Tres personas muertas (dos mayores de edad y un menor), otras dos desaparecidas, alrededor de 40 heridos y una ciudad devastada, a oscuras y sin teléfonos fueron las consecuencias del fuerte tomado que el sábado 13 de febrero de 1999, en horas del mediodía, azotó a la localidad correntina de Santo Tomé.
Los vientos, estimados entre 140 y 150 kilómetros por hora, prácticamente destruyeron el 70 por ciento de la localidad de unos 30 mil habitantes.
Más de cien familias que perdieron casi todas sus posesiones debieron ser hospedadas en tres centros de refugiados montados para ocasiones similares: dos en escuelas y uno en las instalaciones de Gendarmería Nacional.
Por su parte, tropas de la Brigada de Infantería de Monte XII del Ejército patrullaron las calles de la ciudad en prevención de saqueos y para colaborar con las tareas de auxilio, según informó en su momento PRIMERA EDICIÓN.