Hace quince meses que el Ministerio de Educación de la Nación implementó el actual sistema de certificación de diplomas y certificados analíticos dejando atrás, por primera vez, el tradicional procedimiento que obligaba a las Universidades a enviar los papeles analíticos a Buenos Aires para su control y posterior legalización, previo a la expedición del título correspondiente.
El nuevo sistema introdujo otros dos grandes cambios: la posibilidad que el graduado pueda seguir el estado de su trámite y la creación del primer Registro de Graduados al que puede acceder cualquiera y confirmar la titulación de un tercero. Sólo se requiere nombre y DNI.
En diálogo con Primera Plana, que se emite por la 89.3 FM Santa María de las Misiones, el director nacional de Gestión y Fiscalización Universitaria, Paulo Falcón, se refirió al Sistema Informático de Diplomas y Certificados (SIDCER), “tiene tres áreas de consultas: una que es exclusiva para las universidades porque este trámite lo inician y lo terminan las universidades, otro que es el sitio de consulta al que puede acceder cualquiera incorporando el DNI y un tercero, que es un registro público de graduados que es una de las cosas más innovadoras del nuevo sistema”.
Indicó que anteriormente participaban en el procedimiento de certificaciones sólo la Universidad y el Ministerio de Educación, “y el graduado que recibía el diploma con posterioridad. Pero la creación de este registro público, incorpora una cuarta pata que es la sociedad: una persona, empresa o institución que está por contratar una persona o un organismo público que está por matricular a un profesional puede ingresar hoy al registro público y con los datos personales o el escaneo del QR que tienen ahora los diplomas y certificados pueden verificar si esa persona es un profesional y si ha recibido ese diploma legalmente. La idea es que toda esta información que produce el sistema universitario sea transparente, publicitada y publicada de manera accesible”, indicó.
Sistema online
En nuevo sistema de intervención de diplomas y certificaciones de títulos universitarios comenzó en febrero de 2018. Según recordó Falcón, “hasta el año pasado, la legalización de los diplomas ocurría pura y exclusivamente en Buenos Aires, todas las Universidades tenían que mandar sus certificaciones para que en el Ministerio de Educación coteje la información, incorpore un sello, la firma de un funcionario del Ministerio y una oblea. El nuevo circuito y sistema informático determina que todo ese procedimiento es online, es decir que a partir del año pasado ya no viene a Buenos Aires ningún diploma ni certificado analítico con lo cual es un enorme avance en materia de tecnología”.
Otros beneficios del nuevo sistema es su seguridad y la reducción del gasto, “el nuevo sistema incorpora pautas de seguridad y transparencia que le hacen muy bien al sistema universitario. Se ahorran plazos, se abrevian trámites y se genera un ahorro en la cantidad de recursos las universidades destinaban a la gestión de estas tramitaciones en Buenos Aires. Hay universidades nacionales que destinaban más fondos a la gestión de la legalización de certificaciones y diplomas que a sus programas de becas”.
“Las Universidades deben cumplir con el plazo de 120 días”
Según indicó el funcionario, en el actual sistema online y digitalizado, “la universidad tiene que cargar los datos personalizados del egresado, datos académicos que nos permiten cotejar firmas y la trayectoria del estudiante; por lo que la posibilidad que se expida un título trucho es sumamente difícil. Y una vez que se inicia el trámite, esa persona con su DNI tiene un sitio de consulta público para poder determinar en qué etapa está su procedimiento o trámite. Y eso le permite al egresado conocer a ciencia cierta cual es la real situación de la legalización de su diploma”.
En este contexto, Falcón inició que “esto pone en evidencia los tiempos que le insume a la universidad y al Ministerio la expedición del diploma (la Ley de Educación Superior establece que la universidad tiene que expedir el diploma en 120 días corrido desde que se inicia el trámite). Precisamente, a partir de tomar conciencia de que las universidades no estaban cumpliendo con ese plazo, generamos esta nueva forma de trabajo en el sistema universitario para que se respeten los tiempos de los graduados”, argumentó el director nacional de Gestión y Fiscalización Universitaria.