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Los llamados “Soldados” del Primero Comando da Capital (PCC) de Brasil fueron trasladados a dicho penal por varios incidentes de distinta magnitud e intentos de amotinamientos en las cárceles de San Juan, Misiones, Concepción y Coronel Oviedo. En esta última, el 8 de marzo de este año, los reclusos secuestraron a uno de los guardias y lo golpearon.
El objetivo es “aislarlos en un pabellón exclusivo y evitar que se mezclen con otros internos y que se produzcan incidentes entre los mismos”, declaró el periodista paraguayo Juan Augusto Roa de ABC Color, quien cubrió el traslado, en diálogo con Primera Plana, programa de la FM 89.3 FM Santa María de las Misiones.
También agregó que “se reforzó el centro penitenciario por motivos de seguridad. Se aumentó la cantidad de guardias en el perímetro de la penitenciaría. Lo más probable es que los criminales se queden un buen tiempo ahí, precisamente porque provocaron incidentes en otras penitenciarias donde los llevaron”.
Al ser consultado acerca de como toma la sociedad itapuense la llegada de estas personas, Roa dijo que “no hay una reacción específica de la ciudadanía. Es más no se da muy por enterada de la situación. Estuvimos hablando con el Jefe de Seguridad de la cárcel regional y dijo que toman muchas medidas de seguridad, un poco más intensas que otras cárceles. Por ejemplo, la requisa diaria, el control diario que se hace en los pabellones. En las otras cárceles se hacen de a dos o tres celadores. En cambio, aquí, la guardia completa, antes de terminar su turno, hace la requisa celda por celda, pabellón por pabellón. Es por esto que los reclusos tienen pocos recursos de provocar algún incidente ya que están extremadamente vigilados”.
“Otro de los aspectos que mencionaban, una estrategia, es no provocar a los internos. Se da mucho que los mismos guardias provocan a los internos en el sentido de maltratarlos, insultarlos. Esto hace que también se produzcan reacciones”, agregó con respecto a la seguridad.
La mayoría de los trasladados tienen cargos por narcotráfico y asaltos, considerados de un rango inferior con respecto a la estructura criminal. Sin embargo, “no hay ningún líder de la banda. Son ‘soldados’. Ellos llaman ‘soldados’ al que, en término de traficante de droga sería la ‘mula’. Otro motivo por el que están aislados es para evitar que recluten más gente. Este grupo se maneja dentro de una especie de código. Hace que ser parte del grupo y gozar de la confianza de los jefes y la lealtad implica una serie de cuestiones que hacen que para muchos internos sea atractivo pertenecer al grupo”, subrayó.
Tras afirmar que estos grupos tienen poder económico y el peligro que significa eso dentro de los penales paraguayos, detalló que “se está advirtiendo sobre el peligro que está adquiriendo la influencia de este grupo particularmente, que tiene a mucha de su gente en cárceles paraguayas y que constituye un factor de poder económico real dentro de las cárceles y estos, hay que admitirlo, manejan con dinero a los propios guardias. Constituyen una amenaza interna en las cárceles”, finalizó.