El Jardín Botánico “Alberto Roth” es uno de los lugares emblemáticos de la capital provincial y, hace pocos días, cumplió 38 años. Poco a poco va recuperando el protagonismo que tuvo en sus inicios, sumando conocimiento académico, con proyectos ambiciosos que van más allá de los nombres y que apuntan a la conservación e investigación de especies.
PRIMERA EDICIÓN entrevistó a Verónica Jaku, quien es la directora del Jardín Botánico y explicó que “el Jardín Botánico antes era una división dentro de Espacios Verdes de la Secretaría de Servicios Públicos. Ahora se jerarquizó el espacio, se creó esta nueva Unidad de Gestión Jardín Botánico con el rango de Dirección y depende de la Secretaría de Planificación Estratégica y Territorial”.
La funcionaria indicó que ello mejoró la asignación de recursos, ingresó en una mirada de planificación estratégica en la ciudad y se articula con otras áreas e instituciones. “Fue la decisión del intendente Joaquín Losada de jerarquizar el Jardín Botánico desde el organigrama municipal, desde la autorización y aprobación de acciones para poner en valor el predio”.
¿Cómo trabajan en el Botánico?
Un jardín botánico tiene que trabajar sobre tres pilares fundamentales: la conservación, la investigación y la educación ambiental. También de ahí se desprenden las actividades turísticas, culturales, socio-comunitarias.
Para poder desarrollar esas tres “patas” y, a raíz de que la EBY transfirió el predio nuevo de 19 hectáreas más las 11 hectáreas del casco histórico llegamos a 30, eso nos obligó a firmar un convenio de cooperación científico-académica con la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), específicamente con las facultades de Ciencias Forestales y la de Ciencias Exactas Químicas y Naturales; y la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la universidad para desarrollar todo lo que es investigación.
Todos los que son proyectos de investigación los está planificando y pronto a ejecutar la UNaM.
¿Cuándo comienza a funcionar como Dirección del Jardín Botánico?
Desde mayo de 2017. A partir de allí estamos trabajando sobre los tres pilares como ejes y se comenzó con el reordenamiento y refacción edilicia del casco histórico. A través de la ayuda de un equipo de Exactas de la UNaM, coordinado por la profesora Rodríguez, se está trabajando también en la recuperación de suelos, algo que está muy degradado por la erosión hídrica.
Además, la restauración del ambiente de la selva paranaense, porque el botánico antes limitaba con el arroyo Zaimán entonces, las características biológicas de la vegetación estaban determinadas por ser lindantes al arroyo. Y se perdieron distintos estratos de ese ambiente natural.
Entonces, se está recuperando, con este equipo de investigadores. Se diseñaron circuitos de recorrido, senderos, para ordenar el tránsito del botánico, que la gente no camine por cualquier lado sino que camine por esos senderos que no tienen que contribuir a la erosión del suelo.
Teniendo en cuenta las curvas de nivel se fueron trazando a “contrapelo” de esas curvas para evitar que el agua siga lavando el suelo.
Así, se programaron tres circuitos: Superior (baja dificultad), Medio e Inferior (alta dificultad), que tienen que ver con la distancia, longitud del sendero, recorrido y accidentes geográficos con los que se encontrará el visitante.
La puesta en valor del caso histórico tiene que ver con esas mejoras y la reorganización de las distintas funciones del botánico.
¿Y qué proyectos se desarrollan en el Centro de Investigación?
Se está trabajando en el desarrollo de proyectos junto a la UNaM y en un plan de zonificación de la parte nueva, que deberá ser forestada completamente con un determinado criterio.
La idea es recrear los distintos ambientes fitogeográficos de la provincia, campos del sur, distrito del Urunday, selva paranaense, entre otros, para que el visitante que venga a Misiones, o los chicos de la escuela o la comunidad, a visitar el botánico ya sabrá con qué se encontrará cuando empiece a transitar la provincia, esa es la propuesta.
Estamos sujetos al ciclo natural del crecimiento de las plantas, no las vamos a ver el año que viene y en ese sentido está colaborando la Facultad de Forestales que deberá proveernos los plantines rustificados para el lugar.
¿Cuál sería la otra “pata” de trabajo?
El otro gran eje de trabajo es avanzar en un Plan de Manejo del Botánico para el cual se convocará a distintos sectores de la comunidad para que sirva de herramienta base de cualquier gestión.
