la autopsia.
A media mañana de ayer, cuando el caso seguía en los parámetros de presunciones de un suicidio, se produjo el giro que sorprendió a investigadores y actores judiciales. La mujer tenía una lesión de bala en la cabeza.
Hasta ese instante, de acuerdo al testimonio del esposo y también propietario de una santería de la avenida Cabred a metros de Rademacher, encontró a su pareja colgada del cuello con una soga utilizada habitualmente como barra de tiro para remolcar automóviles u otros vehículos.
Según lo que manifestó a los policías, cortó el amarre a la viga del techo e intentó salvarla pero ya no tenía signos vitales.
Tras la confirmación del deceso, vecinos se manifestaron conmocionados por el desenlace, señalaron que hace un año aproximadamente la pareja alquilaba la casa, y que no se percibía una relación tormentosa o algún tipo de conducta que levantara sospechas.
La última vez que los vieron juntos fue el domingo por la tarde y noche sentados y charlando amablemente en la vereda.
Tres altares y varias deidades
Los investigadores se sorprendieron el lunes por la noche y ayer por la mañana al ingresar a la vivienda de calle Estado de Israel 4.041 en pleno barrio Villa Urquiza.
En las dos plantas del inmueble hallaron altares con muchas imágenes de santos católicos, páganos, umbandas y hasta budistas.
Tamaña y múltiple veneración no pesaría sobre lo sucedido de manera directa, pero llamó la atención de los pesquisas, que remarcaron entre las hipótesis una posible celebración o algún tipo de ritual extremo, por fuera o en contra de lo que indican las religiones en sus preceptos básicos.
Esculturas del Gauchito Gil, Pomba Gira, San La Muerte, San Cayetano, Buda y Jesucristo, estaban distribuidas en el hogar en tres puntos fijos con platos para encender velas o dejar ofrendas.