“El Gobierno sigue sin tener noción exacta del problema y como no conoce el problema difícilmente pueda instrumentar medidas para corregirlo”, fue la conclusión del economista José Piñeiro Iñiguez, máster en negocios de la Universidad de Harvard (EEUU) y exvicepresidente del Citibank.
El especialista, en entrevista con el programa “Primera Plana” de la 89.3 FM Santa María de las Misiones (escuchá la entrevista completa en el link al final de la nota), insistió en la “falta de un plan” y separó “el problema económico” del camino electoral a octubre.
“Argentina, hoy por hoy, tiene un problema económico que es totalmente independiente del tema electoral. El único punto de relación entre ambos es que la economía es una ciencia social inexacta, con lo cual, depende de la incertidumbre que tenga el mercado. Hoy, el problema central y a corto plazo de Argentina es la incertidumbre y la falta de credibilidad que tiene este equipo económico, con lo cual la pregunta de mañana debería ser ¿el mercado le creerá? ¿Por cuánto tiempo?”.
Agregó que “el problema no es nuevo, el Gobierno lo arrastra desde hace tres años y, fundamentalmente, viene derivado de no tener un plan económico. Al no tener un plan, es muy difícil en un país cómo Argentina -que tiene diversos problemas estructurales en su economía- poder llegar a hacer a través de medidas la corrección que necesita. Entonces, esto no es otra cosa que voluntarismo. Son medidas que tomaron aisladamente, que pueden tener un impacto más o menos acertado en muy corto plazo y pierden absolutamente el efecto”.
“Siempre en esto partimos del mismo escenario: no tenemos plan, no tenemos rumbo y esto si lo querés graficar es igual a decir que salimos a navegar al medio del océano sin un rumbo a dónde pensás que podés llegar. En la economía, manejarla día a día durante años sin un plan, te da más o menos lo mismo. Argentina es un país altamente complejo, como cualquier otro, pero manejarlo sin plan es muy difícil porque todos los días tenés miles de variables, miles de necesidades que no podés cumplimentar”.
Aseguró que en el exterior “Argentina es un sembradío de casos prácticos permanentes de estudio, porque generalmente este tipo de cosas no pasan en el mundo y no pasa casi nunca un caso práctico similar”. Y puso como ejemplo el enorme endeudamiento del país en la gestión de Cambiemos: “a fin del 2019, Argentina presentará un endeudamiento aproximadamente de 110% contra PBI. Acá en Misiones se cruza el río y vas a Paraguay donde la deuda contra PBI es del 16%. Esto te da la pauta de que de este lado del río pasa algo diferente al otro lado y eso es -en mayor o menor medida- tener un rumbo, un horizonte y, por ende, una estrategia, un plan a aplicar. Argentina nunca lo tuvo o pocas veces, para no decir nunca. Pero nunca lo ha tenido durante estos tres años y moneda. Vos podés engañar a mucha gente poco tiempo o a poca gente mucho tiempo, pero las dos cosas no pueden pasar”.
“La gente tiene el ‘Plan Heladera’”
Para el economista Piñeiro Iñiguez, la reiteración de medidas que ya se implementaron -sin éxito- años anteriores, profundizan la falta de credibilidad. “La gente ve esto con total incredulidad porque ya lo vivió en otras oportunidades. Entonces, cuando les hablan de distintos planes, les es indiferente. La gente tiene un plan propio al que podríamos denominar el ‘Plan Heladera’: llegan a su casa la abren y ven cómo la puede llenar; hoy por hoy no la pueden llenar, cada vez les cuesta más. Y, además, hay más problemas de trabajo, problemas de ingresos que impiden una composición de futuro. Entonces, la gente no se ve trasladada en seis meses a una mejora, este es el mayor problema que presenta la economía argentina. Todo lo demás de la economía argentina en función de si tienen préstamos, si tiene endeudamiento -que es un problema importantísimo- hoy pasó a ser secundario, hoy el mayor problema es que la gente no tiene como componer ese ‘índice heladera’ y el Gobierno piensa que lo soluciona con dichos. Esto, realmente, se soluciona con hechos”, aseveró.
