La entrada en vigor este jueves de esa ley de 1996, que se encontraba suspendida debido al rechazo internacional, “supone una violación de los compromisos asumidos en los acuerdos Unión Europea-Estados Unidos de 1997 y 1998, que ambas partes respetaron sin interrupción desde entonces”, indicó la alta representante comunitaria para la Política Exterior, Federica Mogherini.
“Ello originará fricciones innecesarias y debilita la confianza y la previsibilidad de la asociación transatlántica“, enfatizó la jefa de la diplomacia europea en una declaración en nombre de los Veintiocho, informó la agencia de noticias EFE.
Para la UE, la aplicación extraterritorial de medidas restrictivas unilaterales “contraviene el Derecho internacional”, por lo que -anunció- “recurrirá a todas las medidas adecuadas para abordar las consecuencias de la aplicación de la Ley Helms-Burton, incluidos sus derechos en la Organización Mundial del Comercio y el uso del estatuto de bloqueo de la UE”, recordó.
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La decisión estadounidense podría afectar a importantes empresas, como las cadenas hoteleras españolas Meliá e Iberostar, y a otras europeas, canadienses, japonesas, rusas y chinas que operan dentro de un régimen de empresa mixta con corporaciones estatales cubanas desde propiedades o terrenos que fueron expropiados en los primeros años de la revolución cubana de 1959 encabezada por el fallecido Fidel Castro.
Otras compañías susceptibles de sufrir demandas son aerolíneas, como Lufthansa y Air France, y grandes corporaciones como la suiza Nestlé, la china Huawei y la japonesa Mitsubishi.
Fuente: Agencia de Noticias Télam