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El malestar y la bronca fueron los protagonistas entre la noche del lunes y la madrugada del martes, cuando miles de usuarios de Misiones quedaron varados en las paradas de colectivos tras el paro convocado por la Unión de Tranviarios Automotor (UTA). Los vecinos, reclamaron que algunas unidades dejaron de operar antes del horario establecido, por lo que la situación fue un poco más caótica.
La medida de fuerza, que alcanzó a las empresas de corta y media distancia, fue convocada a nivel nacional por el gremio luego de que fracasaran las negociaciones entre la Federación de Empresas de Transporte de Colectivos de Pasajeros y el Ministerio de Producción y Trabajo.
La interrupción del servicio se extiende desde las 22 hasta las 6 y se repetirá hasta el jueves, día que está acordada la audiencia con la cartera nacional. En caso de no llegar a un acuerdo, desde el gremio anunciaron que la protesta se profundizará.
La suspensión del servicio generó que los usuarios debieran rebuscar la manera para retornar a sus hogares. En la ciudad capital se notó una mayor cantidad de afectados durante la noche del lunes, momento en que muchos trataban de regresar a sus casas. En tanto, en la jornada de ayer a la madrugada el movimiento fue escaso, ya que era asueto por el día del patrono San José Obrero.
Una situación diferente se vivió en el interior de la provincia. Allí la actividad comercial, educativa y administrativa siguió su curso diario. Eso provocó que el impacto sea mayor y los usuarios tuvieron que tomar previsiones para llegar a sus puestos laborales.
Desde Oberá señalaron que “la medida complica sobre todo a los que ingresan a las 6 y no tienen movilidad propia”. En este caso, los más damnificados fueron los trabajadores del Hospital SAMIC y la Cooperativa Eléctrica, entre otras entidades ya que inician sus tareas a las 6.
En Apóstoles se produjeron retrasos en los servicios desde las 5 de la mañana, por lo que usuarios esperaron por las unidades que se dirigen a Alem, Oberá o el norte de la provincia. “Tuve que retrasar la llegada a Oberá porque siempre tomo este colectivo”, dijo un estudiante. Los mayores afectados fueron trabajadores rurales, docentes y alumnos.
En cambio, algunos usuarios del servicio de media distancia decidieron suspender sus viajes y pasarlo para la semana próxima, una vez que se solucione el conflicto entre las partes.
En tanto que en Puerto Iguazú, el paro del transporte urbano de pasajeros afectó en la noche del lunes a los usuarios que no estaban informados de la medida, entre ellos los turistas que debían trasladarse desde la zona turística del Hito de las Tres Fronteras hasta los hoteles ubicados en el acceso a la ciudad.
Durante la jornada de ayer por la mañana los usuarios pudieron trasladarse sin dificultades desde minutos antes de las 6. En ese sentido, desde las empresas de remises y taxis indicaron que el paro del transporte no benefició en importancia ya que el horario no fue muy extensivo. Según algunos usuarios consultados, desde las 5.45 algunas líneas ya comenzaron a circular por las distintas paradas de los barrios Villa Alta, Belén y Las Leñas.
En Eldorado la ciudad mantuvo una actividad organizada de acuerdo al horario de paro de los colectivos. Así en el caso de los turnos laborales se determinaron ingresos a partir de las 20 y el horario de salida desde las 6, momentos en los que sí hubo colectivos. En tanto que las escuelas nocturnas debieron optar por adelantar las salidas de los alumnos y profesores antes de las 22, para poder llegar a los últimos circuitos urbanos.
Grupo Z, sin consideración
En Posadas, los más afectados fueron los trabajadores y los estudiantes, quienes se vieron obligados a salir antes de sus puestos laborales o de las clases para alcanzar un colectivo que los acerque a sus barrios. No obstante, otros tuvieron que caminar o buscar otro medio para retornar a sus hogares.
En el caso de Posadas, Garupá y Candelaria, que integran el sistema metropolitano, los usuarios son plenamente rehenes del monopolio del Grupo Z, ya que es dueño de las líneas que operan en los municipios.
Por lo tanto, una vez más reinó la voracidad y la falta de sensibilidad de Don Casimiro hacia los usuarios; ya que además los dejó ayer sin servicio de tren internacional que une Posadas con Encarnación.
Al ser un día inhábil en la ciudad, la empresa debe hacerse cargo del jornal de los empleados de Aduana, pero se rehúsa a pagar.
En relación a los urbanos, Fernando Cáceres de la chacra 189, dijo: “No puedo salir antes de las 22 del trabajo; voy a caminar unas ocho avenidas porque no tengo otro medio para moverme. No sé cuánto voy a tardar en llegar a casa. Es indignante esta situación”.
Como medida de seguridad, las escuelas de turno nocturno decidieron que sus alumnos se retiren antes de las aulas. Un caso puntual fue el de la Martín de Moussy. Al respecto, la directora del establecimiento, Gladys Ledesma, indicó a PRIMERA EDICIÓN que “a los chicos del turno noche se les dejó salir 15 minutos antes para que lleguen bien a sus casas”.
Jacqueline Tomsich, del Centro de Estudiantes de la Facultad de Exactas (UNaM) sostuvo: “Lo ideal sería que las unidades estén en funcionamiento, pero que no se cobren los pasajes; así se vería afectado el empresario y no el usuario”.