Todavía cansada después del golpe emocional, Araceli, la hermana de María Belén González (17), cree que el asesinato se debió en principio a los celos del novio, Sebastián Strieder (22), quien se encuentra detenido desde el último martes.
La joven subrayó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que en la familia aún no se explican cómo alguien que en todo momento se mostraba cariñoso con ella pudo haber hecho algo así. Al respecto, indicó que llegó a convivir con ellos durante un mes, cuando ambos estaban en Puerto Rico.
“Nunca vi que le haya pegado. Él era muy cariñoso, la trataba bien, no había ningún indicio de violencia, salvo una vez que estaba medio tomado y la empujó. Ella se cayó y se golpeó la cabeza con la escalera. Recuerdo que esa vez salió mi hermano (fallecido) a defenderla. Esa fue la única oportunidad que pasó algo así”. recordó.
Cuando María Belén y Sebastián vinieron a vivir a Posadas, lo poco que ella se enteraba era a través de su madre, María Ofelia Parra. La progenitora convivía con ellos en la pieza alquilada de calle Miqueri (Jesús Nazareno) y calle 45 B, donde fue hallada sin vida la menor.
En ese contexto Araceli comentó que en una oportunidad, su madre volvía de su trabajo y escuchó una discusión dentro del lugar, pero apenas entró, ambos se callaron.
“Por lo gritos de mi hermana ella entendió que le estaba pegando”, dijo Araceli. Más allá de que la progenitora le insistió que le contara qué había pasado, la menor negó que él la hubiera golpeado.
Sin embargo, la hermana reveló que “ya había hecho al menos dos denuncias” contra su yerno. “Es todo muy raro, nunca hubiéramos sospechado que él hiciera una cosa así”, dijo Araceli.
Horas después del crimen los investigadores buscaron algún indicio previo de violencia doméstica y trascendió que ellos habían tenido en principio una diferencia a causa de un celular.
“Ella tenía muchos admiradores en Facebook e Instagram y una vez él se quedó todo el día con nosotras”, rememoró. En esos momentos el joven habría llegado a percibir la alta actividad que tenía su novia en las redes y se habría puesto celoso. “Al otro día cuando nos levantamos, él ya se había ido y el teléfono había desaparecido. Lo buscamos por todos lados y no lo encontramos. Él nos negó que se lo hubiera llevado, pero seguramente lo vendió por celos”, dijo Araceli.
El miércoles por la tarde ella y su madre vivieron el intenso dolor de tener que despedir a María Belén. En ese encuentro María Ofelia le contó que el último martes los tres almorzaron juntos y ella se fue a trabajar, a escasos metros de allí, trasponiendo la ruta 12.
“A la noche, él la estaba esperando frente a su trabajo. Su ropa no estaba sucia ni manchada con sangre. Mi mamá le preguntó:
– Seba, ¿qué hacés por acá solo?
– Peleé feo con Belén .
– ¿Y ella cómo está?
– No sé
– ¿Y esos arañones en el cuello?
– Eso me hizo ella”.
La hermana relató que el joven se fue y en el camino se encontró con la pareja de María Ofelia. El hombre le preguntó por su novia, dado que siempre andaban juntos. “Ella está allá, pero no sé como está”, le habría respondido Sebastián. Como sospechaba que algo había pasado, vio los arañazos y lo apuró “¿qué le hiciste a Belén?”, “yo le maté” le confesó. “Por celos” respondió Sebastián cuando le preguntó por qué.
La familia sabía que ella estaba embarazada de dos meses, y sigue sin entender. “No puedo creer que haya matado a su novia encima sabiendo que estaba embarazada”
Recuerda a su hermana como una chica “muy simpática y con muchos amigos”. “Lo único que quiero es que se pudra en la cárcel. Y si no fue él, que confiese quién mató a mi hermana. No vamos a descansar hasta que haya Justicia por María Belén”, cerró Araceli.