
Luego de difundirse la noticia del docente y exalumno que repararon una parada de colectivo ubicada sobre Rademacher casi Maipú, los usuarios del sistema de transporte continúan encontrándose con las muestras de abandono y falta de inversión por parte del sector empresarial para mejorar la calidad del servicio en general.
Otro refugio se encuentra completamente tirado sobre la vereda de la avenida Francisco de Haro, a media cuadra de Almirante Brown, casi como en un olvido sin poder cumplir su función de cubrir a los usuarios de las lluvias o el fuerte sol.
Según aseguraron los vecinos del barrio la estructura se encuentra tirada desde hace más de un mes, pese a que realizaron varios reclamos al concesionario para que vuelva a instalarla como corresponde.
Nilda Báez, jubilada, comentó, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, que “es muy triste ver como todos los días de lluvia la gente no encuentra dónde meterse mientras espera el colectivo, porque ni siquiera hay un comercio cerca que tenga un techo grande”.
“Este refugio es muy necesario porque es ocupado por chicos que concurren a la Escuela Nº 250 que se encuentra aquí cerca”, remarcó Báez y agregó: “Además no se entiende por qué la empresa decidió cambiar el lugar de la parada (antes se encontraba sobre la misma avenida pero en la intersección con la calle Luchessi), porque donde estaba anteriormente era más práctico para los chicos ya que se bajaban del colectivo a una cuadra del establecimiento. Ahora tienen que caminar más cuadras sobre la avenida con lo peligroso que resulta, ya que estamos hablando de chicos de corta edad”.
Cansados de esperar
Los vecinos también cuestionaron la falta de respuesta por parte de la empresa ante los pedidos de arreglos de la parada.
“Cuesta mucho ser atendido por ellos, encima cuando se dignan a contestar tampoco brindan una solución concreta porque no fijan fecha ni horario de arreglo, o algo por el estilo, sólo contestan que están al tanto de la situación y hay que esperar”, señaló visiblemente indignado un comerciante que se ubica a pocas cuadras de la parada en cuestión.
Otro usuario, mientras aguardaba el colectivo bajo la sombra de un árbol alejado de la parada, opinó: “Da bronca usar el servicio en estas condiciones porque el precio que pagamos por el boleto es muy caro, inalcanzable para la gran mayoría de familias trabajadoras. Hacen presión por la plata que dicen que necesitan pero nadie sabe si es tan así, y consiguen subir cuando quieren el precio del pasaje, pero al menos si se viera que cada tanto la empresa invierte dinero para arreglar las unidades o las paradas uno aceptaría pagar con mayor razón. Pero eso nunca se ve”.
“No son muchas las líneas que pasan por esta avenida, pero sí son muchas las personas que dependemos de los colectivos que pasan por acá, por eso las empresas deberían dar una mínima muestra de preocupación por los usuarios, teniendo en condiciones óptimas algo tan básico como un refugio para los días de tormentas. Creo que estamos acostumbrados a esperar soluciones, algo tan complicado como aguardar un colectivo que nunca llega”, expresó J. Samaniego, mientras esquivaba en su paso al refugio que tirado en la vereda se convirtió también en obstáculo para los transeúntes.