
En la valija cargaron unas camisetas, algunos pantalones, un par de zapatillas… y sus ilusiones. Micaela Villalba y Guadalupe García son jugadoras del equipo de fútbol femenino de “Las Globitas” y hoy se embarcan hacia el predio de la AFA en Ezeiza, donde entrenarán con la selección argentina Sub-20 bajo las órdenes de Carlos Borrello. Un sueño para las chicas de Rocamora. Un sueño de Selección.
Micaela tiene 18 años, cursa el quinto año del secundario en la Normal 10 de Posadas y juega a la pelota desde siempre. Es la única mujer en una casa llena de hermanos varones, por lo que patear una pelota era casi una obligación. Su tía Verónica veía como jugaba con varones y lo emocionada que se sintió cuando el equipo de fútbol femenino de Huracán fue a jugar a su barrio. “Me gustó mucho cómo jugaron las chicas”, contó a EL DEPORTIVO. Entonces, hace ya seis años, la tía la llevó para que pruebe. “Me gustó y empecé a entrenar”, recordó Mica, que juega en la defensa, de 2.
Guadalupe, por su parte, tiene 16 años. Cursa 4º en el CEP 4 y juega desde hace un año, cuando siguió a su hermana. Es 9 y también se entrena como arquera. “Me gusta más el arco”, reconoció. Guada jugaba en el barrio y un día su hermana Camila habló con el entrenador de “Las Globitas”, “Chino” Torres y le preguntó si quería ir a entrenar. Guada se sumó, pero como iba al colegio a la tarde, se le complicaba el horario de entrenamiento, pero el DT habló con ella y se organizaron: entrenaban a la mañana junto a otro par de chicas que no podían hacerlo por la tarde. “Ahí me fui formando”.

La primera prueba
Poco después de que se sumó Guada llegó la primera prueba en Reconquista, Santa Fe, para ser parte de la selección. Mica también integró esa delegación que fue a probarse con el sueño de vestir la celeste y blanca.
Las chicas pasaron la prueba y volvieron a Misiones con el objetivo de seguir entrenando para un segundo llamado, que llegó en enero pasado. Esta vez, el destino era el predio de la AFA. ¿Cómo fue entrenar en el lugar donde lo hicieron tantos grandes como Messi o Maradona, sin ir más lejos? “Fue un sueño. Fue hermoso ver todo”, dijo Micaela. “Fue una emoción porque no cualquiera llega y la experiencia no te la quita nadie”, agregó Guadalupe.
En un primer momento les avisaron que no iban a poder entrenar en la cancha principal, sino que debían hacerlo en las auxiliares. La excusa era que se debía cuidar el pasto. “Fue algo machista, como que las chicas no íbamos a poder”.
Pero después, quizá por los vientos de cambio que soplan, dieron de baja esa orden y pudieron pisar el césped que pisan los grandes. “Era como un sueño. Entramos a los vestuarios y después nos dejaron entrar a la cancha y fue donde se definieron las pruebas”, indicaron.
Allí tuvieron contacto con Carlos Borrello, el experimentado entrenador de las selecciones argentinas de fútbol femenino. “Se nota que es buena persona y cuando fuimos a Reconquista halagó mucho a nuestro entrenador por el trabajo que realizó durante todo este tiempo”.
Un llamado más
Después de ese selectivo en Ezeiza, otra vez sonó el teléfono de las chicas misioneras: debían volver a Buenos Aires porque el cuerpo técnico quiere verlas de nuevo. Hoy se suben a ese sueño. Del 26 al 29 entrenarán con varias chicas de otras provincias bajo las órdenes del DT. “El viernes nos van a comunicar si seguimos”.
Tienen la emoción a flor de piel. A diferencia de lo que ocurrió con otros selectivos a los que fueron, esta vez la AFA les mandó los pasajes, cuando se bajen en Retiro las va a buscar el micro de la Asociación del Fútbol Argentino y ya les avisaron que les van a dar la ropa de entrenamiento con los colores que más amamos: el celeste y blanco.
“Estamos re emocionadas. Es cumplir un sueño. No cualquiera llega a la Selección”, repitieron. En esa valija va mucho más que ropa. Van un sueño y una ilusión. Viaja un sueño de Selección.