Así, no importará que cambiemos de intendentes porque el Jardín Botánico tendrá un eje rector de cómo deberá manejarse y eso le dará sustentabilidad al proyecto.
¿Tienen contacto con otros municipios que tengan o buscan tener un jardín botánico?
Sí, con San Pedro, Oberá, Eldorado y San Vicente, para afianzar una red provincial de jardines botánicos. Por otro lado, estamos trabajando en una Ley de Jardines Botánicos, porque la Ley Provincial de Reservas Naturales contempla cinco categorías de áreas protegidas, pero los botánicos no se ven reflejados en ninguna de esas categorías, porque en la Ley contempla a los botánicos en las instancias de conservación y educación ambiental, pero deja afuera lo que es investigación, que es clave en un botánico.
Es por ello que consideramos clave impulsar una nueva ley, específica de jardines botánicos.
En la red argentina de jardines botánicos estamos en Posadas “Alberto Roth” y en Eldorado Selva Misionera, que lo gestiona la Facultad de Forestales. Son los dos que reúnen los requisitos de la red Argentina y la red Internacional.
Hay otros municipios que tienen proyectos incipientes o ya están trabajando de alguna manera con sus jardines botánicos pero no están inscriptos en la red: San Vicente, Oberá y San Pedro, que tienen proyectos avanzados.
La UNaM tiene un proyecto, que nosotros acompañamos y que consiste en crear un jardín botánico por municipio. De esa manera se evidencia la importancia que tienen los jardines botánicos para las ciudades, son pulmones verdes que conservan la biodiversidad local y eso repercute en la calidad de vida de los vecinos.
¿Cuándo se sumó la UNaM?
La universidad se sumó desde junio de 2017, con la planificación y todo este proceso de instalarse y equipar el lugar, porque el Centro de Investigación tiene un invernadero de 30 x 60 metros, que debe ser equipado con mesadas de trabajo, tecnología. Tienen previsto un proyecto de hidroponia donde todo el tema de riego e iluminación está manejado a través de internet, mediante un celular.
¿Cómo encontró el Botánico?
Cuando llegamos el botánico estaba en muy buenas condiciones por el trabajo del personal, algunos de ellos hace 18 años, en su momento a cargo de Marta Aguirre, y ahora a cargo de Claudio Aguirre. Ellos hicieron un sacrificio enorme, muy destacable, porque prácticamente no tenían recursos y consiguieron mantener un lugar en el que al menos se podía transitar.
El deterioro del botánico se dio por muchas cosas, no se lo dimensionaba con el potencial que tiene. De la gestión anterior y la actual hubo iniciativas buenas pero si eso no se sostiene y volvemos a empezar estamos siempre parados en un punto cero. Por eso necesitamos un Plan de Manejo, de gestión integrada y que quien venga siga con los lineamientos.
¿Qué cantidad de especies tiene el Botánico?
Irma Insaurralde y Manuela Rodríguez, hicieron un relevamiento hace años del Botánico y allí se identificaron 308 especies de las cuales un 70% son nativas y el resto exóticas. En el recorrido de los senderos hay al inicio un mapa y carteles que identifican las especies, las de color verde nativa y las de naranja exóticas.
Trabajan en el Botánico quince personas distribuidas en tareas administrativas, operativas, conservación del predio. Funciona en el horario de 7 a 19, de lunes a viernes.
Cuando se firmó el convenio con la UNaM se formó un consejo consultivo, con tres integrantes de universidad y tres del municipio. Lo que va a suceder en el botánico se pone a consideración del Consejo, ahí consensuamos si es viable o no, qué impacto generará la actividad.
Es articulado con otras áreas intramunicipios y extramunicipios con distintas organizaciones y mixto en cuanto a la financiación. Apuntando a las donaciones, padrinazgo, becas, subsidios, desplegar un abanico de aptitudes.
Donantes del Botánico
“Se firmó un convenio con la UNaM para desarrollar un programa de Donantes del Botánico. El mismo en que la UNaM será la que gestione ese fondo y cualquier persona o empresa podrá donar parte del impuesto de Ingresos brutos al Botánico”, indicó Jaku.
Al estar administrado por la UNaM generará mayor confianza, transparencia y tendrá un mecanismo que socializará los proyectos que se van a desarrollar donde cada uno podrá optar por donar al proyecto que más le guste y cada tres meses se hará una rendición de cuentas al cual el donante sabrá adónde fue su plata. A nivel mundial los botánicos se financian con el 40% de donaciones.