Hace una semana, ni bien cayó el sol, entró a la redacción un cable de noticias con la información de un doblete misionero a más de 11 mil kilómetros de distancia. Era Franco Mazurek, el exCrucero y Boca, haciendo de las suyas. El misionero anda rompiendo redes en Grecia, la tierra de los dioses.
Nacido en 1993 en Puerto Rico, Franco hizo inferiores en Boca, debutó en Primera en un breve paso por Crucero del Norte y siguió su carrera en Colón de Santa Fe y Palestino de Chile, entre otros. Después desapareció un poco del radar de los medios y claro… estaba bien lejos. Allá, en la tierra donde comenzó la civilización occidental, tal cual se la conoce.
Desde allá, vía Whastapp, se prestó a un mano a mano con EL DEPORTIVO para contar cómo es la vida a más de un océano de distancia de su Misiones natal: cómo se las arregla para conseguir yerba para el mate, las diferencias del fútbol griego con el argentino y a qué equipos locales sigue como si estuviera acá. Un misionero, el elegido de los dioses.
Franco, ¿cómo es la vida en Grecia?
Es muy tranquila, no tenemos una vida de salir. Tenemos entrenamiento a diez minutos en auto, voy y vengo. Al principio me costó adaptarme por el tema del idioma y porque no hablaba nada de inglés, nada de griego, que la verdad es muy complicado. Después me pude ir adaptando.
¿Es difícil el griego?
La verdad que es muy difícil, pero se van aprendiendo palabras y después de casi dos años se entienden las conversaciones. Es muy difícil hablarlo pero por ahí lo entendés, lo vas entendiendo de a poco.
¿En qué ciudad estás viviendo?
La ciudad se llama Agrinio, está a dos horas y media de la capital Atenas en auto, hacia el noreste. Es todo autopista. No es una muy ciudad grande y no hay muchas cosas para hacer. Tiene algo así como 100 mil habitantes.
Entre entrenamiento y partidos, ¿tuviste algo de tiempo para hacer turismo?
Sí, tuve la suerte de conocer varios lugares, varias playas. Vivo a una hora y media en auto de una de las islas más lindas de acá, que es Lefkada. Igual Grecia tiene varias playas que son hermosísimas. Después también pude conocer Mykonos y Santorini, que son las islas más famosas de acá de Grecia; también Atenas, el Partenón y Salónica, que también tiene muchas cosas históricas. La verdad que, en general, es un país muy muy lindo. En invierno hay centros de esquí muy lindos, las montañas, pero es más recomendable en verano por las playas, que son increíbles.
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¿Extrañás Misiones?
La verdad que sí, extraño muchísimo Misiones. Cada vez que tengo un tiempito me voy para allá a visitar a mis amigos, a mis papás, a mis hermanos que están allá. Por ejemplo, en Navidad tuve cinco días y me fui para allá. Tengo dos días de viaje nada más y me voy por cinco, seis, así que apenas tengo un tiempito me voy para allá.
Ahora que estás lejos, ¿sos de tomar mate o tereré los días de calor?
Tomo mucho mate, a la mañana y a la tarde, tereré en verano más que nada.
¿Cómo conseguís la yerba?
La tengo que pedir por internet a España y me la mandan. Así que pido en cantidad y ya la guardo por un tiempo. Sale 450 pesos el paquete de un kilo, sin el envío.
Muy caro…
Sí, pasa que también te cobran el envío, entonces todo te sale mucho más caro.
¿Son piolas los griegos?
La verdad es que son muy muy piolas. Yo me hice algunos amigos de acá y a veces me invitan a comer a la casa, todo en familia. O por ahí un domingo que tengo libre vamos a comer a algún lado, la verdad que desde que estoy se portaron muy bien conmigo. Los griegos se portaron bien con Franco desde que llegó hace casi dos años y él lo retribuye en el lugar donde se hace entender mejor: en la cancha. Con la camiseta del Panetolikos FC está sexto en la Super Liga, la Primera División del fútbol griego.
¿Cómo fue la adaptación?
Me costó. Igual somos tres argentinos, un uruguayo, como cinco brasileros, algunos portugueses, entonces se hace un poco más fácil, más llevadero. El técnico es griego y habla bien español, entonces este año se me hizo un poco más fácil (N. de R. se trata de Ioakeim Makis Chavos, exdefensor del Olympiacos, entre otros clubes).
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¿Cómo te fue esta temporada?
Por suerte pude jugar muchos partidos. Pude meter goles, llevo 23 partidos y siete goles esta temporada y cuatro asistencias, así que también en ese sentido de números la verdad que me está yendo muy bien.
Habíamos leído que Osmar “Malevo” Ferreyra es ídolo en Panetolikos…
No sé si ídolo, pero lo quieren mucho. No sé si estuvo un año, año y medio, pero lo quieren mucho y le fue bastante bien.
¿Quiénes son los otros argentinos que están en Grecia?
Nicolás Maná es uno de ellos, él jugó conmigo en Boca; y también Adrián Lucero, que está hace varios años acá en Grecia. En Argentina jugó en Racing, en Newell’s y en Olimpo de Bahía Blanca.
¿Cómo les está yendo con el Panetolikos en el campeonato?
No estamos jugando ninguna copa. Este equipo nunca había entrado en algún torneo internacional, pero siempre estuvimos cerca. El año pasado estuvimos a cuatro puntos y ahora también estamos a cuatro puntos de Aris, que es un equipo grande, y quedan seis fechas todavía para intentar entrar a la Europa League.
¿Qué diferencias ves entre el fútbol argentino y el griego?
No hay tanta diferencia con el fútbol argentino. Los equipos griegos tienen mucho ritmo, presionan, hay jugadores con muy buena técnica y los equipos grandes sacan diferencia porque tienen plantillas que valen millones de euros, como por ejemplo el Olympiacos, que tiene a Yaya Touré, que jugó mucho tiempo en el Manchester City. Los equipos grandes se refuerzan con jugadores y pagan muchísima plata. Me tocó jugar contra él cuando enfrentamos al Olympiacos…
¿Cuándo se termina tu contrato en el Panetolikos?
Mi contrato vence en junio y la verdad es que todavía no tengo nada concreto, pero me gustaría quedarme en Europa algún tiempo más.
¿Seguís al fútbol argentino?
La verdad que sí, miro bastante fútbol argentino. Miro a los amigos que jugaron conmigo, miro a Colón de Santa Fe, donde jugué; lo sigo a Boca; a River. También lo sigo a Crucero del Norte, tengo un amigo ahí que jugó conmigo y varios conocidos en el club. Tengo un cariño muy grande por Crucero, porque me dio la posibilidad de debutar en Primera División. Por eso al Colectivero le deseo siempre la mejor de las suertes. Esperemos que vuelva pronto, primero al Nacional B y ojalá que algún día vuelva a estar en Primera y se mantenga por muchos años, porque la verdad que es un club muy lindo y con mucha gente buena.