“En Argentina el 11% de los niños y adolescentes tiene alguna restricción para acceder a los alimentos en sus hogares”, añadió
En diálogo con Primera Plana, que se trasmite por la 89.3 FM Santa María de las Misiones, el investigador indicó que “lo que se muestra en el informe es el cruce entre dos medidas de pobreza, que son por una parte la pobreza monetaria y por otro lado la pobreza en distintas dimensiones de derechos. Tiene que ver con el acceso a la salud, a la alimentación, a la vivienda, al saneamiento a la información y a la educación”.
“Detectamos que el 41,2% de los chicos tienen además de la privación en algunos de sus derechos, viven en hogares pobres por ingresos”, alertó Poy.
“Eso lo que nos está mostrando es las dificultades que estamos atravesando en el actual contexto de Argentina”, indicó y agregó que “también se pudo demostrar que, así como la pobreza por ingresos es muy volátil y viene teniendo picos de crecimiento, en los últimos años las medidas unidimensionales son más estables en el tiempo. Vienen bajando pero están en niveles de incidencia elevados”.
El investigador, a la hora de segmentar el flagelo, indicó que en Argentina “el 11% de los niños tienen alguna restricción para acceder a los alimentos en sus hograres”, pero “sólo el 5% no pude acceder a los alimentos y no reciben ningún tipo de asistencia”. Por otro lado, especificó que el “23,7% no tiene condiciones adecuadas de saneamiento”, eso incluye el acceso a la cloaca pero también tienen que ver con los sistemas de evacuación de escrotos en los hogares.
“El 30% tiene déficit en la calidad de la vivienda, viven en hacinamientos o en casas construidas con materiales que no son óptimos”, agregó.
“Las distintas variables hacen de que 6 de cada 10 chicos tengan vulnerados algunos de sus derechos. Cuándo uno lo cruza con los que son ‘pobres por ingreso’ se llega al 41,2% que tienen carencia de derechos y además están en situación de pobreza”, alertó Poy.
En cuanto al futuro de esta problemática, el investigador opinó que “en Argentina hay algunas limitaciones vinculadas con la terminalidad educativa que están muy asociadas con la pobreza. Se requiere mucha iniciativa para poder revertir la situación”.
“En lo que tiene que ver con la pobreza económica o monetaria, difícilmente estemos viendo, al menos hasta el primer trimestre del año, una baja de manera sensible porque no hay ningún cambio y no se tomó ninguna medida que te permita decir eso”, aseveró Poy. Por otro lado, con respecto a la medida multidimensional, “probablemente la cuestión siga igual o haya bajado muy poquito”, pronosticó.