Al menos cinco empresas de colectivos interurbanos que operan en Misiones fueron señaladas por discriminar a los pasajeros discapacitados cuando estos piden ejercer su derecho de viajar en forma gratuita reconocido tanto por la ley nacional (Ley 22.431) como por la normativa provincial (Ley XIX, Nº 23 de promoción integral de la persona con discapacidad, antes Ley 2.707).
Según denunciaron en diversas oportunidades las personas con discapacidad, las empresas de transporte de pasajeros aducen que tienen un cupo limitado para discapacitados por viaje y que ya está completo, por lo que deben esperar otro colectivo o pagar el pasaje.
En consecuencia, las personas discapacitadas del interior padecen una odisea cada vez que viajan a Posadas a realizar un trámite o ver al médico.
Muchas veces, deben ver pasar varios colectivos que podían llevarlos a destino pero que se niegan a subirlos con la excusa del cupo. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Hugo Zalazar, un vecino de Jardín América ciego desde hace algunos años como consecuencia de un accidente, contó que casi siempre que viaja a Posadas pasa por situaciones de discriminación.
En la terminal de Posadas es peor, a los discapacitados nos mandan de un local a otro, de una empresa a otra, nos piden que saquemos fotocopias para subir al colectivo, que hablemos con el guarda para ver si podremos subir al colectivo y éstos a su vez nos mandan a la casilla y así nos tienen, de un lado para otro. Lo peor de todo es que no nos dejan viajar y los colectivos salen con asientos vacíos”, contó.
El juego del gran bonete
Según consta en la exposición policial realizada en la Comisaría de Jardín América, el 7 de febrero, Hugo Zalazar se dispuso a viajar a Posadas junto a su hija Lourdes.
En la terminal de Jardín América, intentaron subir al colectivo de una empresa pero les dijeron que estaba lleno cuando mostraron el carnet de discapacidad.
El siguiente colectivo que pasó, de la misma empresa, les dijo lo mismo. Finalmente lograron subir a un tercer colectivo con destino a Posadas, de otra empresa, pero debieron aguantar los comentarios a viva voz del guarda que criticó tener que llevar “esa clase de gente que tenía carnet de discapacidad”.
Al mediodía, cuando quisieron regresar a Jardín, debieron enfrentar nuevamente el desprecio y los malos tratos de los trabajadores de las empresas de transporte de media distancia.
El chofer del colectivo de la primera empresa que llegó al andén les dijo que no tenía asientos vacíos y les indicó que era otra empresa la que tenía que llevarlos.
“Entonces nos dirigimos hasta el colectivo de esa empresa en donde fuimos recibidos por el guarda quien nos dijo lo mismo, que estaban llenos, y que nos dirijamos hasta una tercera empresa que supuestamente era la que nos tenía que facilitar el viaje. Fuimos y le pedimos al guarda que por favor nos llevara pero, al igual que los otros, nos dijo que no había más espacio porque el cupo era sólo para dos discapacitados por coche y ya éramos seis personas discapacitadas las que en ese momento esperábamos para viajar. El guarda nos mandó otra vez a la segunda empresa que habíamos consultado. Se tiraban la pelotita uno al otro, por eso decidimos ir a la oficina de la Subsecretaría de Transporte que queda en la terminal pero estaba cerrada por el horario. Tuvimos que seguir esperando que llegara un colectivo que nos alzara y finalmente, después de casi dos horas, logramos que un coche nos llevara a los cuatro discapacitados que quedábamos pues los otros ya habían pagado el pasaje”.
La ley no establece cupos
Según confirmó a PRIMERA EDICIÓN la funcionaria de la Subsecretaría de Transporte, Romina Arregin, la ley no establece cupos por lo que la persona discapacitada debería poder viajar sin tener que preocuparse que otros discapacitados también lo hagan en el mismo transporte.
No obstante, sí tienen prioridad los pasajeros que compraron el pasaje con anterioridad, “si el colectivo está lleno porque se vendieron todos los pasajes, la persona con discapacidad deberá esperar el siguiente móvil”, señaló. Obviamente, esto no puede convertirse en una excusa para violar el derecho de las personas con discapacidad.
Luego de recibir una copia de la denuncia policial de Hugo Zalazar, Arregin anticipó que aumentarán las guardias de inspectores en la Terminal de Posadas y no descartó sanciones para las empresas.