Pocas imágenes deben ser más horrorosas que las de una beba de once meses con el rostro masacrado de golpes, con similares hematomas por el resto de un cuerpo que aún no superaría los diez kilogramos, que muestra quemaduras similares a las que provoca un cigarrillo. Y tal vez nada provoca mayor desesperación que la sensación al tacto de su cráneo quebrado, que no tiene pulso en cuello y brazos y que de su boca no se perciba ni el más mínimo hálito.
Una de las pediatras del Hospital SAMIC obereño fue la que enfrentó el viernes pasadas las 23 la dramática situación cuando de los brazos de una adolescente de 15 años llegó a la guardia una beba de once meses sin signos vitales y con lesiones correspondientes a haber sufrido una golpiza, presuntamente agravada por el ensañamiento de la tortura con quemaduras y cortes.
La madre, casi una niña, arribó al centro se salud acompañada de su pareja o concubino de 19 años, quien asumió la responsabilidad como padrastro de la criatura a la que los múltiples intentos por reanimarla no fueron suficientes, por lo que se confirmó el deceso a los pocos minutos y dio aviso (como indican los protocolos) a las autoridades policiales ante la evidencia de una muerte traumática.
De inmediato intervino la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional II, se informó al Juzgado de Instrucción 1 de turno y se envió el cuerpo a la Morgue Judicial de Posadas, para que se practique la autopsia que determine la causa de muerte, pero que detalle todas las heridas y lesiones sufridas y si en la criatura quedaron rastros de intoxicación.
En cuanto a primeros sospechosos, tanto el padrastro como la madre de la beba, fueron demorados y puestos a disposición de la jueza Alba Kunzmann de Gauchat en condición de detenido y demorada, respectivamente.
Casi doce horas después, pasado el mediodía de ayer, se sumó el tercero de los sospechosos, otro menor de edad y hermano del padrastro. Este adolescente de 14 años fue encontrado en la vivienda de Villa Lindstrom, donde hace diez días, según detallaron los vecinos a los investigadores de la UR-II residía también la víctima y sus padres.
La notificación de la defunción de la beba a la Comisaría de la Mujer fue acompañada con el registro que hace 44 días la menor había sido atendida y curada de un traumatismo de cráneo, que los mismos tutores o guardas aseguraron se produjo por un accidente de tránsito en el que del automóvil en que viajaban salió despedida la beba y se golpeó la cabeza.
De acuerdo a consultas realizadas por PRIMERA EDICIÓN a fuentes de la investigación, los peritajes a la vivienda fueron positivos en cuanto a evidencia para clarificar lo sucedido. Voces de la pesquisa fueron determinantes y replicaron que la beba sufrió una golpiza sin calificativo que lo describa, y que los golpes a víctima tan indefensa, pudieron haber sido propinados sin elemento u objeto contundente.
Además consignaron que hay rastros en el cuerpo idénticos a quemaduras de cigarrillo. El parte del SAMIC consignó que “a las 22.35 del viernes ingresó sin signos vitales una menor con fractura de cráneo, hematomas en evolución en el rostro y resto del cuerpo, posibles quemaduras de cigarrillos en la pierna izquierda y laceraciones en la región interescapular (espalda)”.
Perfiles borrados
La pesquisa para develar cómo y quién o quiénes cometieron el macabro crimen aguarda resultados de varias pericias. Identificar sus movimientos en redes sociales de Internet, por ejemplo, es uno de los puntos que resultará duro escollo ya que, tanto la adolescente de 15 años y madre de la beba Rita Sofía, como su concubino de 19, eliminaron aparentemente sus registros de perfiles en facebook.
Se presume que fueron borrados ayer y antes que fueran demorados formalmente en la Comisaría de la Mujer de Oberá y puestos a disposición de la jueza de Instrucción 1, Alba Kunzmann de Gauchat.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN adelantaron que durante la mañana y hasta pasado el mediodía de ayer en la vivienda de Villa Lindstrom donde residían varias personas, entre ellas los tres involucrados, peritos de la división Criminalística de la Unidad Regional II requisaron el inmueble y recogieron rastros y elementos como posible evidencia, que serán analizados para determinar la mecánica del ataque y si fue, como se sospecha con mucho peso, en la misma casa que presuntamente alquilaban hace diez días.