En el camino por la reelección, para Piñeiro Iñiguez “el Gobierno ve lo que sucede a través de su problema político y no a través del problema económico. Y el Gobierno siempre ve que el problema lo compuso otro cuando, en la práctica, puede ser que el inicio del problema lo haya traído otro pero este Gobierno claramente contribuyó con nuevos problemas al original”.
Fondos de la ANSeS
José Piñeiro Iñiguez advirtió en otro tramo de la entrevista sobre el uso de los fondos que hará Cambiemos afectando el patrimonio de la ANSeS.
“El problema más grave que presentan estas medidas es, quizás, con los fondos de la ANSeS. Estos generalmente son colocados a 30 años y en bonos porque se preserva el dinero de las futuras generaciones que cobrarán de ese fondo que se va constituyendo. Sin embargo, este Gobierno optó por tomar esos fondos y colocarlos a 30 o 60 días lo que es una locura desde el punto de vista técnico que, obviamente, esto durará entre tres a seis meses pero conceptualmente es un error fundamental que acrecienta la idea de que esta medida fue tomada a la ligera, sin tener idea exactamente de cuáles son los impactos que puede tener en las distintas variables económicas”.
Problema de liquidez
Consultado si las medidas anunciadas por el Gabinete nacional generarán una recuperación del consumo y una inyección de recursos en la economía, el especialista fue contundente: “No. Decididamente no. Porque estas medidas no apuntan a cambiar la liquidez que tiene el mercado. Un mercado recesivo y de alta inflación, que presenta un estado de estanflación se registra pocas veces en los países y muy pocas veces en el mundo. Tenemos que ir a los últimos sesenta o setenta años y se dio en tres momentos, dos de esos momentos fueron en Argentina. La liquidez no cambia porque vos controlás un precio. Se produce si se registran inversiones de los privados o públicos y esto es muy difícil que se dé, por no decirte imposible, por la desconfianza que tiene el mercado hacia lo que inyecta el Gobierno en función de su conducta. Hoy presentamos problemas económicos serios y problemas políticos en función de la incertidumbre que presenta el modelo, si va a ser reelegido o si habrá otro presidente. Cualquier inversor se resguarda a todo esto, con lo cual tiende a esperar para hacer cualquier movimiento económico y afecta la liquidez en el mercado. Al no haber liquidez no hay movimiento y, al no haber movimiento, no se genera crecimiento en la economía”.
“Modelando” el IPC
Para la composición del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que establece la inflación medida por el INDEC, se toma una canasta básica de productos y servicios que se miden mes a mes. El economista José Piñeiro Iñiguez admitió que no existe una casualidad en la composición de los “Precios Cuidados” lanzados en horas de la tarde del miércoles, ya que su “congelamiento” por un semestre será la base de la medición inflacionaria en adelante, existan o no en las góndolas de los super e hipermercados.
Al respecto, dijo que los precios cuidados oficiales “apuntan en realidad a que el Gobierno tenga un elemento confiable y creíble para la composición del índice de precios al consumidor de los futuros meses. Fundamentalmente, la composición del Índice de Precios al Consumidor que está hecha de distintos rubros como ser servicios, turismo, indumentaria y precios básicos de la canasta. Pero no se miden todos, solamente algunos, en estos casos son estos 60 y se miden permanentemente los mismos y no otros. Con lo cual, si yo dentro de esta composición presento precios que van a estar congelados durante seis meses, mi índice de precios respecto de los productos del supermercado van a ser variación cero. El mes que viene el Gobierno no va a poder mostrar que la inflación bajó, porque presentará una inflación de arrastre de marzo de aproximadamente el 2%; y los primeros 15 días de abril el índice de precios ha crecido aproximadamente 1,5%, con lo cual llevamos un 3,5% que será el índice base de abril. La medición de abril probablemente esté entre el 3,5% y el 4%. Lo que es mayo y junio -que es donde empezarían a impactar estos precios cuidados- tenemos que pensar en índices cercanos al 3% para cada mes. A partir de ahí podrían tener un impacto”.
