La “Academia” empató con Tigre en Victoria 1 a 1 y tras el empate de Defensa en Varela, se consagró campeón de la Superliga Argentina de Fútbol. Augusto Solari marcó para Racing y Lucas Rodríguez sentenció la igualdad definitiva para Tigre.
El equipo de Eduardo “chacho” fue el mejor de punta a punta, con algunos partidos de alto vuelo futbolístico, otros jugando mal pero siempre sumando y solo perdió dos partidos en 24 fechas.
A los 36 años, Licha se da el gusto que tanto buscó. Como Diego Milito, volvió de Europa y es campeón. Un título al que le puso su sello con sus goles, su jerarquía, su templanza y su manejo de los momentos, como cuando tomó el toro por las astas después de los porrazos con River.
Un gran premio, además, para el “Chacho”, que armó un equipo fiel a su estilo, que también lo supo enderezar después de esos golpes y que -salvo excepciones- jamás perdió su esencia. Y así salió a jugar en la cancha de Tigre: con personalidad, presencia, determinación y fútbol. Así se puso 1-0 y así aguantó el embate final del local (más allá del 1-1).
Las atajadas de un internacional como Arias, las trepadas de Selección de Saravia y Mena, la solvencia de Sigali y Donatti, el cerebro del chileno Díaz, la rueda de auxilio de Nery Domínguez, la joyita de Zaracho, la inteligencia y pegada de Pol Fernández, la influencia -vaivenes mediante- de Neri Cardozo, el gol del campeonato -y mucho más- de Augusto Solari, la clase de Cvitanich, el amor propio de Cristaldo y el granito de arena de cada uno para esta consagración.
Racing fue por esta vuelta y la consiguió. Le apostó todo y se recuperó de todo (Centurión gate incluido). Lo hizo con una campaña espectacular porque no es fácil ganar 18 partidos sobre 24 en el fútbol argentino (además, acumuló cuatro empates y dos derrotas). Nadie le regaló nada.
A pesar de todo, gran campaña de Defensa
El Halcón de Varela empató con Unión de Santa Fe y terminó con su ilusión de jugar un mano a mano con Racing por el título de la Superliga. Fue 1 a 1 en Florencio Varela con goles de Matías Rojas para el local y Augusto Lotti para el “Tatengue”.
Defensa y Justicia tiene que tragar la tristeza rápido y levantar la cabeza porque hizo un campañón, a pesar de que se le escapó el título. Con un plantel de bajo presupuesto, pero con un juego colectivo para aplaudir, le dio pelea de igual a igual hasta el final a un grande como Racing. El empate en Varela contra Unión no alcanzó para nada porque la Academia también igualó en Victoria y el campeonato, automáticamente, se fue para Avellaneda. ¡Dale campañón!
La bronca también la mastican los jugadores de Unión, que con el triunfo se clasificaban a la Copa Sudamericana. Sin embargo, esa pelota que se le escurrió de las manos a Nereo Fernández le puso suspenso, al menos, hasta la fecha que viene.
Fuente: Diario Olé.