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“Amo el kick boxing”, le dijo Estrella Ailén Córdoba a EL DEPORTIVO y con ahondar un poco en su historia es evidente que esa afirmación es verdad. Hace apenas tres años que comenzó a entrenar y su primer profesor vio algo diferente en ella. “Tiene condiciones”, le dijo a sus padres y era cierto. Acaba de rendir el cinturón marrón y se convirtió así en instructora de la especialidad. Todos ésto prueba su declaración inicial pero hay un hecho que hace que todo adquiera mayor relevancia: Estrella tiene apenas 10 años.
El pasado 7 de abril la niña rindió para alcanzar el cinturón marrón, el último escalón antes de llegar al negro. Parece una carrera meteórica, pero ella está acostumbrada a los desafíos. Estrella nació prematura, con 750 gramos y apenas 27 semanas de gestación. Estuvo tres meses en Neonatología. “Los médicos no nos daban muchas esperanzas”, dice su mamá Analía Da Luz a EL DEPORTIVO. Sin embargo, sus padres confiaban en las fuerzas de su nena y ella pudo salir adelante. “Nosotros decimos que es una luchadora de la vida”, afirma su papá, Roberto Córdoba.
Estrella es hija única y desde chiquita hace actividades. “A los cuatro años empezó danza clásica e hizo dos años”, cuenta su mamá Analía. Después su profesora tuvo problemas con los horarios y no pudo seguir y Estrella no quiso seguir tampoco.
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A los seis comenzó la Escuela de Modelaje y después se tiró hacia la gimnasia artística. Al tiempo estuvo un año libre, mientras sus papás buscaban opciones para ella. “Un día pasaba por un gimnasio y me entregaron un folleto sobre taekwondo y kick boxing”. Analía habló con Roberto a quien le tiró un poco su pasado: había practicado boxeo como amateur. “Le preguntamos a ella y la llevamos. En la primera clase el profesor dijo que tenía muchas condiciones y ella se entusiasmó”. Igual, Analía y Roberto no querían presionar a Estrella y pensaban que podía ser el entusiasmo propio del primer día. Pero Estrella estaba decidida a seguir. “A las dos semanas ya estaba preparada para rendir su primer cinturón”.
Tres años después, este abril, Estrella rindió el cinturón marrón, el máximo que se puede alcanzar antes del negro y los Danes. “Es la primera chica de Misiones que consigue el cinturón marrón”, afirmaron los padres. “Desde que rindió el primero los chicos eran más grandes que ella. Después se hizo más popular el deporte y empezaron a rendir algunos chicos el amarillo, pero la mayoría se queda ahí y después se bajan, no siguen con el deporte o no rinden. Ella siguió”, indicaron los padres. Desde que rindió el cinturón naranja siempre lo hizo con adultos y el último examen “eran cuatro adultos y ella era la única chica”.
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Estrella no piensa parar. Tiene objetivos altos y le sobra tiempo y talento: quiere llegar a la MMA. “Nuestra idea era que ella tenga disciplina y que aprenda a defenderse con todas las cosas que están pasando, pero una cosa llevó a la otra y le fue gustando”, dijo su papá. Tanto le gusta que el año pasado pidió que el tema de su cumpleaños fuera el kick boxing: una torta de ring, guantes por doquier y para los 15 ya pidió que la tradicional cadenita no tenga un corazón con el número 15, sino un guante de kick boxing con su edad.
Con semejante entusiasmo, sus padres tienen el objetivo de poner una academia para que ella pueda enseñar algún día. Con el cinturón marrón llegó su título de instructora de la disciplina, pero al ser tan jovencita, por el momento necesita un adulto experimentado que, de alguna manera, supervise sus clases. Y para cumplir ese papel está papá. “Como ella dijo que quiere ser instructora y tenemos este proyecto, yo empecé a practicar hace un año y también soy competidor, ya tengo tres peleas”, señaló Roberto que ya tiene en su poder el cinturón naranja. Con papá más avanzado, sólo queda pagar la afiliación a la WAKO para tener la matrícula y todo listo para empezar.
Mientras tanto, la familia armó un gimnasio en su casa donde padre e hija entrenan los días que no hay gimnasio y le meten ficha en las semanas previas a una competencia. Analía, por el momento, no comenzó oficialmente a practicar kick boxing, pero actúa como sparring en las peleas de entrenamiento que se arman en su casa. Una familia preparada.
“Estrella está conmigo hace poco más de un año. Venía de una academia donde se daba también taekwondo y los padres me aclararon que a ella le interesaba mucho el kick boxing”, aseguró su profesor Exequiel Zacarías.
“Entonces cuando vino acá la volcamos completamente al kick boxing”. Con el profe participó de varias competencias y, sin ir más lejos, el año pasado participó en un Nacional en Corrientes y alcanzó el tercer puesto. Después se preparó para rendir. “El cinturón marrón la habilita a ser instructora de kick boxing y tiene 8 meses para rendir y pasar a cinturón negro que es el objetivo, se está preparando para eso”.
La Estrella de la historia
“Comencé con kick boxing hace tres años. Yo venía practicando otras cosas, como danza, escuela de modelaje, entre otras, hasta que un día mis papás estaban buscando qué más podía hacer y encontraron un lugar donde se practicaba kick boxing, me dijeron y me gustó la idea. Fui, probé y me gustó. Quise seguir y empecé a rendir los cinturones y ahora soy marrón”, aseguró Estrella a EL DEPORTIVO.
“Mi objetivo es seguir, llegar a negro y seguir con los Danes y también mi meta es tener una academia y poder enseñarle toda la disciplina que tengo a mis alumnos”. No sólo la disciplina que tiene, sino también la pasión por lo que hace. “Me gusta mucho el kick boxing, amo, me apasiona hacer”, aseguró. Mientras, asiste al quinto grado del Instituto Madre de la Misericordia. ¿Qué le dicen sus amigas cuando cuenta que hace kick boxing? “A las chicas les gusta pero me tienen un poco de miedo, pero no soy de ir y pegar. Todo lo que hago dejo acá nomás, no es que le quiero pegar a alguien. Igual nadie me quiere pelear”, dijo entre risas. Una Estrella de la disciplina. Una luchadora de la vida.