Los jueces posadeños afiliados al Sindicato de Árbitros de la República Argentina (SADRA) solicitaron, a través de una nota al Consejo Directivo, un aumento del 55 por ciento, pero los clubes respondieron que sólo iban a otorgarle un 10, lo que representa unos 3.300 pesos para la terna arbitral por partido (de primera y reserva).
En el torneo anterior, una terna cobraba de arancel de 2 mil pesos por partido de primera de los cuales mil pesos era para el árbitro principal, mientras que los asistentes se llevaban 500 pesos cada uno. Y otros mil para la reserva (500 para el juez principal y 250 para cada asistente)
El objetivo del pedido era alcanzar una recomposición que lleve el arancel a 4 mil pesos. En un comienzo se mostraron dispuestos a comenzar el certamen con un arancel de 3.600, un dinero que recibieron los que dirigieron las finales del Anual Clasificatorio, pero la Liga se plantó en 3.300.
El inicio del torneo posadeño está garantizado para este fin de semana, pues la Liga contará con la presencia de la Asociación Misionera de Árbitros, que conduce Gastón Ramírez, y es una escisión de SADRA.
La dificultad que se puede plantear en el futuro es ¿qué va a pasar cuando comience los torneos de la primera B, C, femenino e infantiles?, ya que la Asociación Misionera no tendría la cantidad necesaria de jueces para dar cobertura a la demanda.