Sumó a los precios cuidados el congelamiento de las tarifas a la intencionalidad del Gobierno de mostrar una inflación “controlada”. “Dado que las tarifas van a estar congeladas, con lo cual traslada movimientos cero, los índices con los cuales se va a medir el índice de precios van a ser los precios controlados, cuidados o soportados”.
Otro problema que presentan los precios cuidados, es la distribución geográfica de los comercios que adhirieron. En Misiones son tres: Chango Más, el hiper Libertad y la cadena de supermercados California. Otras cadenas, como Carrefour, que no tienen local en la tierra colorada pero sí suman productos propios que no comercializan otros en la lista de los “cuidados”, nunca se verán en las góndolas locales. Al respecto, Piñeiro Iñiguez opinó que “por más que lleguen a esos tres comercios, abarcarán un porcentaje alto pero nunca llegarán al cien por ciento de la población y este mismo problema lo tienen todas las provincias porque hay productos que no tienen una cobertura nacional”.
Si mi intención es que yo exponga un índice determinado en determinado tiempo, esas medidas son correctas. Si lo que yo busco es que estas medidas tengan un impacto real, en la vida real de las personas reales, no lo van a tener”, aseguró Piñeiro Iñiguez.
Tarifas dolarizadas: un error
El Gobierno nacional, en el paquete de medidas, aseguró ayer que se congelaban las tarifas en Argentina. José Piñeiro Iñiguez, MBA en Harvard, cuestionó que “el Gobierno tomó a los servicios públicos desde el punto de vista de un precio y hay una enorme diferencia. Porque un servicio público no tiene precios, tiene tarifa. La diferencia está en la intervención reguladora del Estado, el que es un componente importantísimo al regular los valores en función de ser de consumo masivo de la población. Ahora bien, el Gobierno durante estos últimos tres años transformó a las tarifas en precios y fundamentalmente las vinculó a un tema cambiario, las puso en dólares, pero las tarifas crecen por variación del tipo de cambio por atraso en la tarifa misma que tenían; y por nuevos precios que se incorporan a esa tarifa, por futuras o presentes inversiones que realizan las empresas proveedoras de los servicios. Esto trae aparejado que las tarifas aumentaron en porcentajes increíbles durante los últimos tres años y que sigan presentando atrasos por cualquiera de estos tres rubros mencionados”. Por lo tanto, advirtió que “mientras estén atadas al dólar siempre estarán atrasadas, pero es inviable en un país como Argentina tener una tarifa de un servicio público dolarizada”.
Sobre la cuestión, mostró el ejemplo del petróleo para graficar la diferencia de producir en el país y vender a precio del dólar. “Tanto en las tarifas como los insumos básicos de la economía, se necesita obligatoriamente la presencia del Estado para regularlos. Pero, en algunos casos, el precio de la producción está ligado al día a día y, en otros, el precio de la producción está ligado a la historia. Por ejemplo: la extracción de un barril de petróleo yo la puedo manejar en función del precio internacional del barril de petróleo o cuánto me cuesta extraerlo, que probablemente sea -medido en dólares- la mitad de precio como pasa en Argentina. Ahora, cuando yo fijo la tarifa en dólares, quiere decir que a ese barril de petróleo que una empresa -en este caso multinacional- saca de la Patagonia, le aseguro una rentabilidad en dólares por encima de su costo. En este caso particularmente, del doble de su valor. Es muy distinto el costo de producción de una tarifa pública medida en los servicios, que el costo de producción de un alimento que produzco localmente”.
