El concejal posadeño Maximiliano Florindo tomó la decisión de abandonar Cambiemos y conformar un bloque unipersonal dentro del Concejo Deliberante y explicó que las razones de esa decisión son “las infinitas peleas dentro de la UCR; el divorcio irreconciliable entre la dirigencia tradicional y las figuras emergentes; y finalmente la conformación del frente Juntos por el Cambio”, donde el radicalismo quedó aliado con el partido UNIR del ex gobernador Ramón Puerta.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN explicó que “no era buena ni sana la relación con mis pares del interbloque Cambiemos” y que “cada vez me sentía menos identificado con las decisiones del grupo”.
Criticó la decisión de modificar el frente Cambiemos para integrar al puertismo y cambiar el nombre a “Juntos por el Cambio”. “Yo no comparto la unidad sólo para buscar el poder sin identificar ideas ni objetivos claros”, sostuvo.
También fue duro con los manejos de las autoridades partidarias. Si bien Florindo se autodefine como radical y accedió a la banca por medio del radicalismo, lamentó que “no existe dialogo ni respeto por parte de los dirigentes antiguos para con los nuevos. No comulgo con muchas prácticas políticas de la actual dirigencia”, enfatizó.
No es casualidad que el radicalismo no gobierne esta provincia hace más de 30 años. Hay un gran mal ahí adentro, que son los actuales dirigentes, que lo único que hacen es entorpecer a todo aquel que quiera trazar nuevas ideas, abrirse, trabajar en un modelo de ciudad” acusó el concejal.
Remarcó la necesidad de una “evolución política”. “Hay muchas personas que están desde la gobernación de Cacho Barrios, incluso toman decisiones, vienen de herencias familiares, ahí está el gran mal del radicalismo. Yo veo que el radicalismo tiene la capacidad de diluir a personas con buenas intenciones, hay muchas buenas personas que se han apartado por un radicalismo demoledor”, cuestionó.
Por último dijo que “si el radicalismo no gobierna la provincia hace más de 30 pero a la vez el partido siguió participando en política, yo me pregunto ¿qué obtuvo el radicalismo en todo este tiempo? Y la respuesta es ‘cargos políticos’ y siempre son apellidos reiterativos”.
La ruptura de Florindo no es un caso aislado. En el último mes se reiteraron casos similares. Primero fue Salvador Morel en Iguazú, luego Lilia Chamorro en Eldorado y en los últimos días los concejales Andrés Martínez en Puerto Libertad y Olimpio Vega en Garuhapé.