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Las cargas impositivas que deben afrontar los comerciantes mes a mes son un serio dolor de cabeza. Desde hace un tiempo, este sector se ve agobiado y, ahora, asegura que “está sobreviviendo con la última bocanada de oxígeno”. Sin embargo, el panorama para el 2019 no aparenta ser del todo alentador, ya que hasta el momento las ventas no se reactivaron y tampoco ven decisión política que favorezca al rubro empresarial.
En lo que se refiere a la carga impositiva, se puede deslizar que entre el 65 por ciento y hasta más del 70 por ciento de las ganancias (dependiendo del rubro) se destinan al pago de impuestos. Dicho porcentaje puede variar, ya que algunos pagan alquiler del local o tienen gastos extras.
A modo de ejemplo, el dueño de un local comercial que vende ropa femenina y está instalado en el centro de Posadas apuntó que “un 65 por ciento de lo que se gana es para pagar impuestos”. Agregó que “cada vez se hace más cuesta arriba afrontar todos los gastos, porque con lo que sobra, se debe reponer la mercadería y vivir”.
Por su parte, una veterinaria que cuenta con un local fuera de las cuatro avenidas detalló sus gastos mensuales. Precisó que las boletas de luz y agua suman un total aproximado de 4.500 pesos. A estos números se añaden los salarios de 22.000 pesos por cada trabajador. Además, el aporte por los empleados es de 25.000 pesos por mes (en este caso, el lugar cuenta con pocos trabajadores).
Asimismo, la profesional debe hacer frente a los impuestos a autónomos, que son unos 2.500 pesos, e Ingresos Brutos, que varía de mes a mes, pero suele alcanzar los 15.000 pesos. Igual monto se destina al pago del IVA y la tasa municipal es de 6.500 pesos mensual. Por la matrícula abona al Colegio Veterinario 6.050 pesos por dos, ya que trabaja junto a otro profesional en el mismo local. Asimismo, para el servicio de teléfono e internet destina 3.500 pesos y para la obra social del grupo familiar, unos 8.000 pesos. El servicio del contador es de 9.000 pesos por mes y los alquileres (local y depósito) suman 30.000 pesos.
Así, “por mes necesito unos 170.000 pesos sólo para cubrir gastos, pero, cada vez es más chico el margen de rentabilidad que vamos teniendo. Se debe tener en cuenta que los clientes compran menos. Para tener nueva mercadería, necesito contar con dinero en mano. Es una situación muy difícil la que estamos viviendo”, lamentó. En este caso, una parte importante de las ganancias se obtiene de las consultas veterinarias.
Baja rentabilidad
Los referentes de las cámaras de comercio que operan en Misiones también se manifestaron al respecto y brindaron un desalentador panorama del sector.
El titular de la CCIP de Posadas, Carlos María Beigbeder, aseguró que “la rentabilidad de una empresa misionera es del 3% y el 5%. Eso es todo lo que le queda a un negocio después de que paga todo”.
En tanto, el tesorero de la Cámara de Comercio de Leandro N. Alem, Luis Kotch, sostuvo que la incidencia del pago de impuestos sobre el total de ingresos “ronda el 65 por ciento más o menos, ya que se deben tener en cuenta los aportes municipales, provinciales y nacionales”. Por ello, en la composición del precio de un producto, la carga impositiva es lo más relevante.
Insistió en que “la presión tributaria es tremenda y hay que tener en cuenta que se suman impuestos sobre impuestos. Tributamos el mismo producto en todas las fases de la operación, desde el fabricante hasta el que vende”.
Asimismo, deslizó que “una ganancia neta puede rondar en el orden del 20% como mucho, si es del rubro alimentación; y si es otro, puede llegar al 30%”.
El titular de la Cámara Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá (CRIPCO), Carlos Alberto Mielniczuk, agregó que “a dichas cargas municipales, provinciales y nacionales, hay que sumarles esos impuestos que nos cobran a través de los servicios, como en la facturación de la boleta de energía o de agua. Así que se puede decir que es realmente muy alta”.
Su par de la Cámara de Comercio e Industria de Eldorado (CACIEL), Carlos Dieterle, indicó a este Diario que “de cada cosa que se pague, hay un impuesto adicional. A quienes son responsables inscriptos se les reintegra algunas cosas, pero hay cargas que no se pueden compensar o que tardan en retribuirse, entonces es allí donde se rompe la cadena del reintegro del dinero”.