Precio cuidados de Moreno vs precios cuidados de Macri
Para el exvicepresidente del Citibank, hay alguna coincidencia entre las medidas anunciadas por Cambiemos con las del kirchnerismo. “En el fondo las medidas son iguales. Lo que varían son matices en cuanto a las metodologías implementadas. Ahora bien, en el momento que (Guillermo) Moreno trató de modificar los números surgidos del INDEC, en realidad, tenía otro fin que era la salida de la reestructuración de Argentina de la deuda en el 2004-2005. A los nuevos tenedores de bonos se los dieron bonos atados al CER, cuyo ajuste variaba en función del índice de precios al consumidor. El Gobierno de aquel entonces trató de modificar ese índice para que el pago a los bonistas fuera menor. Si traspolamos esto en el tiempo, el modificar el índice tuvo un objetivo. Sin embargo, lo que hoy tenemos son medidas que apuntan -en teoría- a controlar el aumento de precios sobre precios que ni sabemos cuáles son ni a dónde nos llevan, en función de si van a ser reales, si tienen cobertura geográfica, si abarcan a toda la población y, fundamentalmente, si van a estar disponibles. No sabemos cuál es la oferta de estos productos porque el Gobierno fija un precio pero no fija un volumen que se va a volcar al mercado para cubrir toda la geografía del país”, advirtió.
Precios cuidados, riesgo de desabastecimiento
José Piñeiro Iñiguez admitió en la entrevista que sin la obligación de garantizar un stock de productos a precios cuidados, hay riesgo de desabastecimiento. “Por supuesto eso va a pasar, por lógica, porque si el producto genérico vale 50 y en el mercado por los precios cuidados vale 30 es obvio que se va a agotar antes que el de 50. Ese proveedor no tiene ni la cobertura ni el volumen para abastecer a todo el mercado fundamentalmente porque no tiene el 100 % del market share”, aseguró.
Consultado si con un eventual desabastecimiento fracasa el plan de precios cuidados, respondió: “los precios cuidados hoy aparecen en un periódico y en una circular. Para que sigan funcionando deberían aparecer en el ‘índice heladera’ de cada persona y eso no hay nadie que lo pueda garantizar. Los precios cuidados ‘mueren’ en el mismo momento que nacen, para el anuncio son fantásticos ahora para la vida real de la gente son inexistentes, probablemente se vean volcados en índices en el futuro pero no en la heladera”.
Paritarias abajo de la inflación
Finalmente, se preguntó si los trabajadores pueden esperar en este contexto de país un ajuste salarial similar a la expectativa de inflación que se lanzó desde varios sectores, a lo que Piñeiro Iñiguez contestó que “es probable que los sindicatos reciban paritarias por la inflación presupuestada por el Gobierno, en su momento, del 23%. Algunos sindicatos negociarán una cláusula gatillo que les dé la diferencia de una inflación que, probablemente, sea de entre el 40 al 45%. Pero he aquí que al trabajador le falta la diferencia de lo que percibió el año pasado contra la inflación real, los famosos 48%. En términos reales ¿qué empleador va a poder pagar este número: lo que le deben del año pasado más lo presupuestado este año, más la cláusula gatillo que dé la inflación del 2019? Es medianamente imposible en condiciones de recesión porque los empleadores no tienen el dinero para poder pagar, porque no tienen la caja generada de las ventas ni poder para financiarse en el mercado para poder pagar sueldos, a una tasa de interés que hoy por hoy debe ser cercana (para una PyME) al 6% mensual es una locura”.
Moratoria para recaudar impuestos
Finalmente, José Piñeiro Iñiguez se refirió al plan de moratoria que lanzará la AFIP para buscar una mayor recaudación a la actual, cuyo crecimiento sigue muy por debajo de la inflación. “En realidad el Gobierno percibió que tiene otro problema: no se hace de caja porque la gente deja de pagar los impuestos. Por otro lado, la recesión trae un menor número de ventas y, al tener menos ventas, deja de percibir el IVA con lo cual el Gobierno tiene un problema adicional al que tenía. Y es que no tiene la caja mensual que aportan todos los contribuyentes. En ese contexto, cualquier moratoria pone a todos los contribuyentes en intención de un pago futuro. Cualquier tasa de interés que le pongan -en este caso a las PyME- sería del 2,5% que, comparada al 6% del mercado, sería como una bonificación para el que no pudo pagar respecto del que sí pagó en tiempo y forma. Lo que da la pauta de que está todo tergiversado. Las medidas del Gobierno no tienen un hilo conductor y ese hilo conductor en esto se llamaría un plan”, insistió.