En el módulo A del presidio, el efectivo del SPP fue tomado como rehén por este sujeto que le colocó un elemento punzante en el cuello y lo sujetó por la espalda, y a los gritos exigió una serie de beneficios inmediatos, sino “degollaría” al guardia.
Labores de contención, la colaboración de los demás reclusos y el operativo del equipo especializado para la contingencia GIEP, lograron en pocos minutos que el interno desistiera de su intento y entregara al agente penitenciario sin heridas, además de ponerse a disposición de las autoridades.
Jefes y directores del SPP se trasladaron de inmediato hasta la Unidad Penal para ponerse al tanto de lo sucedido y las medias respectivas a tomar.
No se registraron lesionados, aunque distintas fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN coincidieron en que el momento fue de máxima tensión y se destacó el arrojo de dos guardiacárceles que evitaron que el recluso cumpliera con cualquiera de sus amenazas, tanto de producirle cortes con la “chuza” al agente como literalmente degollarlo.