Planteó que “de 100 pesos, la utilidad es 40 pesos, y con eso hay que arreglarse para reponer el producto”.
Aseveró que “la economía cambió mucho y el dinero perdió mucho valor. Por ello, los márgenes de ganancia se achicaron. Si seguimos con esta presión impositiva y damos lugar a que el Gobierno siga avanzando contra las PyME, vamos a seguir matando a quienes generan empleos”.
A la vez, el también comerciante dijo que “se debe tener en cuenta que el 99% del dinero que generan las PyME se vuelca al país nuevamente. Las pequeñas y medianas empresas son las que más brindan empleos”.
Dieterle abordó la problemática de las asimetrías que se generan sobre todo en las localidades fronterizas y advirtió que “una vez que el dinero sale del país, no vuelve a entrar”.
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Panorama poco alentador
Transcurrido el primer bimestre del 2019, los comerciantes todavía no ven luz al final del túnel.
Aseguraron que el panorama no aparenta ser muy alentador y que se genera una incertidumbre, ya que no se sabe a ciencia cierta qué pasará en los siguientes meses.
Beigbeder consideró que “es complicado el inicio del año, porque en lo personal pensé que sería igual al 2018, pero parece que se perfila para ser peor. No creo que haya un repunte todavía”.
Subrayó que “el problema es que la inflación te marca unos 50 puntos, pero la suba del salario es del 23%. Esto genera que con el pasar de los años se vaya perdiendo el poder adquisitivo; por lo tanto, año tras año la gente puede comprar menos cosas”.
En consonancia, Carlos Mielniczuk remarcó que “por ahí se esperaba que comience a moverse un poco más la actividad económica, más allá de que estos son meses con pocas ventas”.
Adicionó que “lo más complicado que tienen que enfrentar los comerciantes y los industriales es llegar a fin de mes y hacerse cargo de los costos”.
El titular de la Cámara de Eldorado, Carlos Dieterle, dijo con preocupación que “el problema será para quienes no tengan espalda para aguantar”.
Expuso que “lo ideal sería que no se siga devaluando el peso, eso ayudaría al sector”. Recordó que un punto que afecta a los comerciantes es la logística, ya que genera que los precios se eleven en gran medida. “Eso también dificulta al mercado. Muchos dejaron de traer mercadería a la provincia por esta razón”, subrayó.
Competencia desleal
Por otra parte, a raíz de la situación de crisis por la que atraviesa el país y que deja su coletazo en todos los sectores, se nota un poco más el avance de la informalidad.
Por ello, algunos comerciantes decidieron, por ejemplo, dejar de abonar el monotributo y los impuestos de Rentas. “No tenía suficiente ingresos y tuve que dejar de abonar algunas cosas, ahora sólo pago el impuesto municipal”, dijo un comerciante que tiene un pequeño local de venta de mercaderías en el interior de Misiones.
Detalló que “la venta está muy caída porque la gente se rebusca y va a los mayoristas, entonces los comercios chicos perdemos mucho”.
En cuanto a los gastos mensuales que tenía, deslizó que al contador destinaba 1.000 pesos, a Rentas 180 pesos, el monotributo 1.300 pesos y la Municipalidad 125 pesos.
“Era poco más de 2.600 pesos, pero representa mucha plata para un comercio de pueblo y que es chiquito”, aseguró.
Al respecto, Kotch apuntó que “se debe tener en cuenta que la gente no va a bajar los precios por más que deje de pagar impuestos. Eso se debe a que está tratando de subsistir y por eso sigue cobrando lo mismo que antes nomás; con la diferencia de que no emite ningún tipo de facturación”.
Dicha situación genera malestar en el resto de los comerciantes que todavía tratan de seguir adelante con lo último, ya que aseveran que hay una competencia desleal.
El tesorero de la Cámara de Comercio de Alem indicó que “las PyME industriales necesitan producir. El sector está agonizando. Esperan que algún momento cambie la situación. Para salir adelante, están tomando créditos en los bancos, por lo que trabajan a pérdida, sólo con la idea de subsistir. Y muchos hacen una red de compras, así pueden tener precios competitivos y seguir en el mercado”.