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En este caso, Daniel Giménez, presidente de la Asociación de Relocalizados Unidos y que representa a vecinos de los barrios A-3.1 y A-3.2, recurrió a PRIMERA EDICIÓN para protestar porque “los aumentos fueron superiores al 200% y es imposible para nosotros llegar a pagar las boletas”.
Contó que “nosotros participamos en la marcha contra el tarifazo de la semana pasada, porque no podemos afrontar estos aumentos. Los posadeños fuimos perjudicados por la represa más grande del mundo, nos dejó un lago que no podemos disfrutar, con una promesa de que el costo de la energía sería menor por la afectación; no sólo Posadas, sino toda la provincia. Pero toda la energía que genera Yacyretá va a los grandes centros urbanos, que se benefician con bajos costos en los kilovatios y nosotros no vemos los beneficios”, lamentó.
Giménez indicó que muchas familias de esos dos barrios tienen tarifas sociales y, así y todo, pagaron el doble: “De unos 400 pesos, pagaron por lo menos $800. En mi caso, de 1.300 pesos me vino una boleta de 4.200 pesos, y supuestamente es sin el aumento anunciado para febrero. Dos veces fui a quejarme a EMSA (Energía de Misiones) y primero me dijeron que paguemos y que en marzo nos vendrían los descuentos de la diferencia que pagamos, pero la segunda vez que fui ya me dijeron que no, que tenemos que pagar y no habrá reconocimiento”.
“¿Cómo un trabajador que cobra 17 mil pesos va poder afrontar boletas de servicios tan altas? Es imposible mantener un hogar y pagar estas cifras de servicios. EMSA maneja la energía de toda Misiones y somos rehenes de la empresa, por eso digo que los legisladores de la provincia deben ponerse la camiseta de los misioneros y hacer algo por la gente que los votó”, expresó.